HOSPITAL DEL ALMA 29/06/18

 

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected]

 Querido Duque:

Hace más de cuatro años vivo con mi esposa, pero desde hace un año su mamá se instaló con nosotros. Yo le dije a mi señora que eso nos iba a quitar mucha privacidad, ya que cuando se nos antojaba teníamos sexo en cualquier lugar de la casa, pero ella respondió que sólo serían unos días, y ya ha pasado año y medio y la vieja no se va. El problema es que en varias ocasiones la señora nos ha visto a su hija teniendo sexo en la sala. Además, hace unos cinco meses yo tuve sexo con mi suegra, un día que mi esposa salió de la casa. Sin decir nada, mi suegra me bajó los pantalones  y los cazones para darse gusto. Desde entonces, la señora me hace sexo oral cada vez que se puede y a mí me encanta pero me da miedo que mi mujer se entere y pierda lo más por lo menos.

 

Alejandro

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Alejandro:

Creo que lo mejor es que dejes que las cosas se den solas. Si tienes a las dos mujeres satisfechas y tienes cuidado para guardar las apariencias, vas a ver que no te faltará la comida caliente, la cama tibia y el agua fresca. No serás el primero ni el último en ser compartido por madre e hija, pero ten mucho cuidado en no dejar embarazada a tu suegra, ésa sí sería una situación incómoda. 

Duque:

Yo soy un hombre de treinta años, bien parecido y muy vigoroso. Por desgracia no tengo empleo y me gustaría tener ingresos mediante el sexo servicio, pero no sé cómo empezar. Estoy seguro de que podría conseguir muy buenos ingresos. Me contaron de un sitio de taxis al que las señoras solas y con dinero llaman para solicitar hombres como yo, pero no sé quien los regentea ¿podrías conseguirme el dato? Me urge.

Carlos

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Carlos:

Para trabajar ahí lo primero que necesitas es tener un celular al que te llamará el taxista. Cuando hay servicio, te habla, te va a recoger, te lleva a cumplir y luego te regresa a tu casa. Tienes que pagar el 50 por ciento de comisión pero el trabajo es cómodo y seguro. Te voy a mandar a tu E Mail el teléfono del tipo que se encarga de enganchar a los sexoservidores, pero te aclaro que yo no tengo nada que ver con ese servicio, sólo sé de él por un amigo y te voy a mandar el teléfono solamente porque tú me lo solicitas, pero yo no me beneficio económicamente en nada. Eso sí: recuerda que el sexo  seguro no es simplemente un medio de protección, sino todo un estilo de vida. 

Duque:

No sé porque, pero últimamente estoy enojado todo el tiempo, cualquier cosa me pone frenético, el otro día medio maté a golpes a mi hijo sólo porque se tomó una coca que yo había dejado guardada en el refrigerador ¿estoy mal?

Max

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Max:

Qué pregunta más estúpida, claro que estás mal, eres neurótico y no sabes controlar la ira. Te sugiero que consultes a un especialista en problemas de conducta porque ese tipo de reacciones pueden meterte en serios problemas si no los tratas a tiempo. 

Duque de Santo Ton:

Yo me casé muy enamorada y durante los primeros años de mi matrimonio fui muy feliz, pero me acabo de enterar de que mi marido es gay y de que lo ha sido desde antes de que nos casáramos. No hay duda de lo que te digo porque él mismo me lo confesó. Es una situación muy dolorosa porque también me dijo que acostumbra acostarse con jovencitos de la edad de nuestros hijos, pero aún así yo lo sigo queriendo y como en el plano sexual ya no tenemos relaciones, estoy dispuesta a llegar a un acuerdo con él para no divorciarnos ni separarnos y fingir que no pasa nada, pues no quiero que mis hijos se enteren de que su padre es homosexual.

