HOSPITAL DEL ALMA 090623

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Mi abuelita vivía en una casa preciosa sobre el boulevard Belisario Domínguez, y se la heredó a mi único tío soltero. Ahora que ya vaciaron la casa y que mi tío la está remodelando, dice que quiere poner ahí un bar gay, porque, según él, ése es muy buen negocio. Yo creo que por respeto a mi abuela, mi tío no debería poner un bar gay en la casa que su madre mandó a construir con muchos sacrificios. De sobra se sabe que en los bares gay hacen show de hombres que se desnudan y cuartos oscuros, que son un degenere. Yo no sé qué le pasa a mi tío.

Candy

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Candy:

Con toda seguridad tu tío también es gay y quiere trabajar en lo que le gusta. Una casa es sólo una casa, y tu abuela no vive más en ella, así que no se le puede faltar al respeto con las “remodelaciones”. Como decía Cristo: “deja que los muertos se hagan cargo de los muertos”. 

Duque:

Quiero comprar un teléfono celular inteligente, pero no me decido si comprar un iPhone o un Samsung ¿tú qué me sugieres?

Ernesto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Ernesto:

Las dos opciones son buenas, aunque, en lo personal, pienso que el iPhone es más elitista y el Samsung es más popular, con las ventajas y desventajas que ambas opciones implican. 

Querido Duque:

El otro día le comenté a mi pedicurista que por más que me pongo cremas carísimas de Lancome, especiales para las plantas de los pies, y que jamás camino descalza ni para ir de mi cama al baño, tengo los talones y las plantas muy rasposos, como si fueran de lija. La muy pelada de la pedicurista me dijo que se debe a la naturaleza de mi cuerpo, pues ella tiene otras clientas que aunque anden siempre con sandalias o se quiten los zapatos a cada rato, su piel siempre está suavecita como la de un bebé. Yo me enojé porque creo que sus palabras trataron de herirme.

Magda

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Magda:

Aunque las empleadas que trabajan en Tuxtla suelen ser unas igualadotas, creo que en este caso la infeliz pedicurista no trató de molestarte, sino que le faltó educación para decirte la verdad, pues las mujeres que tienen las plantas de los pies como las tuyas, ya lo traen de nacimiento, ya que por lo general sus antepasadas fueron indígenas campesinas acostumbradas a no usar zapatos y hasta a caminar sobre el pavimento ardiente. 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi madre se la pasa diciéndome que soy una pobre estúpida, una fracasada, una buena para nada y que yo misma me encargo de forjar mi propia desgracia ¿por qué lo hará?

Gladis

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Gladis:

Tal vez tu madre te dice todo eso porque te tiene confianza y es lo que realmente piensa de ti. 

Duque:

He pasado un año muy difícil, estoy verdaderamente overtired. Tengo los nervios de punta, exploto con cualquier pretexto, y me cuesta mucho trabajo entender las actitudes de los demás hacia mí. Quisiera pensar en que las cosas van a cambiar pero lo dudo.

Salvador

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Salvador:

Yo también lo dudo. 

Querido Duque de Santo Ton:

Leí el caso de una mongolita bebé, a la que mató su propia madre, y me tiene muy impresionada. Hubiera sido mejor que la internara en un manicomio, pero no que la ahorcara, esa mujer está loca.

Andrea

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Andrea:

Tu E Mail es un desatino. En primer lugar, la palabra “mongol” sólo existe para llamar al que es originario de Mongolia. Tal vez quisiste referirte al Síndrome de Down, que es una alteración genética. Lo de la loca que mató a su hija no tiene nada que ver con la condición de la chamaquita, esa mujer está loca. 

Duque:

El otro día me subí a un colectivo, y un pelado se la pasó restregándome su cosa contra el trasero, porque los dos íbamos parados y no había para donde hacerse. Yo no quise que se hiciera un escándalo y me aguanté hasta que llegamos a la Plaza, pero iba bien enojada. Me habían dicho ya no le iban a faltar al respeto a las mujeres en los transportes públicos.

Lorena

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lorena:

Hasta en el flemático Metro de Londres un hombre depravado e insatisfecho le frota el animal a una mujer contra el cuerpo, si ella lo permite. Me parece que si nadie se dio cuenta de que el tipo te estaba molestando o nadie hizo nada, tú debiste pedir auxilio o bajarte del vehículo, y no seguir sintiendo la dureza de ese malcriado hasta llegar a tu destino. Nadie te va a defender si no empiezas tú misma a protegerte, a menos que te hubiera gustado el arrimón. 

Duque:

Yo soy de la Ciudad de México, pero hace poco me invitaron a tomar unos tragos en un club deportivo según esto muy exclusivo de Tuxtla. No me lo vas a creer, pero la mayoría de los niños estaban nadando con las camisetas puestas lo cual, aquí y en China, es una verdadera cochinada, porque las albercas no son lavadoras de ropa y deben ser usadas solamente con ropa de baño no con ropa interior, no la amueles. Además había niños comiendo hot dogs y papas fritas dentro del agua, pasándose la salsa catsup y todo ¿dónde estoy?, me preguntaba porque yo no estoy acostumbrada a tales desfiguros, pero me quise morir cuando una señora de lo más fodonga, metió a sus dos criadas al chapoteadero, con las patotas cochinas y los pantalones arremangados, para que cuidaran a sus hijos. Por más que trataba de fingir que no me daba cuenta, terminé por hacerles ver mi punto de vista a las personas que me invitaron, y sugerirles que protestaran ante la administración o la gerencia de ese club, te juro que me dio mucho asco.

Aída

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Aída:

Podrás tener toda la razón del mundo y sentirte una gran dama, pero cuando a una señora la invitan a algún lado y algo no le parece, se queda callada y no critica ni a la gente ni al lugar que la recibe, eso tiene tan mal gusto como el par de criadas con los pantalones arremangados en la piscina o las camisetitas sudadas de los niños en el agua. En lo que sí no te mediste fue en criticar el club ante los mismos socios que te invitaron (o sea tus anfitriones). Si yo fuera ellos jamás volvería a requerir tu presencia por pelangocha. Vaya con la chilanga fifí, no faltaría más. 

Duque de Santo Ton:

Tengo ante mí un ejemplar de la revista Proceso con una fotografía del periodista Julio Scherer y el narcotraficante Mayo Zambada. Independientemente de la proeza periodística de don Julio, me parece una falta de respeto para el pueblo mexicano hacer apología de la impunidad de un delincuente, por no decir las mil y una lecturas que pueden dársele al hecho. Y conste que hablo del pueblo mexicano y no del gobierno.

Rafael

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rafael:

Es triste que un hombre tan importante en el periodismo como don Julio, haya servido de vehículo para la emisión de ese tipo de mensajes. Ni hablar, el aplauso se vuelve una adicción tan fuerte que muchos hasta se bajan los calzones con tal de tenerlo.