HOSPITAL DEL ALMA 271023

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected]

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 23 años y me gustan mucho las señoras mayores, así como de 40 o 50 años de edad, para acostarme con ellas, pues tienen mucha experiencia y siempre quieren más y más. Me he acostado con muchas mujeres casadas y con mamás de mis amigos ¿tiene algo de malo?

Héctor

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Héctor:

Desde el punto de vista físico las relaciones que te gustan son perfectas, pues tu les brindas a esas mujeres la potencia masculina que seguramente la mayoría necesitan, pues, aunque uno piense que con la menopausia disminuye el apetito sexual de las mujeres, es al contrario, aumenta muchísimo y por lo general sus parejas ya no les hacen mucho caso. Desde el punto de vista ético o moral creo que no puedo aconsejarte pues depende del medio social en el que te desenvuelvas.

Querido Duque:

Estoy feliz de que hayas vuelto a escribir. Ya te extrañaba.

Lorena

Huixtla 

Querida Lorena:

Nunca he dejado de escribir y publicar, tal vez no me veías, pero qué bueno que ya me encontraste. 

Duque de Santo Ton:

Tengo las piernas bien peludas y también los brazos, pero a mi marido no le gusta que me depile, dice que mis vellos lo excitan a la hora de hacer el amor. Además, quiere que siempre ande de falda o vestido y cada vez que puede acaricia mis pelos o juguetea con ellos y a mí no me gusta, me da pena.

Dafne

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Dafne:

Tu marido es un cochino. Debes imponerte y decirle que al no dejarte depilar afecta tu autoestima. Pregúntale que haría él si le pidieras que se afeitara el pubis o las nalgas. Tal vez en algún tiempo o en algún lugar las peludas estuvieron o están de moda, pero no en México. 

Duque de Santo Ton:

Quisiera llevarte un plato de calabacita que hice para el día de muertos ¿a qué hora te la puedo pasar a dejar al periódico?

Meche

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Meche:

A ninguna hora, mejor llévale la a calabacita a tu tía. Yo no acostumbro comer nada fuera de mi casa. 

Santo Ton:

Todas las amigas de mi hija van a pasar un semestre estudiando en una universidad de España. Mi hija se siente muy mal porque, aunque yo quiera no me alcanza el dinero para mandarla. No sé qué hacer, la niña está muy deprimida.

Roberto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Roberto:

Tu hija debe aprender a convivir como pobre en el mundo de niñas ricas en el que la has metido. La experiencia le servirá para ubicarse. 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi hermana menor, a la que le llevo diez años de edad, ya se va a casar y yo ni siquiera tengo novio. Me pidió que fuera su madrina de ramo, pero yo la mandé a volar porque además de que está cometiendo algo impropio al saltarme, a mí no me gustan esas babosadas.

Rosario

San Cristóbal 

Querida Rosario:

Rectifica tu actitud y accede a ser madrina de tu hermana. La mejor manera de sobrellevar la envidia es ocultarla. Ya se te pasará el berrinche y evitarás ese desaire que a la única que afectaría sería a ti. 

Duque de Santo Ton:

A mi hijito le bajó un testículo y otro no. Mi esposa dice que es normal, pero yo quiero llevarlo al médico ¿qué especialista crees que sea el indicado?

Ricardo

Tuxtla Gutiérrez

Querido Ricardo:

Un pediatra, ante todo. 

Querido Duque:

