LA IMPORTANCIA DE CONTAR

 

Por Miriam Lagunes Marín 

Desde nuestra niñez nos enseñan que es importante contar, dentro de algunas de las definiciones aceptadas por la Real Academia de la Lengua está como “poner a alguien en el número, clase u opinión que le corresponde”, lo cuál impacta en nuestra vida cotidiana no importa nuestra profesión; los números siempre serán importantes para nuestro esquema mental, junto con las palabras son la base con la que ordenamos el mundo.

 

Se estima que en México matan alrededor de siete mujeres por día, de las cuales cuatro son también violentadas sexualmente, se estima que en la última década han matado más de 23 800 mujeres, no sabemos el número exacto de crímenes perpetuados hacia el sexo femenino que se han resuelto, pero tanto la opinión general de especialistas como del grueso de la población es que la probabilidad de obtener justicia siendo mujer es mucho menor que siendo hombre.

La violencia machista es cada vez más visible, los múltiples esfuerzos de instituciones nacionales e internacionales por informar a toda la sociedad sobre los elementos que la caracterizan han rendido frutos, hace unos veinte años todavía era normal escuchar hablar que en un matrimonio el esposo ejerciera algún tipo de maltrato hacia su esposa sin tener algún tipo de consecuencia, hoy en día la violencia doméstica se persigue de oficio y contamos con más herramientas para denunciarla.

Estos mecanismos de protección hacia las mujeres han surgido a partir de que numeramos los casos en que sufrimos ataques únicamente por el hecho de ser mujeres o identificarnos como tales, no dejemos de lado la crueldad que han vivido las mujeres transgénero y la falta de esclarecimiento hacia las injusticias que han vivido, pareciera que para los hombres es sencillo ejercer la intimidación y coerción hacia las personas que no demuestran comportamientos que la norma señala como masculinos, hay un total desprecio hacia la feminidad.

Es de vital importancia no confundir un asesinato o muerte de una mujer con un feminicidio, ni algún otro tipo de violencia con la violencia machista, no porque una sea más o menos despreciable que la otra sino porque el hecho de diferenciar el modo y las causas nos ayuda a identificar una problemática en especial, que en este caso es el odio hacia las mujeres; si empezamos a llamar feminicidio a todos los asesinatos de mujeres perdemos la esencia del por qué buscamos y peleamos por un término específico para estos crímenes de odio donde ni siquiera en nuestra propia casa y con nuestra familia podíamos estar seguras, así que es de vital importancia saber diferenciar y contar, no olvidar a las víctimas, no dejar pasar el hecho de que les mataron como si fueran desechables y que la justicia nunca llegó a sus familias.

Para las mujeres en México es muy difícil encontrar la paz, nos pueden acosar ya sea de camino al trabajo, en la iglesia o en el seno de nuestra familia, todos estos actos siguen justificándose culpándonos a nosotras mismas, es necesario hacerlo visible, pero sobre todo hacer énfasis en que no es normal y que quienes perpetúen estos crímenes serán castigados, mientras no contemos culpables seguiremos contando feminicidios.