HOSPITAL DEL ALMA 110723

Por El Duque de Santo Ton

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Duque de Santo Ton:

Soy una muchacha decente y bien portada, aunque ¿para qué lo voy a negar?, perdí la virginidad, por mi propio gusto desde que era casi una niña.

Mi mamá nunca me habló de sexo y en la escuela yo nunca entendí ni jota. Por suerte nunca me enfermé ni me embaracé, pero he tenido muchas parejas sexuales, entre las que podría mencionarte a casi todos mis primos y a un par de tíos carnales. Mi familia es muy decente, de abolengo, como decimos en Chiapas, pero ya nadie me hace caso, los hombres me buscan sólo para tener relaciones sexuales y al día siguiente ya no quieren saber nada de mí. Eso ha hecho que mi autoestima esté por los suelos y que yo misma sienta que no merezco que nadie me quiera como esposa.

María

Tuxtla Gutiérrez 

Querida María:

Efectivamente las sociedades tradicionalistas y provincianas, como la nuestra, tienen proscritas a las mujeres promiscuas, por mucho que provengan de familias decentes, pues pueden acarrear diversas situaciones de conflicto al matrimonio, tales como enfermedades venéreas, paternidades dudosas, recelos y cosas así. Yo te recomiendo que apliques la estrategia que usan todas las “niñas decentes” que le han dado vuelo a la hilacha: cásate con alguien de fuera y si es extranjero, mejor. 

Querido Duque:

Me contaron que el marido de mi hermana, que es taxista y tiene 23 años, se prostituye con hombres por las noches. Al principio yo no lo creía, pero la otra noche, en una fiesta, vi que un señor le acariciaba el trasero y él se dejaba, como si estuviera de acuerdo, como si lo estuviera disfrutando. Pensé en contarle a mi hermana lo que había visto, pero no quiero iniciar con un escándalo cuyas consecuencias puedan ser graves. Sin embargo, creo que callar lo que vi sería como traicionar a mi hermana y a mis sobrinos ¿verdad?

Lucrecia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lucrecia:

La vida sexual de tu cuñado es de tu cuñado y de nadie más. Hay cosas que no pueden ocultarse y si a él le gustan las desviaciones sexuales o las practica por necesidad, estoy seguro de que tu hermana lo sabe y lo tolera, así que meterte en asuntos que no te incumben únicamente podría acarrear problemas para tu hermana, para tu familia y para ti misma, así que deja de meterte en lo que no te importa y sé feliz.  

Duque de Santo Ton:

Yo soy la mayor de tres hermanas, y estoy muy confundida, porque mi papá ha hecho un verdadero esfuerzo para educarnos y superarnos. Por eso me da coraje que mis dos hermanas hablen como si fueran un par de criadas, sin educación y con malas palabras. He tratado de dialogar con ellas y por toda respuesta obtengo una mentada de madre.

Guadalupe

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Guadalupe:

La verdad es que hay personas tan bestias, como tus hermanas, a las que ni con un chicote logras enderezar. Tienen lo corriente en la sangre y jamás brillarán en sociedad, a menos que se saquen la lotería o se casen con hombres ricos, pero yo dudo tanto lo uno como lo otro. 

Duque:

Soy un hombre soltero, de la Ciudad de México, pero estoy comisionado en Chiapas, y aquí permaneceré hasta que termine el sexenio, por lo menos. Mi mujer no quiere venir a vivir conmigo, porque dice que no tiene caso mover a los niños de su ambiente en la capital si yo de todas maneras me voy a regresar. Lo malo es que ella me tiene muy mal acostumbrado, hacemos el amor por lo menos cinco veces a la semana y aquí, pues nada de nada, no tengo con quien. Por eso recurro a tu gustado Hospital del Alma para solicitar la amistad de alguna damita que quiera tener sexo sin compromisos, pues yo soy un hombre casado que quiere seguirlo siendo. Tengo treinta años de edad, soy muy vigoroso en el plano sexual, tengo cuerpo de gimnasio y desde que era niño he sido carita. Así que lo que busco es una compañera sexual que quiera disfrutar de mi cuerpo y de mi experiencia, yo soy muy desinhibido y sé cómo hacer gozar a las mujeres.

