Se cimbra alianza en Edomex; partidos y militantes han mostrado fisuras

Una parte de los integrantes del PRI y del PAN no están conformes con el hecho de que los dirigentes nacionales de dichos partidos decidan sobre las candidaturas

Agencia Excélsior

Aunque existe un convencimiento pleno de panistas, priistas y perredistas de que la alianza Va por México debe continuar para derrotar electoralmente a Morena, las presiones internas que registran los tres partidos que la integran han comenzado a cimbrarla, al iniciar las pláticas rumbo a los comicios del Estado de México. 

 Expresidentes nacionales y militantes estatales del PRI; exgobernadores y exdirigentes nacionales del PAN; alcaldes, liderazgos y legisladores locales del PRD han comenzado a ejercer presión a Alejandro Moreno Cárdenas, del PRI; Marko Cortés, del PAN y Jesús Zambrano, del PRD, para construir la alianza electoral en el Estado de México desde un piso diferente, porque la evaluación que ellos tienen es que sus resultados electorales no han sido tan favorables como dicen sus dirigentes nacionales. 

Enrique Vargas del Villar, panista, comenzó a recorrer el estado y ya cuenta con una estructura de apoyo para convertirse en el candidato a la gubernatura; en el PRI hay al menos cuatro posibles candidatos, pero los priistas plantean que ellos deben tener “mano” en la definición del abanderado de la alianza, porque el priismo duplica la votación que el PAN tiene en la entidad, mientras que el PRD ya dejó en claro que está listo para ir en solitario en ese proceso electoral si no hay compromiso de un gobierno de coalición. 

 Una parte de las militancias del PRI y del PAN no están conformes con el hecho que los dirigentes nacionales de esos partidos, Alejandro Moreno y Marko Cortés, respectivamente, tengan el poder absoluto de decidir candidaturas. 

Con base en el cómputo distrital de las elecciones federales del 2021 en el Estado de México, la coalición Juntos Haremos Historia tuvo el mayor número de triunfos, al quedarse con 24 de las 41 diputaciones de mayoría relativa, pero la Alianza Va por México obtuvo el mayor número de votos, al sumar dos millones 923 mil 698 sufragios frente a los dos millones 869 mil 458 que obtuvieron Morena y sus aliados del PT y PVEM. 

Las votaciones federales del año pasado, de acuerdo con el cómputo distrital, muestran que el partido número uno es Morena, con dos millones 399 mil 377 votos; es decir, superó con 620 mil 460 votos al PRI, que logró un millón 778 mil 917 votos. 

En el tercer lugar está el PAN, con 914 mil 115 votos; le sigue el Partido Verde con 338 mil 287; luego Movimiento Ciudadano, con 329 mil 794 votos; en el sexto lugar está el PRD, con 229 mil 666 votos. 

Pero hay un fenómeno electoral que se registró en 2021: dos de los tres partidos nuevos que compitieron y no pudieron conservar el registro sacaron más votos que el PT, el cual quedó en el sótano de las preferencias electorales de la coalición Juntos Haremos Historia. 

Fuerza por México, del senador morenista suplente Pedro Haces, logró 166 mil 588 votos; el Partido Encuentro Solidario obtuvo 139 mil 763 sufragios y después, en el noveno lugar de las votaciones federales de los mexiquenses se situó el Partido del Trabajo, con 131 mil 794; al final quedó el partido Redes Sociales Progresistas, con sólo 94 mil 493 votos. 

En el 2023, la pelea por el Estado de México evidencia que esos 400 mil 844 votos que obtuvieron los partidos políticos que no lograron conservar el registro son parte de la reserva electoral morenista, pues esos tres partidos se asumieron públicamente como aliados del oficialismo, aunque no pudieron hacer alianza electoral, dado que era su primera elección federal. 

 Los cómputos distritales del 2021 muestran que el único partido que puede ganar una elección en el Estado de México, por sí mismo, es Morena, por lo que los militantes del PAN, PRI y PRD saben que sólo pueden triunfar si concretan la alianza Va por el Estado de México. 

LOS CONFLICTOS DEL PRI 

Desde agosto del 2020, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, se convirtió en el gran elector en el interior del partido, porque en una sesión virtual, se aprobó un cambio al artículo 89 de los estatutos del partido, desde el 2017 hasta agosto del 2020, el estatuto priista, emanado de la XXII Asamblea Nacional Ordinaria, disponía que el presidente nacional del PRI tenía facultades para “solicitar el registro de las y los candidatos del Partido ante los organismos electorales que correspondan, en los plazos previstos por la ley y autorizar a los Comités Directivos de las entidades federativas, así como a los Comités Municipales y de demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, para hacerlo cuando proceda. 

 Pero a raíz de la reforma realizada en una reunión virtual, el 3 de agosto del 2020, los estatutos dicen que el presidente nacional del PRI tendrá la facultad de “ejercer, por sí mismo o por conducto de quien autorice mediante poder notarial, el registro de las candidatas y los candidatos del Partido a cargos de elección popular federales, estatales, municipales y de las demarcaciones territoriales, en el caso de la Ciudad de México, ante los organismos electorales que sean competentes, en los plazos y términos previstos por la ley que resulten aplicables”. 

