Colonos de Las Brisas demandan servicios básicos y seguridad

CHRISTIAN GONZÁLEZ/Tuxtla Gutiérrez 

Falta de servicios de agua potable, alcantarillado y de energía eléctrica, además de nula presencia policiaca, son algunos de los problemas que, desde hace 25 años, padecen las cerca de 300 familias que habitan la colonia Las Brisas, ubicada al norte oriente de la capital chiapaneca.

Sin embargo, madres de familia advirtieron que hay otras situaciones que las mantienen preocupadas, como el hecho de que los dueños de otros mil 600 predios abandonados no aparezcan y ellos se tuvieran que encargar de limpiar esos espacios para vivir mejor.

Una de las vecinas, quien solo se identificó con el apellido Sánchez y quien vive allí desde hace 16 años, manifestó que han acudido antes las autoridades o instancias competentes y no les dan la solución que ellos esperan, por eso, añadió, sienten que los dejaron en el olvido.

“Han aumentado los asaltos, los robos a casa habitación; la semana pasada, se registró el robo en una vivienda, los sujetos entraron armados, y estaban dos niños… eso fue lo que ya nos provocó más preocupación”, refirió la entrevistada.

En un recorrido ofrecido a medios de comunicación, los colonos mostraron las condiciones en las que viven, es decir no hay calles pavimentadas y, si algunas están “decentes”, añaden, es porque ellos mismos se encargan de arreglarlas como pueden.

Hasta hace unos meses, dijo, empezó a ingresar una ruta de transporte colectivo, aunque ésta ofrece el servicio de pasaje de forma muy lenta.

Por su parte, María Alicia Guillén Hernández, otra de las denunciantes, mencionó que vivir en Las Brisas es cada vez más incierto y peligroso. “Las autoridades, en su momento, nos ofrecieron vivir mejor, otorgarnos los servicios básicos, seguridad jurídica para estar aquí”.

Tras coincidir en que la inseguridad se mantiene durante las 24 horas del día, rememoró que la lucha se remonta hasta el año de 1996, cuando tenían el respaldo de una organización social, “pero después hubo presiones y desalojos, y se fue todo para abajo”.

Otro vecino lamentó que, hace unas semanas, uno de los propietarios de un lote abandonado se apareciera y les parara la edificación de una capilla, “quería que le diéramos 250 mil pesos, ¿de dónde vamos a sacar ese dinero?”.

De lo que están convencidos todos, dijeron las entrevistadas, es que las familias merecen un trato digno y justo, pues no se niegan a pagar por servicios básicos o los lotes que son ocupados, sino solo requieren de un espacio digno para habitar.