Crece polémica por expedientes del Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología

Diego Prieto aseguró tener la lista completa de los expedientes; dijo que están “absolutamente localizados y localizables”

Agencia Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.

“No tenemos ningún dato fehaciente de que se haya perdido algo”, dijo ayer Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), luego de que Excélsior revelara la sustracción o extravío de 78 expedientes relacionados con deslindes e investigaciones en zonas arqueológicas del Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología (ATCNA), hecho reportado por José Luis Ramírez Ramírez, don Pepe, desde 2019, como consta en una serie de documentos obtenidos por este diario.

Tengo aquí la lista completa de los expedientes a los que se refiere esa nota y están absolutamente localizados y localizables”, abundó el titular durante la conferencia de prensa en la que Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, anunció la reconstrucción del Templo de Santiago Apóstol de Nurio (Michoacán), conflagrado en marzo pasado, con gastos que serán cubiertos por el seguro, sin que aún cuenten con el proyecto para su
reedificación. Y confirmó que continúan los estudios para sustituir la concha acústica del Palacio de Bellas Artes y la ubicación de una tienda Fonart en el Centro Cultural Los Pinos.

Prieto admitió que no hay registro de actas administrativas que consignen faltantes en el Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología y lamentó que se intente usar el fallecimiento de don Pepe –conocido como el constructor de dicho acervo–. “Quiero decir, enfáticamente, que no se tiene evidencia de que se haya perdido algún documento”.

Y aseguró que, “al fallecimiento de José Luis Ramírez, encontramos algunos documentos que él venía trabajando y que se regresaron los expedientes correspondientes. El ATCNA, quisiera decirles, desde 2011 cuenta con un plan anual de trabajo y, desde junio de 2019, fue declarado por el sistema de archivos del INAH como un recinto modelo”.

Este diario solicitó una entrevista con Prieto para abundar sobre el tema, ya que no aportó registros que avalen sus declaraciones, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió respuesta.

Por su parte, el arqueólogo Leonardo López Luján se pronunció sobre el tema en Twitter: “Si se corrobora la denuncia del saqueo del ATCNA, significaría una pérdida irremplazable para la historia de esta disciplina científica en México”. Y afirmó que “parecería impostergable la conformación de una comisión de expertos independientes (historiadores, restauradores, arqueólogos, técnicos en archivonomía, auditores) para elaborar un inventario minucioso y determinar posibles faltantes en el archivo”.

También advirtió que “igual de importante sería que dicha comisión independiente determinara si el espacio proyectado de traslado en la planta más profunda del MNA cumple con las exigencias de la norma mexicana NMX-R-100-SCFI-2018 para preservación de acervos documentales”.

Excélsior conversó con tres colaboradores cercanos a don Pepe en el ATCNA, quienes pidieron reservar sus nombres, pero confirmaron la ausencia de los expedientes de deslindes y los otros informados el pasado lunes, que incluyen croquis de ubicación, declaratorias, escrituras y datos personales de algunas zonas arqueológicas como Teotihuacan, Calakmul y Edzná, entre otras, con documentación original que nunca debió salir del archivo.

Además, corroboraron que, en 2019, don Pepe solicitó personalmente a Prieto que se levantara un acta administrativa para deslindar responsabilidades por la pérdida de dichos expedientes, pero ni el titular ni la Coordinación Nacional de Arqueología, que es responsable del acervo, la realizaron, ante lo cual exigen que el Órgano Interno de Control y la Secretaría de la Función Pública lleven a cabo una investigación meticulosa al respecto.

Sobre la supuesta ubicación de los expedientes, uno de los colaboradores de don Pepe aseguró que es imposible que cuenten con los documentos originales, en especial de los deslindes, “porque ahí hay declaratorias y oficios que no son fáciles de rastrear. Un proyecto podría recuperarse, ya que existe una bodega (en Teotihuacan) que resguarda una fotocopia de los informes, pero en cuanto a los deslindes… no, no creo”.

Y detallaron que los expedientes extraviados “contienen información sensible (croquis de localización de predios aledaños, declaratorias y en algunos casos escrituras) y “puede prestarse a que quien los haya sustraído (aunque sea temporalmente) pudiera llegar a acuerdos con propietarios y propiciar especulación inmobiliaria en sitios arqueológicos”. 

VOZ AUTORIZADA

Parecería impostergable la conformación de una comisión de expertos independientes (historiadores, restauradores, arqueólogos, técnicos en archivonomía, auditores) para elaborar un inventario minucioso y determinar posibles faltantes en el Archivo Técnico de Arqueología del INAH.