Presentar al aborto como un adelanto es una perversión: Felipe Arizmendi

Santiago López

San Cristóbal de Las Casas

“Sin dejar de calificar el aborto, libremente elegido y decidido, como verdadero asesinato de un ser humano inocente e indefenso, invitamos a los jóvenes a no adelantar lo que es propio del matrimonio, a controlar sus impulsos eróticos con una educación moral que les hará libres, a no dejarse aprisionar por tanta pornografía que les invade. Y a las mujeres que han abortado, les invitamos a acercarse al perdón misericordioso de Dios, para que su conciencia quede libre”.

 

Así lo manifestó Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de la Diócesis de San Cristóbal quien indicó que se han cumplido diez años desde que en la Ciudad de México, se liberó totalmente la práctica del aborto, destinando fondos públicos de los impuestos ciudadanos para apoyar en todo a las mujeres que decidan abortar.

Recordó que después de esto, fueron obligando a médicos y enfermeras a darles todas las facilidades en instituciones oficiales de salud, sin pena de perder su trabajo, contabilizando 176 mil en este período, más los que se hacen fuera de control oficial.

Lamentó que legisladores y autoridades de esa gran ciudad presumen estos datos, como si fuera una conquista de progreso y civilización, cuando que es una verdadera “masacre de niños indefensos e inocentes. Con el alegato de proteger a las mujeres y que no mueran más por embarazos no planeados ni deseados, consideran que es un derecho de la liberación femenina el matar al ser humano que llevan en su seno”.

“Nos importa mucho la salud y el bienestar de las mujeres, pero no a costa de convertirse en asesinas de sus propios hijos. Presentar esto como un adelanto, es una perversión. Calificar como un derecho femenino el asesinato del hijo, aunque sea apenas embrionario y tan pequeñito que aún no se pueda defender, es una total distorsión de la moral pública. En esta falta de respeto a la vida ajena, empieza la degradación de la conciencia asesina de bandas y grupos delictivos, que se ensañan destruyendo a sus contrarios”, abundó Arizmendi Esquivel.

El obispo de la Diócesis de San Cristóbal aseguró en su mensaje de media semana, que los obispos y sacerdotes tienen oportunidad de escuchar a quienes han abortado, por lo que son conscientes del dolor tan profundo que llevan en su corazón, como una carga de la que no pueden liberarse.

“Pensaron quedar libres al deshacerse de una criatura y se encadenaron con un reproche y un arrepentimiento que no les deja en paz, aunque no falte quien intente legitimar lo que hicieron. Saben, en lo más profundo de su conciencia, que asesinaron a un verdadero ser humano. Sólo una buena confesión les devuelve la paz y el perdón que tanto anhelan”, concluyó.

“Nos importa mucho la salud y el bienestar de las mujeres, pero no a costa de convertirse en asesinas de sus propios hijos. Presentar esto como un adelanto, es una perversión”

Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo de la Diócesis de SCLC