‘Casa Grande’ podría ser museo

La Casa Grande es un sitio muy conocido como destino turístico en el Soconusco. Se localiza en Santo Domingo, municipio de Unión Juárez.

Se expondría la maquinaria que permanece dentro, para el proceso de producción de café 

Violeta Cancino

Tapachula 

La Finca Santo Domingo es un ejemplo de lo que era una finca cafetalera a principios del siglo pasado. El lugar tiene una casa construida en la década de los veinte por el alemán Enrique Braun Hansen.

Actualmente existe el proyecto de abrir las puertas como museo de lo que fuera la finca para exponer la maquinaria que aún permanece dentro.

La Casa Grande es un sitio muy conocido como destino turístico en el Soconusco. Se localiza en Santo Domingo, municipio de Unión Juárez, y tiene cientos de visitas mensuales. Lo cierto es que la extensión del lugar cuenta con otros edificios, que guardan en su construcción la influencia arquitectónica norteamericana y una decoración elaborada a base de madera.

Santo Domingo es una antigua finca cafetalera donde actualmente existe un ejido de gente organizada que ha logrado la construcción de un hotel. Son los mismos integrantes de la cooperativa que analizan la apertura de un museo en otra zona de la finca.

Este sitio tiene en su historia. La conocida como Casa Grande perteneció a Enrique Braun, quien fue cuñado del hombre más poderoso de Alemania: Adolfo Hitler. Tardó 9 años en construirla porque toda la madera usada para la construcción de la casa fue traída de Alemania vía puerto Chiapas.

En este hogar, se dice que Enrique Braun sostuvo una reunión con su hermana Eva Braun, esposa del Tercer Reich, su esposa, sus dos hijas, y sus socios considerados los “pioneros del café”.

Alicia, una mujer mayor que presta sus servicios en la cooperativa de la Casa Grande, retira los candados de lo que fuera el beneficio de café,  para dar una demostración de lo que hay al interior. Se vuelve abrir el pasado. Dentro yacen las máquinas –traídas desde Alemania por el propietario de esa finca Enrique Braun-. Todo está lleno de polvo telarañas pero aguarda el orden en que se hacía el trabajo para el proceso del café.

Más de la mitad del café que se producía en México surgió de las 30 mil hectáreas de tierras dedicadas al cultivo por los finqueros alemanes. Desde 1900 Chiapas se convirtió en el primer estado productor de café del país. Un café que en México se volvió más apreciado porque los mexicanos no lo tomaban.

Detrás del milagro cafetalero estaban esas 32 fincas alemanas en las que vivían no más de 300 súbditos germanos y sus familias y las 25 haciendas propiedad de sus socios mexicanos, pero sobre todo cientos de peones que subsistían en condiciones miserables y 30 o 40 mil trabajadores de temporal con salarios de hambre.

Algunos historiadores señalan que la Revolución mexicana no llegó a esta zona, cuyo orden agrario permaneció intacto, pero según lo relatado por Alicia, las cosas cambiaron. Fueron los peones los que pudieron tomar el control del pedazo de tierra que trabajan y se perdió el cacicazgo.

 

Santo Domingo es una antigua finca cafetalera donde actualmente existe un ejido de gente organizada que ha logrado la construcción de un hotel.

 

La extensión del lugar cuenta con otros edificios, que guardan en su construcción la influencia arquitectónica norteamericana y una decoración elaborada a base de madera.

 

Desde 1900 Chiapas se convirtió en el primer estado productor de café del país. Un café que en México se volvió más apreciado porque los mexicanos no lo tomaban.