HOSPITAL DEL ALMA 18/09/18
Por El Duque de Santo Ton
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Querido Duque de Santo Ton:
Estoy angustiada porque mi único hermano, que es joven, blanco, guapo, alto e inteligente, se enamoró de una fulana vieja, chaparra, prieta, horrenda y, por si fuera poco, hedionda. Me parece que en lugar de ayudarla a integrarse a la buena sociedad, la hedionda arrastrará a mi hermano a la cloaca de donde la sacó.
Celeste
Tuxtla Gutiérrez
Querida María Celeste:
Algo me dice que tu hermano lleva un buen tiempo buceando en la cloaca que mencionas, y esa hedionda es tan solo un recuerdito de ese pantano.
Querido Duque de Santo Ton:
Soy una mujer divorciada, sin hijos y tengo 60 años de edad. Sin embargo, como me cuido mucho e invierto una fortuna en mi arreglo personal, parezco de 30. Además de lucir joven, tengo mucho roce social, viajo por todo el mundo, y me encanta conocer gente. Tengo casa propia y dos sirvientas que me atienden y cuidan de mi ropa. Obviamente, tengo a los hombres que quiero, no me es difícil meterlos en mi cama y después olvidarlos, ya que no me interesan las relaciones con compromiso. No me lo vas a creer, pero desde hace varios meses tengo un antojo que no me atrevo a confesar a nadie más. Quiero tener sexo con un hombre pobre, con un tipo de clase baja que trabaje como albañil o como taxista, que sea distinto de los políticos o empresarios con los que suelo acostarme. Sin embargo, por mi forma de ser, ningún mamarracho se atreve a insinuarme nada ni se acerca a mí con fines lúbricos. De hecho, puedo conseguir hombres 30 años menores que yo, pero todos tienen buena posición social y yo lo que quiero es retozar con un naco, alguien que acepte una propina por hacerme sentir lo que es ser mujer de un sirviente ¿cómo puedo hacer para conseguir alguien así?
Brenda
Tuxtla Gutiérrez
Querida Brenda:
Yo te consigo desde un globero hasta un despachador de gasolina, a una dama nada se le niega.
Duque:
Pronto voy a tener a mi primer hijo y mi esposo quiere que se llame Jean Pierre, pero yo siempre soñé que mi primogénito se llamaría Iker ¿a ti qué nombre te gusta más?
Rosa María
San Cristóbal
Querida Rosa María:
Ambos nombres me parecen asquerosos ¿no se han dado cuenta de que vivimos en México? Poner a los niños nombres que no concuerdan con su apellido no sólo es ridículo sino es una injusta manera de estigmatizar a sus desde la cuna.
Querido Duque de Santo Ton:
Un hermano de mi esposo es gay pero siempre me había caído bien y le tenía cariño, hasta que en la fiesta de mi cumpleaños se enamoró de mi peinador de toda la vida. Yo no acostumbro invitar a las personas que me sirven a mis reuniones íntimas pero, además de ser mi peinador, el tipo del que se enamoró mi cuñado es muy educado y de finas maneras, por lo que pensé que se comportaría bien, pero terminó en la cama del hermano de mi esposo la misma noche en que se conocieron. La cosa no terminó ahí, sino que se fueron a la Ciudad de México y se casaron legalmente, de manera que mi peinador ahora es parte de mi familia política. Estoy apenadísima con mi marido y con mi suegra, pues lo fui la que presentó al hermano mayor con el que ahora es su marido.
Rebeca
Tuxtla Gutiérrez
Querida Rebeca:
Todas las cosas tienen su lado positivo: ahora ya tienes peinador gratis a la mano, pues no creo que ese hombre se hombre se atreva a cobrarte después de que le cambiaste la vida y de que, después de todo, te guste o no, es tu concuño. Lo que sí te aconsejo es que abras bien los ojos, pues con su nuevo estatus civil, el peinador va a querer hincarle el diente a la herencia de tu marido pues, como legítimo esposo, es probable que ya esté contemplado en la lista de los que les va a tocar algo. Siempre es recomendable que los parientes homosexuales permanezcan solteros.
Duque de Santo Ton:
Hace unos días estaba discutiendo con mi esposa y se puso tan acalorado el pleito, que terminé dándole un par de cachetadas. Es tan escandalosa mi mujer, que empezó a berrear más que un cochino en el matadero y una de las vecinas, a la que ni conocía, vino a decirme que no maltratara yo a mi esposa. Me dio tanto coraje que fuera tan metiche la vieja, que le dije que se fuera a chingar a su madre, y se fue pero regresó con su marido para que, según ella, me pusiera yo con un hombre. El tipo iba a reclamarme por haber insultado a su esposa, pero salió corriendo cuando vio que lo estaba yo esperando con mi escopeta. Mi mujer también está enojada con ellos por metiches, pero nos da miedo que procedan legalmente contra mí porque yo no tengo permiso para portar armas ¿Qué haré?
Sebastián
Palenque
Querido Sebastián:
Me parece que ha llegado el momento de desprenderte de esa escopeta, acuérdate de que las armas las carga el diablo, y si no tienes permiso para portarla sí puedes meterte en un pleito legal. No creo que tus vecinos vuelvan a meterse en tu intimidad pero explícale a tu esposa que el ser tan gritona y exagerada puede dar lugar a problemas innecesarios.
Duque:
Terminé con mi novio, después de una relación de 5 años. Lo dejé por un muchacho más joven, con gustos muy similares a los míos, pero que no es muy agraciado, más bien es feo. Mi hermana, que es también mi mejor amiga, me dijo que estoy loca por haber hecho ese cambio. Yo pienso que la belleza interna es lo que importa. Aunque mis amigas dicen que tengo razón, otras aseguran que acostarme con un hombre así de feo es un crimen. Ellas piensan que se trata solo de una ilusión, que con el tiempo se me olvidará; además, creen que él está conmigo solo para pasar el rato. Tengo miedo de que así sea, porque realmente estoy dejando a mi antiguo amor por este nuevo. Me siento muy mal por todo. No quise enamorarme de otra persona, pero en el corazón no se manda. Yo solo quiero estar bien al lado de alguien que me ame y desee estar conmigo.
Zoila
Tuxtla Gutiérrez
Querida Zoila:
No te sientas obligada a acostarte con nadie. Hazlo con quien mejor te parezca y al que no le guste pues que se vaya de puntitas a Pillford.
Querido Duque:
Dicen que ahora con los nuevos cambios, los pobres sernos los nuevos ricos y los ricos serán los nuevos pobres, lo cual me parece muy justo.
Mahara
Cintalapa
Querida Mahara:
¿Cuáles cambios?
Duque:
He visto fotos tuyas y me parece que has bajado de peso. Te felicito, antes parecías un marrano.
Elodia
San Cristóbal
Querida Elodia:
¿Y si mejor vas a felicitar a tu arrugada abuela?