A pesar de que mi mamá dice que sólo las criadas escriben a los consultorios sentimentales, yo lo hago ahora porque me gustan mucho tus consejos, sabes ubicar a la gente y recomendarle lo mejor desde tu punto de vista, que casi siempre es el mío. Bueno, el motivo de este E Mail es para platicarte que yo tengo treinta años, y a los veinte era una niña normal, sexualmente activa, como cualquier otra, con un galán de planta y alguna que otra aventurilla de fin de semana. Mi galán de planta era una maravilla en la cama: cuerpo de atleta y carita de bebé. Sin embargo, después de un tiempo, empezó a pretenderme el hijo de uno de los hombres más ricos de Chiapas y no me quedó de otra, me le entregué en exclusiva y me casé con él, vestida de blanco y con una fiesta para mil doscientos invitados. Me dolió tener que decirle adiós a mi galán de planta, pero tampoco era cosa de desperdiciar la oportunidad. Ahora vivo en una muy buena casa, tengo servidumbre, dos autos a mi disposición y tres hijos divinos. Todo es tan lindo en mi vida que por eso puse cara de idiota, cuando mi ex galán de planta vino el otro día a mi casa, acompañado de la que ha sido mi mejor amiga, desde el kínder, para darme la invitación de su boda. Claro que les dije que mi esposo y yo iríamos con mucho gusto y puse cara de felicidad, pero me entró tal rabia, que por la noche le hablé a mi “amiga” para preguntarle que cómo tiene el cinismo de casarse con un hombre con el que yo me he acostado muchas veces en mi vida. Ella me respondió que eso sucedió hace mucho tiempo, que él ya no forma parte de mi vida y que también se ha acostado muchas veces con ella, desde que lo hacía conmigo. La odié, te juro que la odié, pero con los días se me ha ido pasando el coraje. Ni regalo pensaba mandar ni, mucho menos, ir.

María Magdalena

Tuxtla Gutiérrez 

Querida María Magdalena:

Lo peor que pudiste hacer fue demostrar tu coraje ante un hecho consumado cuyos detalles privados no te conviene que se conviertan públicos. Tú renunciaste al hombre que te gustaba a cambio de algo mejor ¿entonces por qué molestarte si lo va a aprovechar tu mejor amiga. Te recomiendo dejar el pasado en el pasado y adaptarte a la nueva realidad. Asiste a la boda, inclusive a la misa, y pon cara de felicidad ante todo el mundo. Si se organizan los invitados para bailar el “payaso de rodeo”, no lo dudes, hazlo. Ni se te vaya a ocurrir mencionar una sola palabra a tu esposo, sobre el cuento del “ex galán de planta”. 

Duque:

Dicen que en Terán hay una señora que lee la mano y las cartas, que es buenísima para quitar el mal de ojo y para predecir el futuro. Cobra mil pesos por la lectura del tarot, quiero ir con una comadre que está muy animada, pero a la mera hora no me atrevo porque siempre hay una larga fila de personas esperando, y aunque uno trate de pasar en el anonimato no se puede ¿qué hago?

Dolores

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Dolores:

Lo que puedes hacer es ofrecerle dos mil pesos a la adivina para que te haga la función en privado y previa cita y te aseguro que lo hace. Dolores: no está de más sugerirte que en lugar de andar haciendo burradas te pongas a rezar y que si quieres regalar el dinero lo hagas a quien realmente lo necesita. Te va a ir mejor.

Querido Duque de Santo Ton:

¿Existe algún diminutivo para el nombre “Leonor”?

Lucía

San Cristóbal 

Querida Lucía:

Sí: “Nora”. Si te quieres pasar de cursi o de barbera puedes usar “Norita” o “Noris”. 

Duque de Santo Ton:

Quedé viuda muy joven y ahora tengo cincuenta y tantos años, pero me veo mucho más joven. Mis hijos ya están casados y vivo sola en la casa que me compró mi difunto esposo y ejerzo libremente mi sexualidad. Me acuesto con quien me gusta y me lo pide, aunque últimamente me he sentido muy atraída por los muchachos de veinte años y hasta menores. Algunos han llegado a cobrar por sus servicios, pero no me molesta pagar por sexo, porque así puedo usar a mis compañeros en la cama y después desecharlos. El único pelo en la sopa lo pasé la mañana del domingo pasado, porque estaba yo dormida desnuda, abrazada de un muchachito también desnudo, y entró a mi cuarto una de mis hijas que había ido a mi casa para que la acompañara a misa. Hizo todo un escándalo, lloró, me dijo que no respetaba la casa y cosas así, pero al final se tranquilizó y fuimos a misa. Me hizo jurar que ya no iba meter hombres a la casa, pero por supuesto que no voy a cumplir el juramento, me sentiría más insegura teniendo sexo en un motel que en mi propia cama. Dime qué piensas.

Mónica

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Mónica:

Creo que no tiene nada de malo que seas sexualmente activa, pero dado tu estilo de vida, me parece que llevas un ritmo muy desordenado y peligroso. Deberías tener una sola pareja sexual o dos, a lo mucho tres, para que puedas sentirte confiada, porque tu hija tiene razón, meter hombres desconocidos en tu casa es un suicidio.