HOSPITAL DEL ALMA 14/09/18

El Duque de Santo Ton

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Hola Duque:

Soy una chica de San Cristóbal que busca conocer amigos de Tuxtla Gutiérrez, para poder salir a pasear y conocer tantos antros y lugares bonitos que han abierto en la ciudad.

Yo estudio preparatoria, pero mis papás son de mentalidad abierta y me dejan pasar los fines de semana en Tuxtla. De hecho sí tengo amigos en Tuxtla, pero a mí me gustaría conocer nuevos amigos que fueran morenos, delgados y tuvieran coche para salir a pasear y para ir a los antros. Yo puedo quedarme a dormir en casa de una mi tía que vive en la colonia Bienestar Social, e invitar a una o dos amigas de San Cristóbal a las que también les encanta ir a Tuxtla. No me gusta arriesgarme, por lo que si alguien está interesado en contactar conmigo, me gustaría que te escribieran a ti para que tú les des mi correo electrónico. Estoy segura de que no se van a arrepentir y por eso mando mi foto.

Amira

San Cristóbal 

Querida Amira:

Con lo impersonal que resulta la Internet, yo puedo hacerte el servicio de proporcionar tu correo a quien me lo pida, pero eso no garantiza que tú o los que te escriban sean quienes dicen que son, ni que quieran hacer lo que dicen que quieren hacer. 

Duque:

Yo soy hombre cien por ciento y me encantan las mujeres, pero cada vez que por accidente o por broma algún amigo me toca las nalgas por encimita del pantalón lo disfruto mucho, y hasta se me endurece eso que tú ya  sabes. A mí no me gustan los hombres, pero sí me gusta que me toquen el trasero ¿por qué será?

José Manuel

Tuxtla Gutiérrez 

Querido José Manuel:

Con toda seguridad existe una parte de tu personalidad que no entiendes y  que te niegas a aceptar. Si te gustan las mujeres, pero también disfrutas las caricias o la proximidad con personas de tu mismo sexo, me parece que al negarlo te  estás perdiendo la mitad de la diversión. 

Querido Duque de Santo Ton:

Vivo en San Cristóbal, pero soy de Holanda, de un pueblo cerca de Ámsterdam. Tengo  treinta años y tengo problemas de comunicación con la gente de Chiapas. Por eso me gustaría que publicaras mi foto y mi dirección de correo, con el objeto de hacer amigos porque me siento muy solo. Te mando mi foto.

Herko

San Cristóbal 

Querido Herko:

Ya te mandé el celular de mi psiquiatra de cabecera. 

Duque de Santo Ton:

Mi novio pertenece a una religión que se llama “Palo de Mayombe” o algo así, y dice que es originaria de Cuba y de África. Se la toma muy a pecho y hay un hombre al que le dice “padrino”. Lo más raro de todo es que se la pasan matando pollos, y cuando se reúnen usan unos collares que nadie puede tocar porque se molestan mucho. A mí, mi novio se me hace muy guapo y es un encanto de hombre, pero no me gustan esas cosas raras. Yo soy católica y así quiero seguir. Vas a decir que son payasadas, pero también prenden veladoras y cosas así a la Virgen y a los santos, pero los llaman con nombres muy raros que nunca me he  aprendido. Estoy segura de que nunca voy a pertenecer  a la religión de los “Palo de Mayombe”, pero ¿qué puedo hacer si adoro a mi novio?

Sara

San Cristóbal 

Querida Sara:

Creo que para ese tipo de cuestiones al que tienes que consultar es a Dios, no a mí. Me declaro ignorante. 

Querido Duque de Santo Ton:

A veces que voy a casa de una amiga y no está, el que sale a abrirme la puerta es su papá, un señor como de 40 años, que se conserva bien y delgado, hasta eso, pero es tan descarado que como sabe que soy yo, sale a abrirme en calzoncillos, como si fuera de lo más natural. La otra noche salió en bata, pero la traía toda abierta y sin nada abajo, enseñando todas sus cosas. Cuando mi amiga sí está, entonces sale muy bien vestido ¿le diré a mi amiga que su papá es un cochino?

Cindy

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Cindy:

Sí, dile a tu amiga que su padre es un exhibicionista y tiéndale un cuatro para que cuando te esté enseñando su genitalidad, tu amiga llegue como quien no quiere la cosa y vea por sí misma las cochinadas que hace su papá. Estoy seguro de que el tipo no volverá a intentar nada. 

Duque:

Me da un poco de vergüenza, pero tengo que platicarte lo que me sucedió la otra noche. En una fiesta conocí a una señora guapísima de la alta sociedad, y no sé que hubo entre nosotros, que se ofreció a darme un aventón a mi casa porque yo no llevaba coche, pero en lugar de eso me llevó al motel, en donde seguimos echando trago en un cuarto. Obviamente terminamos en la cama, pero cuando ya tenía desabrochado el pantalón y me lo iba a bajar, me acordé de que llevaba los calzones bien flameados. No sabía qué hacer, y lo único que se me ocurrió fue meterme al baño para quitármelos. Como no sabía dónde esconderlos, los puse en el depósito de agua del excusado. Después regresé a la cama y disfruté del sexo a plenitud. Antes de salir de ahí, la señora quiso pasar al baño y pasó, y me gritó que el excusado estaba tapado. Yo hice como que lo arreglaba, pero lo que pasaba era que mis calzones se habían atorado en el flotador. Al salir de ahí, ya en el coche, la señora me acarició la pierna, me dijo que adora a los hombres que no usan calzones, me dio 200 pesos y me dijo que no quería volver a verme, y que si me la encontraba que ni la saludara. Yo quería regresar al motel por mis calzones, pero preferí que se perdieran en lugar de estar pagando tanto taxi.

Rusell

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rusell:

Hiciste bien, eso de ir a reclamar tus calzones flameados al Niza hubiera sido de muy mal gusto. Qué bueno que, por lo menos, te quedaste con tus doscientos pesos. 

Duque de Santo Ton:

Soy un hombre mayor y vivo solo, porque estoy en Tuxtla sólo por motivos de trabajo, y una de las cosas que me ayuda a mitigar la soledad, es escuchar los discos de música clásica que traje de la Ciudad de México, pero los escucho y los escucho y me gustaría comprar más, cosas así como para aficionados de verdad. Lo malo es que no sé dónde, por más que recorro las tiendas de la ciudad no encuentro nada que valga la pena.

Rosendo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rosendo:

Le estás pidiendo peras al olmo. Aquí en Tuxtla Gutiérrez no hay ninguna tienda que tenga variedad de discos de música clásica de calidad, pues hasta la sección dedicada a la música culta de Mixup es bastante limitada. Dile a alguien que te enseñe a comprar por Internet y vas a encontrar verdaderas chuladas como la “Danza de los sables” de Aman Jachaturián, “Los planetas” de Gustav Holtz o la sinfonía “Leningrado” de Dimitri Shostakovich.