Álvaro

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Álvaro:

Se nota que tienes un buen concepto de ti mismo y ése es un buen empiezo. Te deseo suerte. 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo un sueño recurrente: me veo rodeada de alhajas finas y me las pongo para salir a la calle. Hay desde tiaras y broches, hasta brazaletes, anillos, aretes y muchas cosas con oro y piedras preciosas. Sin embargo, en la realidad, lo más valioso que tengo es un collarcito de perlas cultivadas que mi abuelita me compró en la tienda libre de impuestos de un aeropuerto de Texas.

Rocío

San Cristóbal 

Querida Rocío:

Soñar joyas indica que se desea disfrutar de una vida holgada y placentera, aunque las posibilidades sean mínimas. Si en el sueño las joyas aparecen rotas o sucias indica malos negocios. Si te sueñas usando las joyas, como dices, quiere decir que eres demasiado ambiciosa y que sufrirás penosas contrariedades y frustraciones. Si sueñas a otras personas usando las joyas, es indicio de que deseas tener amistad con personas distinguidas, de la alta sociedad. 

Duque de Santo Ton:

Dicen que una de mis tías era muy bella y sofisticada cuando era joven pero yo no lo creo, porque en la actualidad, la mujer, que tiene 45 años, es una marsopa de lo más feo y vulgar ¿cómo puede cambiar tanto una persona por el simple paso del tiempo?

Clara

Tonalá 

Querida Clara:

Disfruta tu verano que ya te llegará el invierno. Ni las bonitas, como lo fue tu tía, se salvan. 

Querido Duque de Santo Ton:

Desde que era adolescente me di cuenta de que me gustan los hombres, y no sé si para bien o para mal, conseguí un empleo en una tienda departamental, en la sección de trajes de vestir, por lo que a diario tengo la oportunidad de verlos desnudos o en ropa interior cuando se prueban la mercancía. A veces me pongo tan caliente que tengo que ir al baño a masturbarme. Aconséjame, me gusta mucho mi trabajo pero no puedo luchar contra mi orientación sexual.

Sebastián

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Sebastián:

Si reconoces que te gustan los hombres y además de tratar con ellos tienes la oportunidad de verlos sin ropa. Disfruta mientras puedas y agradece a Dios que te dio un trabajo que disfrutas es muchos sentidos más allá del sueldo, lo cual ya es ganancia. 

Querido Duque:

Fíjate que hubo un tiempo en que trabajé fuera de mi natal Chiapas. De vez en cuando venía a visitar a la familia cuando, en una de esas visitas, la vida me sorprendió con el reencuentro de un ex novio. Te soy sincera, él me había lastimado y a pesar de eso decidí darle una segunda oportunidad. El punto es que volví con él y me embarazó. Al principio, todo era color de rosa, aunque nunca nos casamos, pero hoy en día mi "ex" es un padre ausente, además de egoísta ya que no quiere hacer el sacrificio de formar una familia para nuestro hijo. En una ocasión le pedí ayuda económica, pero él me respondió que dejara de estar chingando, que cuando él tuviera, me iba a dar. Yo soy una mujer tal vez anticuada pues pienso que por moral no debo ni tengo derecho a estar con algún hombre, únicamente con el padre de mi bebé.

Maru

Tuxtla Gutiérrez

Pd: Tal vez te preguntes por qué soy tan pendeja, pero creo que tengo que hacer lo más que pueda por mi hijo, pues yo no tuve la oportunidad de tener el amor, regaños y aprendizaje de mi padre, por lo tanto no quiero que mi hijo carezca de lo mismo que yo tanto anhelé. 

Querida Maru:

La verdad es que tienes razón, ahora mismo me pregunto por qué serás tan pendeja. Lo que deberías hacer es reclamar el reconocimiento filial de tu hijo por la vía legal y el otorgamiento de una pensión. A leguas se nota que tu “ex”, como lo llamas, no está interesado en ti ni en tu engendro, pero eso no lo exime de obligaciones.