Obsoleto y peligroso el rastro del Fraccionamiento las Rosas

Las actuales condiciones de sacrificio en el rastro municipal de San Cristóbal, contribuyen a la contaminación de los productos cárnicos que se distribuyen a la población

El alcalde Francisco Martínez Pedrero se hace de la vista gorda y no da solución al problema.

El rastro genera olores fétidos y no cuenta con las medidas necesarias para su funcionamiento.

Por Guillermo Enríquez

San Cristóbal de Las Casas, Chis.- Desde el inicio de la administración de Francisco José Martínez Pedrero, habitantes del Fraccionamiento Las Rosas y de diversas colonias de la zona Sur de la ciudad, han solicitado la reubicación del rastro municipal, pero a meses de terminar su administración no ha solucionado esta situación que representa riesgos sanitarios.

Sobre esta situación Norberto González Aguilar, representante del Fraccionamiento Las Rosas, señaló que además es necesario que se cumpla con la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales.

Añadió que entre los muchos documentos el 18 de julio del 2014, solicitaron que se diera un informe sobre los avances de la búsqueda y compra de un terreno para la reubicación de este sitio de matanza de semovientes, ya que primeramente se había contemplado construirlo en el antiguo aeropuerto Corazón de María y luego en un terreno en la zona de Rancho Nuevo a 12 kilómetros de San Cristóbal.

“La Secretaría del Campo está pidiendo que ellos cumplan con dicho terreno, para que ellos hagan la reunión con todas las secretarías y sabemos positivamente que será a favor de San Cristóbal de Las Casas, que ellos darían su dictamen”, agregó.

Sostuvo que  las personas de las diferentes colonias que viven cerca del rastro, que tiene más de 45 años de funcionamiento, siempre están sintiendo olores fétidos.

“Quisiéramos ver que ya se empezarán a demoler parte del rastro, que tomarán cartas en el asunto, de que ya se va construir, que ya no se sacrificaran los animales, que Salubridad hiciera algo, porque se hacen de la vista gorda, es un asunto que ya debe tener un fin”, sostuvo

OBERVACIONES DE AUTORIDADES

El Departamento de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Jurisdicción Sanitaria II, en diversas publicaciones periodísticas señaló que este centro de matanza es obsoleto en cuanto a su infraestructura y operación.

Además de que no  cumple con la  Norma Oficial Mexicana NOM-251-SSA1-2009, Prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios, que está en vigor  al igual que la Norma Oficial Mexicana NOM-194-SSA1-2004, Productos y servicios. Especificaciones sanitarias en los establecimientos dedicados al sacrificio y faenado de animales para abasto, almacenamiento, transporte y expendio. Especificaciones sanitarias de productos

Asimismo en el  2013 la dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Instituto de Salud del gobierno de Chiapas detectó que “las actuales condiciones de sacrificio” en el rastro municipal de San Cristóbal, “contribuyen a la contaminación de los productos cárnicos que se distribuyen a la población”.

La anterior situación “derivada de la falta de instalaciones y equipo, las malas condiciones de higiene, malos hábitos sanitarios, deficiente limpieza de utensilios e indumentaria de trabajo, falta de aseo, carencia de estrategias tendientes a evitar la proliferación de fauna nociva”, refiere dicha institución.

Derivado de un oficio al entonces director de Protección Contra Riesgos Sanitarios Albert Rafael Hernández Castellanos, se emitieron resultados de la verificación sanitaria número 1416/12, que fue entregada en febrero del 2013 el ayuntamiento de San Cristóbal y que hasta ahora son del conocimiento de los medios de comunicación.

El establecimiento no realiza el control de plagas en todas las áreas. No existen medidas preventivas. No cuenta con un sistema, plan para el control y erradicación de plagas. No tienen procedimientos, programas y registro para la limpieza y desinfección de las diferentes áreas.

Los equipos instalados son rudimentarios, lo que impide la fácil limpieza. Hay equipo, utensilios para la materia prima, pero no permite la limpieza y desinfección. Los recipientes que se emplean están sucios, no son lavados ni desinfectados. No tiene horno incinerador para los productos rechazados. Cuenta con agua caliente para la desinfección de utensilios de corte, pero no está a temperatura de 82 grados centígrados.

El lugar además no cuenta con una cámara de refrigeración. La cisterna no cuenta con tapa para evitar la contaminación del agua. No hay un sistema de evacuación de aguas residuales y existe mal olor”.

El área de sacrificio no cuenta con equipo que evite que la carne tenga contacto con las paredes. El equipo del área de sacrificio o inspección post-mortem, no cuenta con la altura para evitar que la carne tenga contacto con el piso. El tiempo de insensibilización (sacrificio del animal) no se apega a la norma”.

