HOSPITAL DEL ALMA 171023

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected]

Querido Duque:
Soy tu fiel lector, y me he dado cuenta de que últimamente has entrado al terreno de la interpretación de los sueños, y a mí me interesa mucho consultarte algo, porque desde hace mucho tiempo siempre que sueño, me entra una sensación de miedo que me hace despertar temblando.

He tratado de curarme con té de hierbas o con dietas ligeras, pero no me resulta, siempre tengo pánico cuando me duermo ¿por qué los sueños me provocan eso?
Julián

Tuxtla Gutiérrez

Querido Julián:
El miedo en los sueños refleja que sufres un estado de ansiedad permanente. Debes tratar de tomarte las cosas con más calma y no dramatizar las circunstancias negativas. Deja de sufrir por todo y convéncete de que no puedes vivir como si estuvieras esperando tu ejecución en el patíbulo, porque ello está provocando que tus emociones se descontrolen. Por otra parte, quizás sea recomendable que te hagas un chequeo, pues tu organismo puede estar alterado. Aunque, no puedo dejar de mencionar que estos desagradables sueños suelen obedecer a temores reales -actuales o latentes-.

Duque:
Desde que era niño sufría privaciones y aunque jamás me faltaron techo, comida y escuela, nunca me compraron juguetes buenos ni ropa nueva. Cuando cumplí dieciséis años un amigo me invitó a trabajar con él en la calle, y simplemente me paraba en una esquina cercana al parque de Santo Domingo y los hombres me levantaban en sus coches para tener sexo con ellos en moteles de mala muerte. A mí no me gustan los hombres, tengo una novia, a la que amo de verdad, pero aún ahora, que ya trabajo como mesero, a veces me prostituyo, porque no hay dinero que alcance y para completar mi salario tengo que vender mi cuerpo. No me produce sentimientos de culpa, para mí es un trabajo como cualquier otro, pero mi hermano menor, que ya se dio cuenta, me dijo que ya me volví maricón y eso ya me hizo pensar ¿tendrá razón mi hermano?
Regis
Tuxtla Gutiérrez

Querido Regis:
Proporcionar placer sexual a cambio de dinero, se dice, es el oficio más antiguo del mundo. Si la ejerces con el cuidado debido y no te causa malestares emocionales no debería tener nada de malo, si no fuera porque es una actividad de alto riesgo en todos los sentidos, y porque el mercado de la carne está lleno de depredadores. En pocas palabras, si la prostitución está proscrita socialmente es por algo, puedo asegurarte que nada bueno puede traerte, sobre todo si atenta contra tu estatus de género, pues dices que no te gustan los hombres y sin embargo te acuestas con ellos. Tu hermano está equivocado, las preferencias sexuales se traen al nacer, no se adquieren con el tiempo. 

Duque de Santo Ton:
Yo tuve relaciones sexuales con mi primer novio, con el segundo, con el tercero y con todos los que he tenido. También las he tenido con mis amigos, mis compañeros y mis jefes de la oficina. No entiendo a los hombres ¿lo único que les interesa es tener sexo con las mujeres?
Malena
Tuxtla Gutiérrez

Querida Malena: 
Si lo ves bien, a ti tampoco te es indiferente el tema pues no has dejado títere con cabeza. 

Duque de Santo Ton:
Mi madre me regaña por mi forma de vestir. Me dice que una mujer de más de cuarenta años ya no debe mostrar las rodillas, pero no por inmoralidad, no, sino porque es antiestético. A mí me encantan las minifaldas, los colores alegres y hacer de cuenta que el tiempo no ha pasado.
Lorena
Tapachula

Querida Lorena:
Para tu desgracia el tiempo sí ha pasado. Y tu madre tiene toda la razón, la ropa se inventó para cubrir lo que ya no luce bien y la celulitis, que afecta a casi todas las mexicanas de tu edad, entra en esa categoría.

Duque:
Estoy enamorado de la novia de mi mejor amigo, siento que él no la merece no la trata como debería. Ella es una princesa que necesita a un hombre que la haga sentir bien en todos los sentidos. Mi mejor amigo podrá ser guapo, pero no tiene ni el dinero ni el poder que tengo yo. Yo no sé por qué lo escogió a él y no a mí. 

Negro
Cintalapa

Querido Negro:
Lo escogió a él porque es un hombre guapo. Sin embargo, no te preocupes, el tiempo se encargará de terminar con la apostura de tu mejor amigo, y tú puedes seguir acumulando poder y dinero para cuando llegue el momento de tomar revancha.  

Querido Duque:
Mi nombre es Pavel y soy mesero en un restaurante de Tuxtla Gutiérrez. Tengo 23 años y le echo muchas ganas a mi trabajo para ganar buenas propinas, pero hay una cajera que me odia y me hace la vida imposible. Siempre me grita y me humilla frente a todos y a mí no me queda más remedio que quedarme callado porque, aunque gano poco, está muy difícil conseguir chamba y yo la necesito para poder comer. Una empleada de la cocina dice que la cajera me trata así porque su pareja (o sea el novio de la cajera) no la complace en la cama ¿será posible? ¿eso qué tiene que ver?
Pavel
Tuxtla Gutiérrez

Querido Pavel:
No creo que el novio de la cajera esté implicado en el asunto. Sin ser psicólogo podría afirmar que esa mujer te desea en su cama y al no ponerte tener en ella, te castiga de la única manera que puede: haciéndote la vida difícil en el trabajo. Tal vez si pagas tu cuota de sexo, esa “señorita” te deje de molestar, aunque corres el peligro de que se le haga vicio y ella ya no quiera bajarse del palo de guayaba.

Querido Duque:
Me voy a casar en la misa de doce del día, y mi novio quiere usar esmoquin blanco con zapatos de charol del mismo color, y en lugar de azahar un botón rojo de rosa en la solapa. Yo le dije que ese atuendo se va a ver muy mal y que le va a salir carísimo, pero me contestó que él piensa casarse una sola vez en su vida y que quiere vestirse como se le antoje porque, además, para eso él va a pagar todo. Sea como sea, si él se viste así, a mí me echará a perder la fiesta porque me voy a sentir avergonzada frente a mis invitados.
Aurora
Tuxtla Gutiérrez

Querida:
La verdad es que tus argumentos no tienen ninguna fuerza frente a los de tu novio. Si tú le explicas que ni el esmoquin ni los zapatos de charol deben usarse durante el día porque es de muy mal gusto, y él insiste, no tienes nada que objetar, porque entre más retobos hagas, más le estarás restregando en la cara su falta de buen gusto. Si así aceptaste casarte con él, ahora no te amargues la existencia y confórmate con sus defectos y virtudes, que esa falta de tino para vestir no será la única que tenga en la vida. Espérate a que empiece a decorar la casa, mamacita, entonces sí sabrás quién es tu esposo.