Al alza la industria fintech en México

Carlos Orta, Socio Líder de Riesgo Regulatorio de Deloitte Spanish Latin America, sostiene que este crecimiento pone al cliente en el centro de las estrategias y le brinda mejores productos

Agencia Excélsior

Aunque en México predomina el uso de efectivo, la alta teledensidad ha promovido el desarrollo de empresas que ofrecen productos y servicios financieros por medio de herramientas tecnológicas (fintech). De acuerdo con el informe Radar Fintech e Incumbentes 2021, las instituciones de tecnología financiera en este país, han registrado un crecimiento de 16 por ciento, alcanzando la cifra de 512 compañías en operación.

En entrevista con Excélsior, Carlos Orta, Socio Líder de Riesgo Regulatorio de Deloitte Spanish Latin America, señaló que otro de los factores que ha hecho posible el crecimiento de la industria fintech es la regulación del sector, “que ha permitido que se abran cuentas de manera digital, es decir, a través de procesos remotos, lo que facilita que las fintech y las demás entidades financieras reguladas puedan ofrecer más productos digitales a los mexicanos”.

Los últimos años han sido muy buenos en cuanto al avance digital de productos y servicios financieros en general, porque cada vez son más las instituciones financieras tradicionales (como bancos, aseguradoras, casas de bolsa, entre otras) que, a nivel global, han decidido invertir en tecnologías o hacer alianzas con las fintech para poner al cliente en el centro de sus estrategias y brindarle mejores productos a través de su transformación digital.

Los retos

En México, el sector financiero mexicano y las fintech pueden ya ofrecer productos a través de medios digitales, como pagos, créditos y aperturas de cuenta. Sin embargo, existen temas específicos sobre los que se podría trabajar para detonar, aún más, la oferta de servicios financieros digitales.

Uno de ellos, señaló Carlos Orta, es el open finance, que es uno de los pilares de la Ley Fintech y el cual no ha terminado de concretarse. Y es que, por ahora, su uso se ha normado únicamente para cajeros automáticos, por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y en Cámaras de Compensación y Sociedades de Información Crediticia, por parte del Banco de México, siendo poco frecuente en ambos casos.

“A través de este pilar se pueden compartir datos públicos de las entidades financieras, datos agregados y datos transaccionales de los usuarios. Lo que se traduce en un intercambio de datos que permitiría, entre otros beneficios, crear productos hechos a la medida de los usuarios”, refirió.

Otro tema es el uso de activos virtuales, que actualmente no se pueden comercializar desde el sistema financiero mexicano. “Mientras que otros países reconocen dichos activos como monedas de curso legal, o bien, tienen una regulación que permite su uso bajo ciertas condiciones, en nuestro país no pueden ser adquiridos por parte del público en entidades reguladas. La Ley Fintech establece que su uso dentro del sistema financiero mexicano depende del Banco de México que, por consideraciones como prevención de lavado de dinero, aún no permite su uso”, anotó.

Expectativas del sector

Para el cierre de 2022, el experto señaló que las organizaciones que actualmente se encuentran en operación terminarán de madurar y de ajustar sus diferentes planes financieros autorizados por la CNBV y se estima un incremento en la competencia entre las fintech y las entidades financieras tradicionales, lo que podría traducirse en mejores productos, tasas y créditos para los usuarios.

Por otro lado, Carlos Orta consideró que “habrá que darle seguimiento a lo que están haciendo bancos en relación a la generación de nuevas entidades y unidades de negocio”.