Mejor trato humanitario para migrantes: Iglesia

AGENCIA

Tapachula 

Al poner en marcha el albergue jesuita para refugiados, la dimensión pastoral de movilidad humana de la Diócesis de Tapachula exigió a las autoridades mexicanas tratos humanitarios para los migrantes y solicitantes de asilo en la frontera sur, quienes pese a su estatus migratorio merecen la mínima protección de sus derechos.

 

El responsable de la dimensión pastoral de movilidad humana de la Diócesis de Tapachula, Cesar Cañaveral señaló que la situación de los refugiados en la frontera sur es preocupante y alarmante, ya que existe una crisis humanitaria por la llegada de un buen número de familias que salieron por la violencia que se vive en sus países.

Dijo que los migrantes y solicitantes de refugio llegan a la frontera sur, zona olvidada, pero militarizada en búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias, ya que muchos presenciaron la muerte de un ser querido y buscan en México proteger sus vidas de las pandillas o grupos de delincuencia.

Señaló que en la frontera sur es más fácil el ingreso de mercancía ilegal y droga, que de personas que buscan la protección de sus vidas, por ello es necesario que las autoridades implementen mecanismos más humanitarios para acoger a este grupo vulnerable.

Detalló que los refugiados en la frontera sur invisibles para las autoridades, prueba de ellos es la poca y precaria atención y protección que reciben, sin embargo la problemática va en aumento, ya que el número de solicitantes es cada vez más alta, sin embargo no ha sido considerada en la agenda del gobierno y por ende no existe un orden en las migraciones.

Enfatizó que la crisis ha superado al estado mexicano y por lo tanto se necesita responder desde los tres niveles de gobierno y brindar por lo menos una asistencia humanitaria, pero se está muy distante de implementar soluciones duraderas a los problemas de refugio.

El responsable de la dimensión pastoral de movilidad humana subrayó que para la iglesia el asilo es un acto humanitario que no puede ser considerado inamistoso por un gobierno ni estado, por ello es necesario que México tenga como principio el respeto de no devolución ni el cierre de sus fronteras.

“Al no considerar a los migrantes en un contexto de mecanismo humanitario, en la frontera sur se generan violaciones masivas a los derechos humanos, por ello es necesario que las autoridades contribuyan a destacar una legislación nacional para brindar un trato digno a los solicitantes de refugio” acotó.