Es decir, por primera vez en la historia, los priistas del Estado de México no tendrán libertad absoluta para decidir a sus candidatos; forzosamente tendrán que contar con el aval de Alejandro Moreno Cárdenas; si a él no le convencen los candidatos, no tendrán la firma para registrarse. 

Por eso, dos expresidentes nacionales del PRI, Claudia Ruiz Massieu y César Camacho Quiroz, también exgobernador del Estado de México, consideran que es urgente que el partido modifique los estatutos para devolverle a la militancia de los estados el derecho a decidir sus candidatos. 

“Fue un planteamiento que se hizo en la mesa para, por un lado, poder replantear el programa que el partido ofrece a la ciudadanía y a la alianza también, pero también para modificar en su momento los estatutos, que en una asamblea hace unos meses se concentraron muchas facultades en la dirigencia nacional, particularmente en quien preside el CEN y son facultades que normalmente le corresponden a los estados y a los Comités Estatales. 

 “Para revertir esta circunstancia de concentración de facultades, se habló justamente que se tendrá que realizar una Asamblea para reformar los estatutos y devolverle no sólo a los Comités Directivos estatales, sino, a la militancia, la participación en la toma de decisiones”, explica Claudia Ruiz Massieu. 

Una petición constante al dirigente nacional del PRI, explica César Camacho Quiroz, es “la reversión de una tendencia concentradora de poder. Ha habido decisiones que se han convertido en reformas estatutarias o resoluciones de la dirigencia nacional que tienden a ser una dirigencia verticalista, concentradora de poder; es una de las posiciones que más consenso generó y respecto de la cual la dirigencia, el presidente Alejandro Moreno, admitió esta especie de exceso en el ejercicio de un poder que cada día tendría que ser más horizontal”. 

Hasta el momento son cuatro las personas que buscan que Alejandro Moreno Cárdenas les dé el aval para ser candidato: Laura Barrera, Ana Lilia Herrera y Ricardo Aguilar, tres diputados federales que son parte del círculo de poder de Moreno Cárdenas en el PRI nacional. 

Además, está Alejandra del Moral, cercana al gobernador Alfredo del Mazo. Fue su secretaria de Desarrollo Social; después presidió el PRI en el estado y es diputada estatal. 

Hay oposición de priistas mexiquenses al liderazgo de Alejandro Moreno, pero el presidente estatal del PRI, Eric Sevilla Montes de Oca, ha dejado en claro que su cierre de filas es con él. 

 Un día después que Moreno Cárdenas se reunió con 11 expresidentes nacionales del PRI, incluido el mexiquense César Camacho, Sevilla Montes de Oca explicó al Consejo Político Nacional que se expresaba “para que quede claro, lo decimos presidente. No está solo. Le pedimos que no claudique, que siga ejerciendo su liderazgo. 

 Y en este momento de incertidumbre nacional siga adelante”. 

 Así, los priistas inconformes con Moreno Cárdenas tendrán que ajustarse al poder absoluto del dirigente partidista. 

CONFLICTOS PANISTAS 

Los panistas del Estado de México están convencidos que el candidato a gobernador debe emanar de sus filas, incluso el activismo innegable de su diputado estatal, Enrique Vargas del Villar, se ha colocado en clara contradicción con las posiciones generales que ha hecho el dirigente nacional del partido, Marko Cortés. 

 “Aquí hay pantalones”, expresó hace dos semanas Enrique Vargas, al llamar al PRI a ya establecer una mesa de diálogo para construir desde ahora la alianza opositora y en clara referencia a cerrar las especulaciones que establecen que es posible que el PRI impulse a una mujer. 

Vargas del Villar expresó también que si no hay acuerdo con el PRI y con el PRD, el PAN está listo para competir solo y ganar el Estado de México, porque desde su perspectiva, el albiazul tiene más intenciones de voto que el propio PRI. 

 Las pláticas por la candidatura al Estado de México comenzaron formalmente la semana pasada, con la reunión de los presidentes de los tres partidos; sin embargo, el diálogo entre diferentes liderazgos mexiquenses de los tres partidos comenzó desde mayo, ante los constantes eventos de Morena para lanzar a sus posibles candidatos. 

 Es en esos diálogos que el panismo mexiquense ha expresado su firme convicción de que sea Enrique Vargas del Villar quien encabece la alianza Va por el Estado de México y han comenzado a ejercer presión en los círculos del poder de Marko Cortés para dejar claro que no cederán la candidatura al PRI. 

 Pero además, desde hace dos semanas diversos exgobernadores y exdirigentes del PAN han exigido a Marko Cortés que dialogue con ellos para replantear la alianza, pues desde su perspectiva no ha sido lo triunfadora que se dice. 

CONFLICTOS DEL PRD 

El 25 de junio, un grupo de alcaldes, liderazgos sociales y legisladores locales del PRD, incluidos los del Estado de México, conformaron el Movimiento Independiente Progresista (MIP), para exigir diálogo con su dirigente nacional Jesús Zambrano, a fin de analizar la situación del partido, que ha perdido el registro en 19 entidades federativas por los mínimos resultados electorales. 

 La presión incluye la promoción de una dinámica de trabajo para que el partido compita sólo en el Estado de México, si los aliados del PAN y el PRI no acceden a garantizar un gobierno de coalición mexiquense donde las tres fuerzas políticas tengan espacios para la conducción del gobierno.