HOSPITAL DEL ALMA 280519

 

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

No puedo creer que Tuxtla Gutiérrez siga siendo una ciudad más atrasada que las que existen al sur de África. Incluso, a veces veo más feos a los tuxtlecos que a los mismos negros de la República Togolesa, en serio.

 

Carmen

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Carmen:

No seas exagerada, Tuxtla está igual de atrasada que todas las ciudades de Centroamérica, toda deforestada, con las vialidades intransitables, con pésimos servicios urbanos, y bastante fea. En lo que no te doy la razón es en que los tuxtlecos sean más feos que los africanos, más bien están igual de feos porque ambos son hijos de Dios. 

Duque de Santo Ton:

Tuve un accidente de tránsito y me pegué muy fuerte en la cabeza. Me curaron, me revisaron y al parecer todo estaba bien, pero desde entonces me entraron ganas irrefrenables de hacer el amor con quien sea y a la hora que sea, Cuando no tengo sexo, me masturbo, no puedo dejar de pensar en acostarme con alguien ¿cómo se llama esa enfermedad?

Lorena

Cintalapa

Querida Lorena: 

Putería. 

Duque de Santo Ton:

A mi hermana le gusta mucho cómo escribes, pero yo le digo que tus lecturas no sin apropiadas para señoritas decentes ¿Crees que tengo razón?

Humberto

San Cristóbal 

Querido Humberto:

Lo que no creo es que tu hermana sea ni señorita, ni decente.  

Duque de Santo Ton:

No me lo vas a creer, pero en mi familia, tanto en la materna como en la paterna, nadie se divorcia. En serio, no tengo padres, abuelos, tíos, primos o hermanos divorciados, simple y sencillamente esa situación es inconcebible. Tal vez se deba a que todos tratamos de relacionarnos con gente que ha sido educada de manera similar a nosotros y que se nos inculca la religión católica desde la niñez. La verdad no sé.

Rosario

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Rosario:

A veces eludir situaciones como el divorcio, se debe a una inveterada costumbre de salvaguardar las apariencias, pero puedo asegurarte que muchos de tus parientes estarían mejor solos que mal acompañados. Qué bueno que no me dijiste que entre los tuyos tampoco hay mujeres casquivanas u hombres gay, porque la vida social es como la casa del jabonero: “el que no cae, resbala”. 

Querido Duque:

A uno de mis tíos le dieron un súper puesto en el gobierno federal, y mi mejor amiga me pidió que le hablara para que recibiera a su papá porque le quería pedir chamba, y la secretaria siempre lo bateaba. Me armé de valor y le hablé a mi tío, pero él me respondió que jamás recibiría a ese tipo, que mucho menos le daría trabajo y que dejara de estar chingando. Le llamé a mi amiga le conté lo que me había dicho mi tío, con las mismas palabras, y resulta que ella, sus papás y toda su familia se ofendieron conmigo, y ya ninguno me habla, bueno, hasta el saludo me retiraron en misa. Yo estoy confundida porque cumplí con el favor pero no puedo hacerme responsable de las decisiones de mi tío ¿no te parece?

Lluvia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lluvia:

La política a veces tiene tintes bíblicos, y esa gente te aplicó aquello de “pagarán justos por pecadores”. En realidad la gente que reacciona así te hace un favor retirándote su amistad. Espero que hayas aprendido la lección y no andes dando la cara por quien no lo merece. 

Duque de Santo Ton:

Mi hija es una niña hermosa, la más bonita de su salón, una verdadera chulada. Sin embargo, la muy imbécil insiste en llevarse con lo peorcito de su escuela, cuya colegiatura, al mes, me cuesta más cara de lo que seguramente tú ganas en El Heraldo de Chiapas todo el año. Además, yo soy muchacha de servicio en una casa de San Patricio ¿Cómo le hago para hacerla entender qué es lo que le conviene?

Eva

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Eva:

¿Cómo quieres que tu hija se comporte como una señorita si tú eres una auténtica criada? 

Querido Duque:

Me han dicho que casi no sales y que difícilmente aceptas una invitación. Yo quería que fuéramos al antro de Terán, dicen que se pone rete bueno.

Miriam

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Miriam:

Tienes razón, casi no salgo y jamás acepto invitaciones de desconocidos. 

Duque de Santo Ton:

Mi sirvienta es muy mona pero le encanta el “robo hormiga”. Se lleva un poco de todo: desde comida hasta platos de la vajilla que era de mi abuelita. No sé qué hacer porque por más que busco no encuentro ninguna recomendada.

Celia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Celia:

Si encontrar sirvienta en estos tiempos es un milagro, encontrarla honrada y recomendada es un sueño imposible. Mejor pon el clásico letrero de “Solicito sirvienta” en la puerta de tu casa y ruégale a Dios que te mande algo bueno. 

Querido Duque:

Sin darme cuenta me hice novia de uno de los herederos más ricos de Chiapas, y lo que yo pensaba que sólo era un juego culminó con que él ya me pidió en matrimonio. Su familia no está muy contenta porque aunque soy de buen apellido, no tengo dinero que me respalde: mi papá es un jubilado del gobierno, que recibe una miseria quincenal y mi madre es ama de casa, pero no tienen fortuna, aunque conocen a mucha gente conocida. Yo acepté la propuesta de matrimonio porque creo que es la única oportunidad que me va a ofrecer la vida para huir de la miseria, pero jamás he tenido relaciones sexuales con mi novio, al que siempre le he dicho que soy virgen, aunque, la verdad, dejé de serlo desde que estudiaba la secundaria. Ya estoy en las despedidas de soltera y no le he confesado nada a mi novio, pero yo creo que si vamos a empezar una nueva vida en común debemos hacerlo sin mentiras ¿no crees?

Güera

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Güera:

Ni se te vaya a ocurrir abrir la boca antes de tiempo, porque se te cae el negocio. Tú cásate y si quieres confesar algo, hazlo hasta que tengas un anillo de brillantes en el dedo y una residencia con alberca a tu nombre. Trata de que la fiesta y toda la parafernalia de la boda sean muy llamativas para que cuando tu esposo, ya siéndolo, se entere de la verdad, se vea forzado a perdonarte y no darle importancia al asunto, para no quedar en ridículo ante los ojos de los demás. Así que ya sabes: de la cintura para abajo nada, hasta que te hayan casado un juez y un padre.