Arthur Brand, el 'Indiana Jones del arte' y otras historias fantásticas

En una escena digna de una película, Arthur Brand jugó un papel crucial en la recuperación de un Van Gogh de 1884, robado en 2020 y finalmente recuperado

Agencia Excélsior

El mundo del arte siempre ha estado repleto de historias intrigantes y recuperaciones milagrosas, y el año 2023 no ha sido la excepción. Entre los casos más destacados de recuperación de arte, encontramos una variedad de obras que abarcan desde la Inmaculada de Velázquez hasta dibujos de Salvador Dalí, pasando por un Van Gogh de 1884. Estas piezas, perdidas durante años, han sido devueltas a la luz gracias a la dedicación de expertos, detectives del arte y coincidencias fortuitas.

Uno de los ejemplos más sorprendentes es el de la Inmaculada de Velázquez, que pasó 97 años en el cabecero de la cama de Soledad de Rojas en Sevilla. Tras su fallecimiento, la obra fue descubierta como una pieza temprana de Velázquez. Otro caso notable es el descubrimiento de un cuadro del siglo XVIII en Perú, robado hace dos décadas y recuperado tras una solicitud de certificación de originalidad.

Salvador Dalí: recuperando el legado

La recuperación de dos dibujos de Dalí, robados y posteriormente descubiertos en un intento de venta, demuestra cómo incluso los ladrones a veces desconocen el verdadero valor de lo que han sustraído. Y en una escena digna de una película, Arthur Brand, conocido como el 'Indiana Jones del arte', jugó un papel crucial en la recuperación de un Van Gogh de 1884, robado en 2020 y finalmente recuperado tras una meticulosa investigación.

Finalmente, 'La crucifixión de San Dimas' de Juan de Ribalta, sustraída hace décadas y encontrada en Italia, fue devuelta a Valencia, cerrando otro capítulo fascinante en la historia del arte recuperado.

Estos casos destacan no solo la importancia de preservar y proteger nuestro patrimonio artístico, sino también la persistencia y sagacidad de aquellos dedicados a recuperar estas obras invaluables, asegurando que continúen inspirando y educando a futuras generaciones.

 

El misterio de la Inmaculada de Velázquez


Una Inmaculada de Velázquez, un Van Gogh de 1884 o dos dibujos al carbón para ilustrar una edición de un libro pintados por Salvador Dalí son algunas de las obras históricas que han sido recuperadas en este 2023 tras un largo tiempo de extravío.

A lo largo del pasado año, numerosas obras han sido recuperadas gracias a un proceso de búsqueda e identificación, en algunos casos, o a un componente de casualidad, en otros. Hiscox, compañía internacional especializada en seguros de arte, ha hecho un repaso por algunas de las piezas más destacadas que, tras ser descubiertas o recuperadas de su expolio, han recuperado su identidad este año.

Por ejemplo, una Inmaculada de Velázquez que estuvo 97 años en el cabecero de la cama de una mujer. Soledad de Rojas nació el 1 de enero de 1923 y falleció el 23 de julio de 2020, ambos en el mismo dormitorio de su casa familiar de la calle Albuera de Sevilla.

Sobre el cabecero de su cama, descansó durante sus 97 años de vida una Inmaculada sosteniendo a su hijo. Antes de su fallecimiento dejó el lienzo en herencia a la parroquia de la Magdalena y, desde allí, fue enviado al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico para restaurarla. Así, los expertos descubrieron que se trataba de una obra de un joven Diego de Velázquez cuando tenía tan solo 15 años.

Otro caso destacado es el de una solicitud de certificación de originalidad que llevó a la de un cuadro del siglo XVIII en Perú. Hace casi 20 años, en 2005, cinco pinturas fueron sustraídas del Museo Histórico Regional Palacio Inca Garcilaso de la Vega en Cuzco, Perú. Entre ellas, 'El Bautismo de Cristo en el Jordán', un valioso óleo sobre lienzo del siglo XVIII y parte del patrimonio cultural del país.

En febrero de 2023, su por entonces poseedora, una ciudadana peruana, solicitó su certificado de originalidad al organismo correspondiente, quienes encontraron una etiqueta y un código de catalogación en el reverso del lienzo que señalaba la procedencia de dicho museo.

Tras detectarlo, se comunicó de inmediato a la Dirección de Recuperaciones, desde la cual pudieron corroborar que se trataba de una de estas obras de arte sustraídas y, finalmente, pudo volver a su lugar de origen.

En esta recopilación también se incluye el caso de los dos ladrones que desconocían el verdadero valor de dos obras de Dalí. En 1922, Salvador Dalí realizó dos dibujos al carbón para ilustrar una edición del libro de Pere Coromines 'Les gràcies de l'Empordà', que nunca llegó a ver la luz. Sin embargo, las obras, 'Vino rancio' y 'Las Sardanas de la fiesta mayor' pasaron a ser propiedad de la familia Coromines en Barcelona.

Así, más de 100 años después, a comienzos de 2022, tres ladrones irrumpieron en la casa y robaron estos dos carboncillos y, en mayo de 2022, tras un intento de vender los cuadros en el mercado, un comprador anónimo fue quien dio la voz de alarma a los Mossos d'Esquadra ya que una obra de este tipo, valorada en 300.000 euros actualmente, no pasaría nunca desapercibida en el mercado. Este año ha sido finalmente devuelta a sus dueños.

 

La odisea de un Van Gogh perdido


Mientras, Arthur Brand, el conocido como 'Indiana Jones del arte', fue el artífice de la recuperación de un Van Gogh de 1884. En marzo de 2020, al comienzo del confinamiento por la pandemia del coronavirus, un ladrón irrumpió en el museo Singer, en la localidad neerlandesa de Laren, y sustrajo un cuadro de Van Gogh de 1884 valorado en varios millones de euros conocido como 'Jardín rectoral en Nuenen en primavera'.

Tras tres años de investigación de Brand, en colaboración con la policía holandesa, averiguaron que el ladrón había conseguido llegar a su puerta de casa en Ámsterdam con la pintura en una almohada y una bolsa de IKEA. No tardaron en localizar al ladrón ya que su ADN se encontró tanto en esta escena del crimen como en anteriores.

Por último, a principios de año, 'La crucifixión de San Dimas', representación del pintor de la escuela valenciana Juan de Ribalta en el siglo XVII, fue finalmente devuelta al Museo de la Ciudad de València.

Precisamente 44 años antes, en 1979, fue sustraído del monasterio de San Miquel de los Reyes y, algunos años más tarde, en el 2000, fue localizado por la Interpol en la localidad italiana de Spezia en manos de un ciudadano italiano y colocado en el Museo Amedeo Lía. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando el Tribunal de Apelación de Génova ha dado la razón al Ayuntamiento de Valencia y ha sido recolocado en el museo valenciano.