El 8 de septiembre es una fecha inolvidable para los pijijiapanecos

Como autoridad municipal recorrimos a pie las calles inundadas de lodo;  veíamos como más de 700 casas habitación en la cabecera se nos habían derrumbado: De Los Santos Cruz.

A 23 años de la peor inundación que ha vivido Pijijiapan 

Juan Anto0nio González

Tonalá 

El de 8 de septiembre de 1998, fue el más difícil en la vida de nuestros hermanos pijijiapanecos, recuerdan habitantes de ese vecino municipio, cuando la población ya esperaba celebrar las fiestas patrias y el alcalde de ese entonces, Gilberto de los Santos, entonaba los últimos ensayos para dar el Grito de Independencia.

En toda la Costa de Chiapas, agrega una página digital, cuyo artículo fue escrito precisamente por el profesor De los Santos Cruz: “Nuestras escuelas de todos los niveles educativos se preparaban junto a sus autoridades municipales para celebrar las fiestas patrias.  Eran los últimos cuatro meses del Ayuntamiento democrático que presidía el que escribe Gilberto de los Santos Cruz, y eran los tiempos del gobernador Roberto Armando Albores Guillén”, señala.

“Desde el 3 de septiembre ya habían iniciado las lluvias y a las 7 de la noche ocurrió la primera impresión, -narra-, pues el río Pijijiapan se había salido de su cauce y afectó solo a la colonia 5 de Mayo de la cabecera Municipal. Inmediatamente procedimos a poner a salvo a más de 200 familias que habitaban esa colonia”.

“Lo más sorprendente -continúa narrando-, ocurrió cinco días después, es decir el 8 de septiembre en la madrugada, empezaron a sonar las torretas de la única patrulla que contaba el municipio; las campanas de la Iglesia católica y el Padre Agustín Díaz tocaron infinidad de veces, corriéndose la voz a los más de 53 mil habitantes que poblábamos el municipio de Pijijiapan. La noticia de que los ríos estaban hasta el tope y se habían desbordado, puso en alerta a muchos”.

Gilberto de los Santos Cruz, quien fue el primer alcalde del PRD en ese municipio, sostiene en su fábula: “Como autoridad municipal recorrimos a pie las calles inundadas de lodo;  veíamos como más de 700 casas habitación en la cabecera se nos habían derrumbado incluidas casas de láminas, de teja, de losa, de dos plantas en los Barrios San Felipe, 5 de Mayo, El Ojo de Agua, El Arenal, 20 de Noviembre, Colonia Obrera, poblado Guadalupe, Colonia  Guanajuato, Las Perlas, Nueva Flor, Unión Pijijiapan, Rincón del Bosque, Plan de Ayala, Emiliano Zapata, Buenos Aires, Francisco Villa, Miramar, El Rosario, El Vergel, Ceniceros, entre otros fueron los más afectados”.

En esa fecha las calles y avenidas de Pijijiapan estaban convertidas en mares, las personas que estaban en las calles y muchas de las personas fueron arrastradas por las fuertes corrientes; uno de ellos fue un señor que perdió una de sus extremidades, pero muchos de los habitantes habían sufrido alguna herida mortal.