El desliz que reveló que Banco de Inglaterra estudia los riesgos de salir de la Unión Europea

(BBC)

 

Esto no debería saberlo ni quien escribe esta nota ni quien vaya a leerla, pero el Banco de Inglaterra ha estado calculando los riesgos financieros que enfrentaría Reino Unido en caso de abandonar la Unión Europea.

 

Se trata de un proyecto confidencial. Pero el mismo fue develado en un correo electrónico enviado por error a un periodista que procedió a publicarlo.

Fue un editor del diario The Guardian quien recibió el inadvertido regalo, hecho por un alto funcionario del Banco de Inglaterra quien luego no tuvo más remedio que confirmarlo.

Según el periódico, el correo señala que un pequeño grupo de altos funcionarios del banco recibió el encargo de estudiar los efectos económicos de una hipotética salida británica del bloque europeo.

 

La noticia hace pensar en el referéndum sobre la salida de la UE prometido por Cameron.

El correo también indica que, ante cualquier pregunta por el proyecto, los encargados deben responder que trabajan en "un amplio espectro de asuntos económicos europeos".

Además, ninguno debía hacer referencia al referéndum sobre la permanencia en la UE prometido durante la campaña electoral por el primer ministro, David Cameron.

Un portavoz del ente emisor calificó el envío de un error "desafortunado".

El diputado opositor Chris Leslie, encargado de Economía del Partido Laborista, pidió un "debate completo e informado, no procesos clandestinos a espaldas de la opinión pública".

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Análisis

Joe Lynam, BBC Economía

Imaginen la indignación si, al día siguiente de que Reino Unido hubiera votado a favor de abandonar la Unión Europea, el Banco de Inglaterra emitiera un comunicado anunciando: "Empezamos a estudiar desde hoy cómo la salida puede afectar a los mercados y empresas británicos".

Seguramente nos preguntaríamos por qué les pagamos a un grupo de gente para reaccionar en lugar de anticiparse a semejantes escenarios.

 

El correo lo envió la oficina de Jon Cunliffe, uno de los vicepresidentes de la entidad.

Pero además, ya para entonces, un esfuerzo en ese sentido muy probablemente llegaría demasiado tarde.

Efectivamente, es posible que durante la noche se hubieran producido ventas enormes de libras esterlinas y se desplomaran los títulos de la deuda pública, aumentando el costo con el que puede prestar el Estado.

Y a la mañana siguiente, luego de los primeros minutos de operación de la bolsa, las mayores compañías podrían ya haber perdido billones de libras de su valor de mercado.

Aunque, por supuesto, también es posible que no pase nada de eso, si es que los mercados más bien estaban esperando la salida de la Unión Europea con ansias.

Pero no lo sabemos. Y la única forma que tenía el Banco de Inglaterra para averiguarlo era haciendo su trabajo preparatorio de forma discreta y lejos del foco público.

Una posibilidad que ahora está descartada.

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El correo electrónico enviado a cuatro altos ejecutivos por la secretaria de Jon Cunliffe, vicepresidente para Estabilidad Financiera del Banco de Inglaterra, fue escrito el 21 de mayo.

James Talbot, responsable de la división Evaluación Monetaria y Estratégica, también formaba parte del proyecto, según el diario.

En el correo, aparece su nombre en una cita: "La propuesta de Jon, que me ha pedido que se las destacara, es que no se envíen correos al equipo de James ni al resto del Banco sobre el proyecto".

 

Y continúa: "James puede decirle a su equipo que está trabajando en un proyecto de corto plazo sobre economía europea en (la división de) Internacional y que le tomará un par de meses".

"Esto será presentado como un trabajo en profundidad sobre un amplio espectro de asuntos europeos. Idealmente no dirá nada más".

El informe sigue diciendo que si alguien pregunta si el proyecto tiene relación con el referéndum la respuesta debe ser que están pasando muchas cosas en Europa en estos meses y que se señalen casos específicos como el de Grecia.

No es sensato

Un comunicado del banco señala que la información sobre su proyecto inicialmente confidencial se hizo pública por "un correo electrónico interno que fue enviado de manera inadvertida a un tercero".

"Hay una amplia cantidad de asuntos económicos y financieros que evaluar en el contexto de la renegociación y el referéndum. Es responsabilidad del Banco de Inglaterra evaluar los que tienen que ver con sus objetivos", agrega.

 

El gobernador del Banco de Inglaterra tiene la transparencia como una de las marcas de la casa.

"No es sensato hablar sobre este trabajo en público, de antemano. Pero como el trabajo que ya se hizo antes del referéndum (sobre la independencia) de Escocia, revelaremos los detalles en el momento adecuado".

La entidad agrega que aunque se trata de un incidente "desafortunado" que se haya hecho público, continuará con su estrategia.

Referéndum

Mark Taylor, antiguo economista del Fondo Monetario Internacional e investigador del Banco de Inglaterra, dijo que el secretismo buscaba evitar que la entidad se viera implicada en el debate público sobre el referéndum.

Taylor señala que el Banco de Inglaterra trataba además de no interferir en las posiciones del primer ministro Cameron, mientras renegocia las condiciones de la membresía de su país en la UE.

Es más, si Reino Unido dejara la Unión Europea, habría que negociar una serie de acuerdos bilaterales que harían que el banco quisiera "mantener sus cartas ocultas", dice Taylor.

Y aunque el investigador reconoce el contratiempo de que se hiciera pública la información, considera que tampoco les ha hecho "verdadero daño".

El exministro conservador Owen Paterson, prominente euroescéptico, dijo que la proyección del banco debería incluir permanecer en el Comunidad Económica Europea sin estar dentro de la UE.

 

Cameron estuvo en la cumbre europea de Riga.

"Si el Banco de Inglaterra ve a esas muy optimistas opciones, eso valdrá la pena, espero que hagan esas investigaciones públicas", afirma Paterson.

"No se trata de o permaneces en la UE o caes en la oscuridad: hay más alternativas", agrega.

El viernes, Cameron se vio con sus colegas europeos por primera vez desde su victoria en las elecciones.

El primer ministro admitió que no fue recibido con todo el amor del mundo, pues llegó para iniciar las negociaciones diplomáticas destinadas a cambiar los términos de la relación de su país con sus socios europeos.

En la cumbre en Riga, reconoció que un acuerdo requerirá "paciencia y tenacidad".

Rechazó descartar por completo que vaya a hacer campaña a favor de que su país deje el bloque si fracasa la negociación.