Julián Herbert: Once miradas sobre el oficio de escribir

El narrador y poeta comparte en Suerte de principiante sus secretos para crear

Agencia Excélsior

La escritura es un proceso difícil. Siempre me ha costado trabajo, no es un oficio fácil”, afirma tajante el escritor mexicano Julián Herbert (1971).

Por esta razón, el poeta, novelista, cuentista y ensayista desarrolló 11 ideas sobre el oficio de escribir, que reúne en el libro Suerte de principiante (Gris Tormenta), en el que examina la creación (la escritura) y al creador.

Con reflexiones en tono de charla, el autor une teoría y poesía, meditaciones y chismes literarios, referencias clásicas y cinematografía contemporánea.

Son menos digresivos y menos personales. Están más enfocados en el análisis literario. Nunca había hecho un libro como éste. Los temas abarcan una serie de pasos que van desde el cuerpo, como parte de la literatura, hasta los procesos de disciplina que tiene que construirse un escritor para desarrollar el oficio”, explica en entrevista.

El también músico y promotor cultural detalla que los textos de Suerte de principiante nacieron en 2019, cuando realizó un ciclo virtual de charlas. “Las transformé en ensayos escritos. Lo más difícil fue mantener el tono; pero tuve que cambiar pasajes de lugar, suprimir muchas cosas y escribir nuevas. Son muy distintos a las charlas.

Ha sido uno de los procesos de trabajo más interesantes con los editores, porque agarramos el texto desde un lugar distinto”, señala.

Detalla que los temas tienen una estructura geométrica. “Como son 11 ensayos, dividimos en cinco y cinco y, a la mitad, está La dualidad. El nombre de los tres primeros empieza con ‘R’ de radio: la respiración, la rutina y la repetición. Y dos comienzan con “P” de perímetro: la pregunta y la paranoia.

Es una especie de diálogo secreto con la estructura del círculo. Dialogan el primero con el último, el segundo con el décimo. Se mueven hacia el centro”, añade.

El autor de la novela Canción de tumba destaca que el proceso de aprender a respirar nunca se termina. “El cuerpo cambia y la respiración también. Desde que hice esa charla a la fecha he bajado 15 kilos. Tienes que respirar de otra manera. Cada obra requiere de una respiración diferente, debes inventar la respiración de los personajes. Tiene que ver con cómo respiras el mundo”.

Dice que tiene un método específico para prepararse para escribir. “Me levanto a las 6:30 de la mañana. Hago un proceso de meditación, de lectura, voy a correr y hago pesas. Mientras corro, diseño proyectos o memorizo pasajes. Es mi primer turno de escritura. Luego cocino y escribo de 5 a 9 de la noche. Además, en un cuaderno llevo la contabilidad de lo que escribo a diario”.

Herbert confiesa que “lo autobiográfico siempre ha sido tema literario para mí: mi relación con las drogas, con el alcohol, el tema del erotismo, las relaciones de pareja, la paternidad. Es el enfoque con el que me acerco a la literatura.

Mi pasión literaria es lo que más me importa. Aunque la violencia nunca fue mi vocación; sí el desmadre, la fiesta, el romper las reglas. Llevo seis años sin beber ni consumir drogas. Y eso ha cambiado mi dinámica al escribir”, añade el también catedrático.