Restauran la ‘Pompeya de América’; Joya de Cerén luce renovada

Patrimonio de la Humanidad desde 1993, la aldea maya sepultada por erupciones hace más de 1400 años recobra su esplendor

Agencia Excélsior

JOYA DE CERÉN. Protegido con un gigantesco techo, el sitio arqueológico Joya de Cerén, Patrimonio de la Humanidad desde 1993, luce renovado para quienes buscan conocer la forma de vida de esa aldea maya sepultada por erupciones volcánicas hace más de 1400 años.

Se le conoce como la “Pompeya de América”, en alusión a la antigua ciudad romana que fue destruida por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C. Al igual que esta ciudad histórica, Joya de Cerén emergió de las cenizas de las erupciones de cuatro volcanes, entre las que figuran la del lago de Ilopango en el año 535 d.C y la del Loma Caldera, en el 650 d.C.

Las capas de cenizas, a pesar de que obligaron a la población a huir y cubrieron el lugar, terminaron protegiéndolo del paso del tiempo.

La arqueóloga Michelle Toledo celebró haber podido rescatar rasgos intactos de “la vida doméstica de un pueblo maya del Clásico Tardío que fue sepultado por una erupción volcánica y que, gracias a esto, se conservó de manera excepcional”, explicó.

Es como una cápsula del tiempo”, dijo la experta.

Convertido en museo arqueológico, el lugar estuvo protegido con un techo provisional por varios años, insuficiente para evitar su deterioro.

Obras para repotenciar el museo con una inversión de 1.3 millones de dólares permiten observar las estructuras en todo su esplendor, con información en varios idiomas, incluso en lenguaje braile.

Ya que tenemos áreas más techadas, podemos iniciar proyectos de investigación con excavaciones y así obtener más información del sitio”, comentó Toledo, quien participa de las labores de exploración.

En el museo se observa una abundante colección de cerámica que tiene plasmada la fauna del entorno, como cangrejos, aves y monos, que echa luz al sitio descubierto en 1976. 

TRANSITAR POR UN SENDERO DE LUZ Y FUEGO 

Una mujer coloca rosas blancas brillantes en el suelo, en el nuevo camino iluminado Ignite: ¿Un sendero de luz, linternas, fantasía y fuego?, en Tyntesfield de National Trust, cerca de Bristol, que se abre al público este fin de semana, lo que permite a los visitantes ingresar a una tierra de luz y fuego. El nuevo sendero integra además una avenida en forma de corazón, que invita a un paseo singular.