DESDE MI TRINCHERA 080619


La charla con mi lector. 

Por Diego Victorio 

—El problema son las cúpulas. —Soltó a mansalva un aprensivo lector que se asume priísta de cepa.

 

Fue la reacción natural de un amable seguidor que buscaba enriquecer mi perspectiva desde la que abordé el posible rol del Partido Revolucionario Institucional en las elecciones intermedias de 2021.

—Sí, si el PRI no estuviera dividido en tribus, fraccionado en grupos, ese medio millón de votos de los que hablas fuesen el doble. — Añadió el acomedido priista.

Respeté su derecho a disentir, seguimos, unas líneas más, contrastando ideas.

Él defendió esa postura, débil para mí, y yo leí respetuosamente hasta el final, siempre tratando de cuidar mi línea editorial.

Me pareció inquietante la teoría del militante, pues su trayectoria en ese instituto no es desmerecedora, ha ocupado espacios en el organigrama interno del otrora partidazo.

Sentí a leguas su nostalgia, su cariño y lealtad al PRI, esas emociones quizá lo orillaron a limitarse tanto, habiendo tantos factores para culpar las derrotas del Revolucionario Institucional.

No ha distinguido, a pesar de su larga estadía en el tricolor, cuáles son los factores tropicales de porque su instituto político no rebasa la barrera de ese medio millón de votos, que se supone es su nicho cautivo.

Es decir, él como muchos otros apasionados, no tienen la respuesta de porque en las jornadas comiciales no superan esa meta, no convencen otras conciencias.

Y hasta cierto punto el teorema de mi lector interpretaba a groso modo lo nocivo que son los liderazgos en su partido.

Sin embargo, la patología no es propiciada por ese divisionismo al que apela mi interlocutor, queriendo ser sutil con el PRI de sus amores.

Es, para mí, el entreguismo, la zalamería al gobierno en turno, el no saber ser oposición lo que ha defenestrado al priismo en Chiapas.

Si es cierto, radica en la cúpula, pero no por divisionismo, sino por buscar fines personales, imposiciones y avaricia.

La exposición de motivos de mi lector priista debe ayudar a hacer catarsis a esa multitud que sigue siendo inofensiva y engañada por los que han destruido y menguado al tricolor.

Se viene las renovaciones de dirigencias: nacional y estatal y, ello debe arrastrar una serie de argumentos que destapen la Caja de Pandora y ponerle el cascabel al gato.

Uno de los principales culpables de la estrepitosa caída del PRI es Roberto Albores Gleason.

Albores, fue impuesto candidato a gobernador y, artífice de que el Revolucionario Institucional no superara (2018), ese tabú del medio millón de sufragios, pese a lo dispendiosa que fue su campaña.

Viene pues el momento de la reflexión, la oportunidad de impulsar nuevos cuadros, del cambio generacional.

Las estadísticas y la historia no mienten, es el PRI el partido con mayor estructura en Chiapas, pero también agregaría que es el peor liderado durante más de doce años.

Empero, no es Williams Oswaldo Ochoa Gallegos, que es la contraparte a Albores, el elixir que el priato necesita.

El PRI necesita de un tercer elemento, con carácter, frontal, que privilegie el bien común de la militancia.

Un líder nato. Roberto y “Willi” no lo son. Porque no sólo son factor de división, como parsimoniosamente lo dice mi seguidor, sino autores intelectuales del soterramiento del Partido Revolucionario Institucional.

Comentarios Atrincherados

*** La senadora Sasil de León Villard teje fino y construye alianzas. Está siempre en el mapa político, la vigencia es infalible en el oficio. No se debe soslayar la cercanía con el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, de quién es una aliada confesa. El acuerdo es: el bienestar para Chiapas.

***El que ha dado cátedra en el Congreso local es Emilio Salazar Farías quien ha impulsado sendas iniciativas a favor de la sociedad.

Sin duda, Emilio deja notar su experiencia en ese ámbito que para él es una plataforma que siempre utiliza para servir.

*** Hector Luna, exsecretario Particular de varios exgobernadores había brillado por su desempeño, tanto que la vara la había dejado muy cuesta arriba.

Me dicen varios actores políticos que el joven José Esquinca Kobeh, ya superó a Luna, el chavo es amable, proactivo y dedicado al cien por ciento de su encomienda. Un aliado del gobernador Rutilio y ya hasta de mejores resultados que Hector Luna.

***Por cierto, uno de los funcionarios más cercanos al jefe del Ejecutivo estuvo de manteles largos y lo festejó trabajando. Nos referimos al director de Comunicación Social, Julio Rincón Fernández, quien no tuvo tiempo para desestresarse en un bar o restaurante “fifí” cómo se hacía en anteriores sexenios, pasó su “cumple” en una oficina.