Preservan la tradición y el misticismo

Magos, chamanes, brujos y curanderos  esperan el primer viernes del tercer mes del año, el día más especial para su labor

Agencia Excélsior

CATEMACO.

En este rincón de Veracruz que rodea a una laguna, los habitantes son magos, chamanes, brujos, curanderos y adivinos y tienen un día especial para realizar rituales de purificación, limpieza y magia, en el que también las fuerzas oscuras desprenden energías.

El primer viernes de marzo en Catemaco es un día especial y comienza el Festival Más Mágico. Los ancestros le daban un lugar particular que a lo largo del tiempo se mezcló con la creencia occidental, que coincide con la llegada de la cuaresma.

Antiguamente, los brujos buscaban lugares secretos para realizar sus ceremonias con las que pedían a sus deidades seguir desprendiendo energías para mantener los dones especiales de los que fueron dotados.

Esa parte mágica poco a poco fue abriéndose a los espectadores, hasta que se convirtió en un festejo en el que todos los habitantes de Catemaco participan y buscan la buena fortuna, la salud, el amor o simplemente presenciar la invocación de las fuerzas ocultas.

La fiesta comienza la noche del jueves, cuando los brujos realizan la llamada “misa negra”, una ceremonia de sacrificio y ofrenda a las fuerzas del mal. Al día siguiente se lleva a cabo la “misa blanca”, donde se invoca a las deidades de la naturaleza y se hacen limpias a los asistentes con hierbas, velas, huevos y otros elementos.

La fiesta también incluye actividades culturales, artísticas y gastronómicas, como danzas, conciertos, exposiciones, talleres y degustación de platillos típicos de la región. Además, se puede aprovechar para conocer los atractivos naturales de Catemaco, como la laguna que alberga la isla de los monos, la reserva de Nanciyaga y la cascada del Salto de Eyipantla.

Durante la semana previa y hasta el fin de semana posterior al festejo, los visitantes podrán tener opciones de entretenimiento cultural, artístico y recorridos turísticos por la región.

La fiesta del primer viernes de marzo en Catemaco es una experiencia inolvidable que combina misticismo y tradición.