Propone Ecosur proyecto de captación de agua de lluvia

Se busca incrementar la cantidad y calidad de agua que utilizan los sancristobalenses

Santiago López

San Cristóbal de las Casas

Con la finalidad de incrementar la cantidad y la calidad del agua que utilizan los sancristobalenses para la realización de sus labores cotidianas, debido al desabasto que se vive en algunas zonas de la ciudad y comunidades indígenas, existe un proyecto de captación de agua de lluvia, el cual se encuentra en proceso de ser entregado a las autoridades municipales.

 

Al respecto el responsable de los laboratorios institucionales del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Jesús Carmona de la Torre, explicó que al hablar de escasez, no significa que no haya agua en San Cristóbal de las Casas, sino que no hay infraestructura, planes y proyectos para incrementar el abasto del agua potable o entubada.

Por lo tanto, la escasez del vital líquido, es una problemática que crece en esta ciudad y obliga a buscar otras alternativas y a gestionar proyectos conjuntamente con el ayuntamiento, para abastecer satisfactoriamente el agua, incrementar la cantidad y la calidad del agua que es otro problema que se sufre, porque está contaminada con microorganismos fecales que ocasionan un problema de salud pública intenso en San Cristóbal de las Casas.

Ante esta necesidad, aseguró que Ecosur está planteando algunas propuestas integrales para el manejo del agua.

“Específicamente se quiere incrementar la sensibilidad de la población para su uso y cuidado, queremos compartir con la comisión de Ecología la propuesta de que se puedan construir sistemas de captación de agua de lluvia que podría ser más económico que la perforación de pozos profundos para abastecer a la población”, destacó.

En entrevista, mencionó que hay muchos sitios urbanos que podrían utilizarse para montar la infraestructura necesaria para captar el agua de lluvia, como la plaza San Cristóbal, lo que permitiría captar miles de litros para inyectar agua de buena calidad en el manantial de La Kisst, que es el principal abastecedor de la zona urbana de la ciudad y una parte de la zona rural de la zona sur.

Asimismo, dijo que esperan duplicar esta propuesta en pequeñas comunidades donde se trate de diseñar un sistema integral del agua, el cual incluya el abasto que puede ser de lluvia, manantial, pozo, arroyo y la fuente que ellos tengan.

Además aseguró que se va a potabilizar el agua e instalar un sistema para el saneamiento de estas aguas después de ser usadas en las comunidades, para dejar un agua limpia o intentar su reutilización.

El responsable de los laboratorios de esta institución aclaró que este proyecto iría acompañado de otras acciones, como la restauración de bosques, el manejo de residuos sólidos y residuos peligrosos, pues “desde Ecosurse buscan proyectos integrales que puedan tener un impacto real”, sostuvo.

Carmona de la Torre explicó que la propuesta de utilizar sistemas cerrados obedece a que las ollas de agua quedan expuestas al ambiente y se contaminan.

“Si ponemos estos sistemas cerrados podemos mejorar la calidad del agua que esté a disposición de la gente, sobre todo porque son muy pocos los meses que no llueve en la zona de los Altos y en San Cristóbal, hacer el estudio correcto para que no haya desabasto en los meses en que no llueve, y cuando llueva, estos sistemas se estarían recargando”, acotó.

Dijo que otro de los puntos importantes consiste en la capacitación que se les brinde a las personas en cuanto a esta tecnología, para que el proyecto sea exitoso, porque “la falta de capacitación al usuario es la causa de que no sean efectivos los procesos”, puntualizó.

Señaló que en teoría, un metro cuadrado podría captar al año hasta un metro cúbico de agua, incluso mucho más, “por eso la plaza San Cristóbal en un buen lugar por la gran cantidad de agua de lluvia que podría aprovecharse potencialmente”, reiteró.

Afirmó que para llevar a cabo el proyecto de reciclaje o captación de agua de lluvia, se utilizarían techos, estacionamientos al aire libre, calles, “menos los ríos, porque tienen un serio problema de contaminación, se necesitaría una planta gigantesca, es más viable con otra fuente de abasto que querer limpiar el agua de los ríos”, agregó.

Sin embargo, aseguró que sería un agua muy limpia, porque es mucho más fácil quitar partículas de polvo al agua que pasó por un techo, tejado o lámina que al agua que ya pasó a la tierra y tuvo contacto con contaminantes.

Jesús Carmona de la Torre dijo que la demanda de agua debe calcularse en función con el uso que tiene el líquido, porque “no es la misma cantidad de agua que utiliza una familia que lava su ropa en lavadora a una que lava a mano o tiene un menor número de integrantes”; además de que varía en función de hábitos, usos, costumbres y los aparatos que tengan y que utilicen agua, como las peceras, mangueras para regar el jardín.

“Tenemos un avance con el proyecto para la zona urbana, y para las comunidades rurales planteamos un diagnóstico para identificar aquellas donde la escasez de agua es grave, de ahí diseñaremos los sistemas, pero la entrega del proyecto al ayuntamiento ya está en proceso”, sostuvo.

Finalmente, destacó que una de las ventajas del proyecto es que estos sistemas de captación de agua de lluvia son fácilmente operables, no requieren de alguna especialización profesional para su funcionamiento, la tecnología se adapta fácilmente con un poco de capacitación a las familias; “la inversión podría ser fuerte en un principio pero a la larga es más sustentable y conveniente que una planta centralizada, que requeriría un monto de operación mucho más elevado, y que tendría que ser a costa de los usuarios”, concluyó.

“Si ponemos estos sistemas cerrados podemos mejorar la calidad del agua que esté a disposición de la gente, sobre todo porque son muy pocos los meses que no llueve en la zona de los Altos y en San Cristóbal, hacer el estudio correcto para que no haya desabasto en los meses en que no llueve, y cuando llueva, estos sistemas se estarían recargando”.

Jesús Carmona de la Torre

Responsable de laboratorios de Ecosur