Desinformación es como el covid-19, un virus que crece y no para: El Editor de la Semana

CHRISTIAN GONZÁLEZ/Tuxtla Gutiérrez 

La desinformación no solo en México sino a nivel mundial es, como la pandemia por el covid-19, un virus que desde hace dos años se agudizó, “no tenemos vacuna, no hay manera de evitarla”, manifestó Luis Roberto Castrillón, periodista originario de Yucatán.

Previo al arranque de un taller que impartió a estudiantes de la licenciatura en Comunicación de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) externó que, desde la antigüedad, cuando se hacían figuras rupestres, “alguien ahí alteró la historia, dio su versión a conveniencia… todo puede ser”.

Como no hay una manera de cortar de tajo la desinformación y siempre habrá gente que verá en ella una fuente de ingresos, refirió que lo que sí puede haber es un tratamiento, es decir una serie de herramientas que nos digan cómo leer y cómo filtrar esa información.

Entre otras cuestiones, subrayó la urgencia de aprender herramientas elementales para al menos detectar con más facilidad información falsa o alterada y, de esa manera, no compartirla.

De hecho, puntualizó la necesidad de aprender a leer los medios periodísticos, es decir a diferenciar qué es un género periodístico, desde una nota informativa hasta un reportaje, e incluso de dónde se obtiene la información.

Según él, añadió, no hay medios de comunicación malos ni buenos, sino existen aquéllos que investigan más y aportan más evidencias y datos, “por ello la importancia de buscar fuentes de información sanas para tu entendimiento”.

De ahí, dijo quien se dedica al periodismo desde hace 28 años, se puede discernir entre información falsa, engañosa, fuera de contexto o sátira periodística, “esta última como una forma no de querer engañar al lector, sino de hacer una sátira o una crítica social a través de ésta”.

Por ello, Luis Castrillón insistió en que es momento de presionar a los medios tradicionales y a los nativos digitales a que hagan verificación, “porque entiendo que a veces, por la misma dinámica diaria, puede pasar, pero tenemos que hacer el intento porque hay una audiencia que tenemos que respetar”.

Esto es necesario, agregó, porque en la actualidad además se vive un proceso de infodemia, es decir un exceso de información, y dentro del mismo muchas noticias apócrifas.

El también conocido como “El Editor de la Semana” estuvo la semana pasada en esta ciudad tuxtleca, como parte de la IX Feria Internacional del Libro, para hablar sobre discurso de odio y desinformación, y cómo mejorar “la dieta informativa”.

“Porque la desinformación es un alimento del discurso de odio… mientras distorsionas información sobre hechos reales, puedes afectar la reputación o deshumanizar o atacar a ciertos grupos de personas que siempre tienen menos privilegios, y contra quienes, por lo general, van dirigidos esos discursos de odio”, argumentó.