Proceso educativo se vio interrumpido por pandemia

Las pérdidas de clases no sólo le han quitado a los alumnos la socialización con sus compañeros, lo más importante es que viven un rezago educativo. 

Maestros de escuela públicas han sabido aprovechar para no asumir compromiso

Violeta Cancino

Tapachula 

A unos meses de concluir el ciclo escolar, escuelas públicas del nivel básico han mantenido la posición de que grupos híbridos por la pandemia por Covid-19, sin embargo, esta situación ha impactado en el proceso de aprendizaje de los alumnos.

Los jóvenes han aprendido poco, han sido saturados de tareas para avanzar en las unidades, las cuales buscan cumplir por una calificación, sin completar un proceso de retroalimentación que se da dentro de las aulas.

También está el otro extremo: maestros que no se han comprometido con preparar las clases en línea o presencial y que estar resguardados en un sindicato les ha permitido incluso dejar sin tareas al grupo por todo un ciclo escolar, sin dejar de percibir, por supuesto, el sueldo íntegro.

Una alumna de la escuela Teodomiro Palacios relató que en el ciclo pasado, cuando inició la pandemia, una maestra de matemáticas nunca les dejó tareas. Contaba con un permiso por salud que le permitió resguardarse todo el ciclo escolar pasado. Al llegar a las calificaciones finales –sin contar con tarea alguna- la profesora optó por recorrer calificaciones de un año anterior.

Las pérdidas de clases no sólo le han quitado a los alumnos la socialización con sus compañeros, lo más importante es que viven un rezago educativo. Ahora que han iniciado las clases híbridas, los jóvenes ven en tres horas hasta 8 materias, porque el argumento es que es necesario desplazar a los alumnos a la brevedad de los salones para evitar contagios.

Recientemente con la marcha del pasado mes de marzo, alumnos de escuelas primarias suspendieron clases porque sus maestros tenían que ir a marchar a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez para continuar gozando de beneficios laborales.

Lamentablemente no hay quien dentro de las aulas pelee porque esta generación avance luego de dos ciclos escolares atípicos por la pandemia, donde se aprecia en alumnos falta de comprensión lectora porque ya fue posible concluir el proceso.

Alumnos que empezaron el primer año de primaria con un proceso de lecto-escritura interrumpido y que hoy en tercer año, con clases a distancia, viven los estragos en su formación académica.

 

Los jóvenes han aprendido poco, han sido saturados de tareas para avanzar en las unidades, las cuales buscan cumplir por una calificación.