La eliminación de la sangre no es independiente al drenaje general. No cuenta con equipo para la recolección de sangre para el consumo humano. No cuenta con un área exclusiva para depositar las pieles. Las vísceras las depositan en tambos, no están protegidas para evitar la contaminación de la carne”.

No cuenta con recipientes para guardar las pieles, patas y órganos. No cuenta con mecanismos adecuados para la eliminación de patas, cuernos y ubres. La evisceración se realiza en una mesa de concreto”.

EN CUANTO A LOS MICROBIOS

En caso de que la carne se contamine con el contenido gastrointestinal, no se elimina la parte contaminada, se lava con un chorro de agua. En caso de enfermedades infecto-contagiosas, el equipo y utensilios son desinfectados con cloro (lo que no asegura su erradicación de posibles bacterias).

No tiene un área de refrigeración para conservar el producto afectado hasta que se cuente con el resultado, que permita decidir su destino. Cuando la parte de la carne presenta alguna lesión, no es inutilizada con ácido fénico crudo. Los productos rechazados son retirados en toda la línea de sacrificio.

El mismo informe, agrega que “los canales y vísceras rechazados no son destruidos en el horno incinerador. El establecimiento no cuenta con gabinete y equipo para el colgado del canal. El área de corte y lavado no cuenta con mampara protectora. La carne es lavada al chorro de agua después de la evisceración, pero no es refrigerada. Falta equipo para lavado de las vísceras apto para consumo humano”.

También este establecimiento no cuenta con área exclusiva para productos rechazados, ni con recipientes para el manejo de los mismos. Los productos rechazados no están bajo flejes de seguridad (no llevan señalamientos).

A los animales sospechosos les hacen examen clínico, pero no toman muestras para su envío al laboratorio. Hace falta un área de cuarentena para los animales sospechosos.

Los animales no son bañados antes de su ingreso al área de sacrificio. Existen muchas fisuras en el piso, paredes y hace falta limpieza. Los pisos no cuentan con declive, se observó encharcamiento. Las puertas y ventanas no cuentan con protección para evitar la entrada de polvo, lluvia y fauna nociva. Hace falta mantenimiento en los ductos, se observaron en malas condiciones.

En las rampas para el desembarque y las mangas por donde circula el ganado, hace falta limpieza. No cuenta con área de ante-mortem, el área de secado y escurrido se lava por lo menos una vez al día.

No cuenta con un área para el lavado y desinfección del transporte. Hace falta papel en los sanitarios. En las estaciones de lavado para los empleados, no cuentan con jabón, desinfectantes y toallas desechables. Al inicio de la jornada laboral utilizan casco blanco, pero hace falta cubre boca. Incluso para entrar de un área sucia a una limpia el personal cambia de ropa pero no la desinfecta.

Se observa acumulación de tierra en el área de desembarque de reses. Los drenajes no cuentan con cubierta para evitar la entrada de plaga proveniente del alcantarillado. En el área de proceso se observan moscas.

El personal no cuenta con exámenes médicos y clínicos antes de la contratación, para determinar enfermedades ni que esté capacitado en materia de higiene.

El rastro  no cuenta con registro del control del proceso por lo menos del periodo de un año. No cuenta con registro de los resultados de análisis del agua que utilizan. No cuenta con resultado de análisis de cloro residual, libre de organismos coliformes totales y fecales. No cuenta con análisis de cloro residual.

Los trabajadores no cuentan con un manual de procedimientos y registros para llevar a cabo la inspección ante-mortem. No cuentan con un registro de los animales que llegan muertos o mueren en los corrales del establecimiento. No cuentan con un registro de los animales enfermos, caídos o muertos en los corrales.

La administración del sitio no  explica el  motivo de retención de los animales sospechosos, además de que no se tiene un  manual de procedimientos y registros para llevar a cabo la inspección post-mortem. No se lleva un registro diario de la cantidad, peso, tipo y causa de rechazo del producto. No cuentan con acuse de la compañía que estableció el convenio de destrucción de los rechazos.

Pero además, el  centro de matanza  no cuenta con registro antes de embarcar los productos en la caja del vehículo y si los recipientes han sido lavados y desinfectados. No cuenta con registro de tiempo transcurrido desde el sacrificio hasta la entrega de canal, vísceras y cabeza, no mayor de ocho horas. 

Por último, es de señalar que todas las anomalías no han sido subsanadas por el alcalde  Francisco José Martínez Pedrero, quien a pesar de haber sido presidente de la Asociación de Hoteles de San Cristóbal, sólo se ha dedicado a atender asuntos superficiales sin importarle que el rastro represente un riesgo sanitario para los sancristobalenses y turistas que consumen los productos cárnicos que ahí se sacrifican.