La muerte lo sorprendió caminando

La “ayuda” llegó cuando ya había fallecido

 



Enrique Vázquez Palacios

Tuxtla Gutiérrez

 
Una muerte repentina tuvo la mañana del pasado sábado un maestro de los llamados “fibreros”, cuando al ir caminando sobre la 20ª Sur, metros antes de llegar a la 1ª Poniente de la colonia San Francisco de esta capital, un probable infarto al miocardio hizo que cayera al piso de la calle, sin que ninguna de las corporaciones de auxilio acudiera en su ayuda, hasta casi una hora después que paramédicos de Cruz Roja intentaron reanimarlo, pero ya era demasiado tarde.

Agustín Pérez Gómez, hijo del maestro Juan Pérez Pérez, de 60 años; indicó que esa mañana acompañó a su papá a un taller mecánico ubicado a la altura de la calle central para presupuestar un trabajo de fibra de vidrio, y que alrededor de las 9:30 de la mañana caminaban de regreso a su domicilio ubicado en la colonia Ampliación El Cocal, cuando su padre se quejó de un fuerte dolor en el pecho y cayó sobre el piso de la calle.

Al percatarse de la situación, varias personas solicitaron el auxilio de las corporaciones de ayuda a través del “número de emergencias 911”, hasta que casi una hora después acudieron al lugar paramédicos de Cruz Roja, quienes revisaron al anciano solo para decirle a su hijo que “ya había fallecido”, para luego retirarse del lugar.

Poco después acudieron al lugar elementos de distintas corporaciones policiacas para acordonar la zona y levantar las primeras diligencias, mientras que familiares del infortunado anciano, acompañados del médico de cabecera, llegaron para solicitar a las autoridades, les permitieran retirar el cuerpo para darle cristiana sepultura, toda vez que el anciano padecía de una enfermedad crónica y esa había sido la probable causa de su fallecimiento.