Dolores

San Cristóbal 

Querida Dolores:

Tu idea no suena tan descabellada, pero me parece que no hay nada mejor que decir la verdad, pues por lo general siempre sale a flote. Por lo demás, no estaría mal que te hicieras la prueba del SIDA mi reina porque en estos casos uno nunca sabe. 

Querido Duque:

A veces no conseguimos en mi oficina el “Oye Chiapas”, y no podemos leer el Hospital del Alma. Todos nos sentimos frustrados porque nos haces reír con tus burradas. No seas gacho, sólo por tu columna compramos el periódico.

Silvia

Tuxtla  Gutiérrez 

Querida Silvia:

Esa expresión de "tus burradas" no me gustó mucho que digamos, pero, en fin, gracias por leer mi Hospital. 

Querido Duque:

La otra noche fui con mi novia a un antro, y como estaba muy lleno, nos tuvimos que quedar parados junto a la barra. Después de tomar un trago, nos pusimos a bailar, y en eso entraron unos tipos muy borrachos y como mi novia es bien bonita, la empezaron a molestar diciéndole de cosas, así como de que aflojara, de que estaba bien buena y otras vulgaridades. Entonces yo le dije a mi novia que no les hiciera caso, que mejor nos fuéramos a otro lado, que el ambiente estaba bien pesado. Apenas habíamos caminado algunos pasos, cuando tres de los sujetos se acercaron a mi novia y la empezaron a manosear, le agarraron las bubis y las nalgas y hasta le pasaron sus apestosas manos en la entrepierna. Ella me pidió que la defendiera, pero yo no podía hacer nada en contra de tantos fulanos, así que me aguanté y en cuanto pude, jalé a mi novia de la mano y la saqué de ahí. Ella iba llore y llore, y buscamos al gerente para quejarnos, pero cuando lo encontramos él estaba echando trago con los mismos tipos que humillaron a mi novia, por lo que mejor nos salimos y juramos no volver a poner un pie en ese lugar, pero ahí llegan todos nuestros conocidos y es el lugar en el que mejor nos la pasamos. Mi novia dice que volvamos, que nos tocó mala suerte, que seamos más precavidos y que ya no va a pasar nada, pero yo, nada más de acordarme, no quiero regresar a ese antro.

Gamaliel

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Gamaliel:

La verdad es que las desgracias pueden ocurrir en cualquier parte y por lo general te toman desprevenido, pero se nota que el antro que mencionas es un lugar muy inseguro y si ya tuviste una amarga experiencia, no tiene caso exponerte de nuevo, y menos exponer a tu novia. Me imagino el sentimiento de impotencia que has de haber sentido al no poder defenderla, y te comprendo muy bien. Una pareja solitaria ante una bola de rufianes, es una especie de víctima propiciatoria, que incita al peligro. 

Duque:

Mi esposa está duro y dale con que quiere que la lleve a conocer Acapulco. Dice que desde niña, desde que veía las películas de Mauricio Garcés y de Claudia Islas, se le hizo la ilusión, porque en el cine se notaba que era un lugar bien padre, lleno de casotas de lujo, yates, gringos por todas partes y cosas así. Lo malo es que ya pregunté en cuanto nos saldría el viaje, y a mí me es prácticamente imposible pagarlo. Yo tampoco conozco Acapulco, pero me conformo con ir a Puerto Arista y a Boca del Cielo ¿por qué las mujeres son locas y se la pasan soñando cosas que no pueden ser?

Víctor

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Víctor:

Es mejor soñar con conocer Acapulco, que conformarse con ir a chapotear a las peligrosas y puercas aguas de Puerto Arista. No seas derrotista y no te dejes amedrentar por un presupuesto, pues Acapulco es un lugar que ofrece opciones para todos los bolsillos. Claro que ha cambiado mucho, muchísimo, pero aún así, la de Acapulco sigue siendo considerada la bahía más hermosa del mundo. Claro que no te aseguro el acceso a las casotas ni a los yates de lujo, pero sí te garantizo una experiencia inolvidable.