CNDH hace purga parental; trabajadores llenan formato

El órgano autónomo busca que entre los servidores públicos que trabajan ahí no exista ningún parentesco; en caso que lo haya, la disyuntiva es seleccionar quién conserva el empleo y quién es despedido

Agencia Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) está en una campaña para que en el órgano autónomo no trabajen personas que entre sí sean hijos, esposos, padres, suegros, yernos, nueras, abuelos, hermanos, nietos, cuñados, tíos, sobrinos, bisabuelo, bisnietos, primos o tíos abuelos, ni concubinos.

Empleados de la CNDH denunciaron que quien tenga un parentesco con otro u otros trabajadores de la institución están obligados a escoger qué miembro de la familia, uno solo, conserva el empleo y quién o quiénes son despedidos. En la administración publica federal no se tiene antecedente de un hecho similar.

Excélsior tiene copia de una “declaración de NO parentesco” emitido por la Dirección General de Recursos Humanos de la CNDH y que todos los empleados de la institución están obligados a presentar.

En el documento, los trabajadores tienen que declarar que “no tengo lazos de parentesco por consanguinidad hasta el cuarto grado, de afinidad hasta el segundo grado, o vínculo de matrimonio o concubinato con ningún empleado que preste sus servicios en esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos…”

Para llevar a cabo esta medida que evite que la CNDH sea un órgano autónomo en poder de familias, la Dirección General de Recursos Humanos apela al artículo 7, fracción XII de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que señala “Abstenerse de intervenir o promover, por sí o por interpósita persona, en la selección, nombramiento o designación para nombramiento o designación para el servicio público de personas con quienes tenga parentesco por filiación hasta el cuarto grado o por afinidad hasta el segundo grado”; y al Código de Ética de la CNDH.

Los empleados de la CNDH que proporcionaron la información, acusan que la “declaración de NO parentesco” es una medida arbitraria, pero además señalan que hay amenazas en contra del servidor público que falseé u omita el llenado del formato, bajo el supuesto de que, de acuerdo con el Código de Ética de esa Comisión Nacional, el trabajador será sancionado y cesado de la institución; mencionan que de acuerdo con la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, la información que pide la CNDH, como lo es el parentesco, es un dato sensible y confidencial.

Los trabajadores señalan que en la CNDH se están vulnerando los derechos de sus trabajadores ya que ni en el mencionado Código de Ética de ese organismo, ni en la Ley Federal del Trabajo o la propia Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado se estipula que el tener parientes dentro de la institución es causal de rescisión de una planta laboral.

Según el testimonio de los empleados de la CNDH, la circulación de la “declaración de NO parentesco” ha sido más evidente en la Dirección General de Quejas, Cuarta, Quinta y Sexta Visitadurías Generales del órgano autónomo.

Relatan que a los trabajadores que sí cuenten con algún familiar dentro de la CNDH se les pide que elaborar “un escrito libre”,  como sucedió en la  Visitaduría General, donde el Enlace de la coordinación administrativa, Gonzalo Garza Luna envió al personal de esa unidad dicho formato por correo electrónico, solicitándoles que además, indiquen el nombre y área de adscripción a la que pertenecen sus familiares, fecha de ingreso y el parentesco que tienen, asimismo, que en caso de matrimonio se indique la fecha en que fue celebrado éste.

Acusaron que, en algunas áreas de la CNDH, los superiores han tenido el descaro y cinismo de preguntar a sus trabajadores que deberán escoger quién se queda y quién se va, alegando que es instrucción de la presidenta, Rosario Piedra Ibarra, y que no hay manera de que puedan continuar laborando en la institución; le subrayan que es un asunto que tienen que asimilar.

Los mismos servidores públicos acusan que dentro de la CNDH se están presentando distintas “injusticias” laborales.

Una de ellas es que bajo amenazas en el último año a varios trabajadores han sido cesados por tratar de crear un sindicato que viera por los derechos laborales de las personas que trabajan dentro de ese órgano nacional. Otros casos de despido se han operado a través de una llamada telefónica de algún superior al término de su jornada laboral, en la que se les indica que se presenten a la Junta de Conciliación y Arbitraje ya que ese mismo día fueron cesados de su puesto sin explicación alguna, o con el argumento de que su plaza dejó de existir por una supuesta restructuración.

Los empleados de la CNDH exigieron que se aclare si al menos tres funcionarios de la dependencia tienen lazos familiares con la titular Rosario Piedra Ibarra.

Se trata de Erick Piedra Méndez, subdirector Técnico en la Coordinación General de Administración y Finanzas; Daniel Nájera Piedra —hijo del profesor guerrerense Jacob Nájera, víctima de desaparición forzada en septiembre de 1974—, secretario particular de la presidenta; Anabel Mañón Vera, directora de quejas; así como el caso del Oficial Mayor, también coordinador general de Administración y Finanzas, Ángel Gómez Garza, quien sería pariente de Gonzalo Garza Luna, Enlace de la Coordinación Administrativa.