VOCES EN PELIGRO

Por Isabella Matías Heredia 

Cada que leemos un artículo, un libro o nos informamos por cualquier medio estamos ejerciendo nuestra libertad al saber, estar informados y expresar nuestros pensamientos y opiniones sin temor a ser perseguido.

La libertad de plasmar nuestros pensamientos en papel es un derecho que algunos han querido suprimir, aunque pareciera impensable publicar una nota que no favorece a ciertos personajes puede costar la vida misma.

El derecho a la libertad de expresión ocupa uno de los primeros artículos en la Constitución Política mexicana, es considerado básico para el goce de una libertad total y para la protección de la democracia. El sexenio de Vicente Fox fue un parteaguas respecto al ejercicio del periodismo y expresión, ya que bajo su mandato se permitió que los medios de comunicación tuvieran un poco más de libertad y se revocó la censura de ciertos temas.

Sin embargo, el ejercicio de la libertad de expresión ha sido violentado constantemente, actualmente México es considerado uno de los países donde compartir noticias es puede ser letal, según la revista Forbes, México es la 5ta nación más peligrosa para ser periodista, consagrándose como el país sin conflicto armado más peligroso para ejercer el periodismo así también como el país latinoamericano más peligroso para dicha profesión, tan sólo en el sexenio de Enrique Peña Nieto fueron asesinados 47 periodistas.

El periodismo mexicano está en constante riesgo debido a ataques a raíz de publicaciones que no favorecen a individuos, empresas e inclusive al gobierno. Recientemente se emitió una orden de aprehensión en contra del exjefe de la policía estatal de Puebla, Hugo Adolfo Karam Beltrán, exdirector de Movimientos Judiciales, Juan Sánchez Moreno, exgobernador poblano, Mario Marín y el empresario, Kamel Nacif, por su presunta participación en la tortura de la periodista mexicana Lydia Cacho por exponer una red de trata de personas en un libro llamado Los demonios del Edén publicado hace más de 13 años. La periodista fue detenida en Cancún y trasladada a Puebla en donde fue torturada a manos de agentes gubernamentales.

La violencia en contra de los periodistas también se presenta en forma de censura, controlar y suprimir alguna publicación e inclusive retirarle la participación en un medio de comunicación a algún periodista, como fue en el caso de Carmen Aristegui. La periodista mexicana fue despedida en 2015 después de una publicación en la cual se descubrió una residencia valuada en millones de dólares que pertenecía a la pareja presidencial mexicana de aquel entonces. La empresa en la que laboraba MVS Radio terminó su relación laboral con la periodista argumentando que había abusado de la confianza, trasgredir el código de ética y no alinearse con la filosofía de la empresa. Aristegui se distingue por sus fuertes críticas al gobierno e investigaciones, la periodista regresó al aire en 2018.

Gracias a los periodistas podemos ejercer nuestro derecho a saber, estar informados y tener una visión clara de que es lo que sucede en el país. Desgraciadamente es una profesión que es perseguida si no se alinea a los intereses de distintas élites. Existen grupos que quieren callar a las voces que los incomodan. La libertad de expresión es un derecho que hace temblar a los corruptos, despierta al pueblo y mantiene activa la participación ciudadana.