Gasto centrado en programas insignia es poco productivo: CEESP

Agencia Excélsior

La principal característica del gasto público es que concluyó el ejercicio 2021 privilegiando los rubros en donde se concentran los principales programas y proyectos insignia del gobierno federal, lo cual es una estrategia política favorable en el corto plazo, pero poco productiva, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Carlos Hurtado López.

En un análisis del organismo, se detalló que el mayor aumento del gasto programable se concentró en el incremento de 20.4% en las erogaciones de los ramos administrativos, con énfasis en los principales programas objetivo del presidente.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, el gasto de la Secretaría de Energía tuvo un crecimiento anual de 485% por las mayores aportaciones patrimoniales del gobierno federal a Petróleos Mexicanos (Pemex) para fortalecer su situación financiera y amortizar el pago de su deuda.

El gasto de la Secretaría de Turismo se elevó 153% respecto a 2020, como resultado del creciente presupuesto que se destina a las obras del Tren Maya. La Secretaría de la Defensa Nacional erogó 10.3% más recursos que en el año previo, que incluye la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía.

En tanto, las erogaciones en bienestar social se situaron en segundo plano, donde el gasto de la Secretaría de Salud aumentó solo 6.4 por ciento. “Un incremento magro en función de los problemas en el sector como la escasez de medicamentos que aqueja severamente a la población y la atención deficiente de la crisis sanitaria”, dijo el CEESP.

Señaló que el gasto de la Secretaría de Educación se elevó 1.4 por ciento, a pesar de la evidente necesidad de detener el deterioro educativo después del prolongado cierre de las escuelas. Mientras tanto, el de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana se contrajo 16.2 por ciento.

PREOCUPACIONES

“Al considerar la creciente necesidad de recursos para financiar el gasto público en el más largo plazo, la preocupación es mayor, pues se ha requerido casi un billón de pesos para compensar la diferencia entre ingresos y gastos para evitar el desbordamiento del déficit público. Ello hace evidente que hay que hacer algo para sanear las finanzas del Estado. Hay que fortalecer las fuentes de recursos y elevar la eficiencia del gasto”, consideró el organismo de análisis privado.

Sostuvo que la evolución del gasto público muestra señales de un incremento preocupante con una composición poco productiva. Como porcentaje del PIB en 2021 representó 25.7% que es, junto con el dato del 2020, el porcentaje más elevado desde 2017 y similar a los niveles más altos del gobierno pasado.

Mientras que el gasto en pensiones en 2021 representó 4.0% del PIB, su segundo nivel históricamente más alto después del 2020 cuando representó 4.1 por ciento, año en el que naturalmente el producto experimentó una contracción anómala.

Para el CEESP, las transferencias de gobierno no condicionadas, como las pensiones, no contienen incentivos para romper el pernicioso círculo de replicación de la pobreza y generar movilidad social, y “los proyectos insignia no tienen prueba de su rentabilidad social, como lo requiere la ley de presupuesto”.