Recortes a Conafor mermó su capacidad para combatir siniestros

MANUEL MONROY/Tuxtla Gutiérrez 

En la actual administración, el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) se ha reducido 50%, lo que ha mermado su capacidad para atender siniestros, por lo que es urgente que los tres órdenes de gobierno se involucren en la atención y prevención de los incendios forestales.

De acuerdo con el Reporte Nacional de Incendios Forestales a cargo de la Comisión, en el periodo de enero a marzo de este año, se registraron 667 incendios forestales en 23 entidades federativas afectando una superficie de 22 mil 246.84 hectáreas.

Entre las principales causas que provocan los incendios se encuentran las actividades humanas irresponsables, la deforestación y las condiciones climáticas extremas relacionadas a los eventos de sequías.

Resulta preocupante que en los últimos años la Conafor ha experimentado fuertes recortes presupuestales. De hecho, el presupuesto aprobado para 2024 presenta una reducción de 50% en términos reales con respecto al monto aprobado en 2018, pues mientras hubo 3.99 mil millones de pesos en 2018, se redujo a 2.67 mil millones de pesos en 2024

Según la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), estos recortes han mermado la capacidad de apagar los incendios, tanto los que ocurren de manera natural, como los provocados por el hombre y señaló que el aumento en el número de siniestros que el personal de la dependencia debe atender contrasta con el presupuesto de la misma.

Hizo un llamado a los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal) para que atiendan de manera inmediata los incendios forestales en todo el país, evitando pérdidas económicas, de recursos forestales e incluso de vidas humanas.

Se requiere congruencia en la toma de decisiones públicas, porque mientras por un lado se promueven políticas como “Sembrando Vida”; por otro, la austeridad implementada de forma inadecuada y los recortes presupuestales, están agravando la atención de incendios que deriva en la pérdida de superficie arbolada, de suelo de conservación y de la biodiversidad en el país.