Aprovechan migrantes, zona zapatista para cruzar a México

Los migrantes caminan 164 kilómetros por la Selva Lacandona rumbo al municipio de Palenque.

Los migrantes, muchos de ellos familias con niños, cruzan la frontera por el río Usumacinta y llegan hasta la selva Lacandona 

Agencia El Universal

Ocosingo 

Los migrantes que llegan desde Centroamérica a la frontera con México están utilizando la región bajo control del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para acceder al país norteamericano aprovechando la menor presencia de las fuerzas de seguridad mexicana.

Los migrantes, muchos de ellos familias con niños, cruzan la frontera por el río Usumacinta y llegan hasta la selva Lacandona, al municipio de Ocosingo, considerado territorio del EZLN, una zona que quedó fuera de los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) para detener el flujo de centroamericanos por ser territorio zapatista.

Un equipo del diario fue testigo de la llegada de varios grupos de migrantes, entre ellos mujeres con menores de edad, algunos en brazos, guiados por los “polleros” o “coyotes”, quienes les prohíben hablar con cualquier persona.

Los migrantes caminan 164 kilómetros por la Selva Lacandona rumbo al municipio de Palenque, pero también se utilizan camiones de tres toneladas que se desplazan con los migrantes, principalmente por las noches.

La abuela María Elena, originaria de Santa Bárbara, en Honduras, viaja con sus tres nietos de entre cinco y ocho años de edad, para intentar llegar a Estados Unidos, a Carolina del Sur, donde viven varios familiares que han comprometido el envío de dinero para continuar el viaje.

La mujer, como otros cientos de migrantes provenientes principalmente de Honduras y El salvador, optó por tomar la ruta selvática del departamento del Petén, Guatemala, para llegar a la frontera con México aprovechando la escasa vigilancia de las autoridades.

María Elena explica que hace cuatro meses falleció su hija y se hizo cargo de sus tres nietos, con quienes tuvo que huir debido a que intentaron matarla.

Relata que en Honduras no hay trabajo y tienen un gobernante corrupto vinculado con el narcotráfico y que el país está rebasado por las pandillas que están asesinando a quienes no pagan el “impuesto de guerra”.

“Espero encontrar lo que en Honduras no tenemos, voy a luchar por mis nietos para que tengan un futuro mejor”, ha afirmado la abuela, que asegura de ser consciente de los peligros que hay en el camino. Sin embargo, cree que no tiene opción: “todos sabemos el peligro que corremos, pero hay que agarrarnos de Dios. Él es quien decide si vamos a poder pasar a Estados Unidos o no”.

El flujo de migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos se ha incrementado recientemente, lo que ha creado una situación complicada de manejar dentro de la Casa Blanca, más cuando el presidente estadunidense, JoeBiden, prometió durante la campaña electoral revertir las muy cuestionadas políticas de su antecesor, Donald Trump.

La Patrulla Fronteriza experimenta una mayor presión en los últimos meses y asegura que unos 530 menores no acompañados llegan a la frontera todos los días. Las autoridades de Estados Unidos confirmaron que son más de 17 mil los menores no acompañados bajo su custodia.

Los migrantes caminan 164 kilómetros por la Selva Lacandona rumbo a Palenque, pero también se utilizan camiones de tres toneladas que se desplazan principalmente por la noche.

 

Ocosingo, considerado territorio del EZLN, es una zona que quedó fuera de los operativos del INMpara detener el flujo de centroamericanos por ser territorio zapatista.