Continúa impunidad en caso de Sínar Corzo

CHRISTIAN GONZÁLEZ/Tuxtla Gutiérrez 

A pesar de que ya transcurrieron cuatro años desde que Sínar Corzo Esquinca fue asesinado en el municipio de Arriaga ―el primer caso de un defensor de derechos humanos muerto en la actual administración federal―, la justicia aún no llega.

Familiares, amigos y el abogado que lleva el caso se reunieron en la entrada de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de esta ciudad capital tuxtleca para exigir, por enésima vez, que todos los autores del crimen (intelectuales y materiales) reciban una sentencia justa.

Para empezar, dijo Luis Arvey Pérez Cruz, integrante del Comité Ciudadano Defensa de los Derechos Humanos “Coloso de Piedra” a la que perteneció Sínar, es necesario que las autoridades ejecuten las otras órdenes de aprehensión que aún hacen falta.

Como se ha informado, el pasado 3 de enero de 2019, por la noche, Corzo Esquinca recibió un impacto de bala de un sujeto que le disparó desde una motocicleta, cuando el defensor de derechos humanos caminaba por el centro de su natal Arriaga, donde murió de forma instantánea.

Desde un principio, la misma Fiscalía General del Estado (FGE) inició investigaciones en contra del entonces alcalde de esa localidad de la Costa de Chiapas, David “P”, de su suegro Apolinar “N” (en prisión) y de otros individuos que presuntamente estaban involucrados en el asesinato, pues Sínar tuvo diferencias con el primero durante una reunión en la misma Presidencia Municipal. Sin embargo, el exprimer edil se amparó y por ello sigue en libertad.

LE DABA VOZ A QUIENES NO LA TENÍAN

Óscar Corzo Esquinca lamentó que, de esa forma, “se quisiera apagar una voz como la de su hermano, quien solo le daba voz a quienes no la tenían, a los más pobres, a los más desprotegidos”.

Lo único que se exige ahora, dijo, es que se agilice el proceso, pues éste se estancó con el argumento de que estaba la pandemia por el covid-19. “Pero confiamos en que se dará ese juicio, porque solo hemos visto amparos y más amparos, y ese tipo de argucias legales que impiden que se agilice”.

Para él, agregó, el que se buscara callar a Sínar va más allá de un asesinato, pues ―mencionó― se intenta “apagar” a todos aquellos que, de alguna manera, denuncian irregularidades o actos de corrupción o que simplemente luchan por sus derechos.

Luego de que los presentes leyeran un pronunciamiento, Lulú Corzo, prima de Sínar, recordó que las mismas autoridades señalaron al expresidente municipal David Parada y a otros personajes como los presuntos responsables del crimen.

Incluso, lamentó que la misma CEDH de Chiapas desestimara que se cumplieran con las medidas cautelares para proteger a su primo, quien días antes de su muerte dio a conocer que recibió amenazas.

ERA Y VELASCO, ¿UNA “PIEDRA EN EL ZAPATO”?

De nueva cuenta, Luis Arvey Pérez sostuvo que Eduardo Ramírez Aguilar, una vez que asumió la presidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República, el caso de su amigo y compañero no prosperó más.

De hecho, rememoró que el asesinato de Corzo fue “un crimen de Estado, pues en ese momento estaban en el poder, además de ERA, Manuel Velasco Coello, y el presidente municipal de Arriaga”.

Lo peor de todo, aseveró, es que aunque hay cuatro detenidos, “son presuntos culpables, y la tarea de demostrar que ellos fueron los responsables es de la Fiscalía General del Estado, la misma que señaló a Parada y a otras personas, no lo dijeron los familiares, no lo dijo ‘El Coloso de Piedra’”.

Adelantó que, como ya son cuatro años de esperar justicia, recurrirán al amparo federal, para ver si de esa forma pueden ser atendidos por los funcionarios públicos.

Abel Ramos, abogado de la familia Corzo Esquinca, recordó que, sobre el caso, existe formal acusación por parte de la FGE, sin embargo, comentó que están en espera de la resolución del juicio de amparo promovido por la parte imputada, y con ello el proceso continúe hasta llegar al juicio de debate o de audiencia de juicio oral.

“La autoridad federal es la que más se ha tardado en resolver los juicios de garantía, es decir los de amparo”.