HOSPITAL DEL ALMA 25/05/18

 

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected]

Querido Duque:

Acabó de obtener mi licencia para ejercer como psicoanalista, y quiero instalarme en pleno centro de Tuxtla Gutiérrez. De hecho ya conseguí un buen lugar, pero como tú seguramente ya sabes, la terapia psicoanalítica es cara, por lo que necesito decorar mi consultorio a la altura de quienes puedan darse el lujo de pagarme 1200 pesos por 45 minutos, dos o tres veces por semana ¿qué me recomiendas?

 

Odilia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Odilia:

Aunque Tuxtla es una ciudad plagada de nuevos ricos, todavía no existe gente tan excéntrica que pretenda aliviar sus penas con un psicoanálisis, lo cual, como seguramente tú también sabes, es imposible. Sin embargo, puedo hacerte algunas recomendaciones: tu consultorio debe reflejar  éxito profesional. No te conformes con paredes blancas, te recomiendo utilizar  tonos claros que reflejen luz natural y sean capaces de transmitir paz. Si bien es cierto que el blanco destaca la pulcritud, también hay que reconocer que llega a producir una sensación de vacío que en poco o nada beneficia a los pacientes deprimidos o ansiosos. El gris es un color que ayuda a generar ambientes apacibles y elegantes que además se  iluminan en función de los elementos decorativos complementarios. 

Querido Duque:

Acabo de descubrir tu columna y me parece formidable tener un espacio para expresar inquietudes y recibir consejos.  Para empezar, quiero decirte que soy  funcionario de gobierno, tengo 45 años y me encanta fantasear con la ropa interior masculina, sí: masculina.  En mi anterior trabajo, cuando era mando medio, tuve una experiencia muy particular. Resulta que un fin de semana me quedé trabajando hasta tarde, recibiendo albañiles que venían de Villaflores, Suchiapa, Acala y otros lugares del estado, para realizar obras de albañilería y mantenimiento de las oficinas. Acababan sudados y sucios por todo el trabajo que realizaban e, incluso, se les acondicionó un tipo de salón para dormir, y utilizaban los baños de uso común, en los que no sé por qué, había regaderas y ahí se bañaban. Siempre lo hacían cuando todo el personal se retiraba, para evitar incomodidades de todo tipo, pero ese día que salí más tarde de lo normal, fui al baño y vi un bikini color rojo, de una marca comercial muy conocida, en talla chica. Desde lejos, el calzoncillo se veía usado, recuerdo que lo guardé en mi portafolio y me lo lleve a mi casa. Siempre quise adivinar cuál de los trabajadores había sido el dueño de aquellos calzones, pero me cambié de trabajo y ya no volví a verlos.

Iván

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Iván:

Gracias por las flores que le echas al Hospital, pero quiero decirte que tu filia por los calzones de hombre usados me parece una porquería, ya que no sabes lo contaminados que puedan estar; son el receptáculo de toda la micro flora y micro fauna que viven en el ano y los genitales de sus dueños  y  se transmiten muy fácilmente. De veras que eres cerdo, amigo. 

Querido Duque de mi corazón:

Soy una mujer de 42 años, casada con un hombre de 45. Me gustaría contarte que una vez que fui a la playa de Puerto Arista con mi marido, estábamos tomando el sol cuando llegó un grupo de muchachos de unos 19 ó 20 años que se acostaron sobre sus toallas a nuestro lado. Cuando estaban a punto de irse uno de ellos se bajó el traje de baño para cambiarse de ropa y me quedé pendeja, al ver lo que ese niño tenía entre las piernas, era muy delgado y por ello me parecía totalmente desproporcionado el tamaño de su pene, que, flácido, le colgaba unos 20 cm. y tenía un grosor fuera de lo normal. El caso es que mi marido me cachó mirando varias veces aquel animal, y se encabronó muchísimo. Yo creo que lo que le molesto fue que el niño le doblaba la talla y sin estar erecto. Fue una experiencia muy morbosa, mi Duque.

Sandra

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Sandra:

La única morbosa eres tú, porque pudiendo voltear hacia el cielo, la mar o la panza de tu marido, centras tu atención en las partes nobles de un chamaco. Se nota que jamás pusiste un pie en el Colegio de Niñas. 

Querido Duque de Santo Ton:

Resulta que yo bajé mucho debido a que tenía sobrepeso, pero lo hice a través de la anorexia (dejé de comer) y antes hacía ejercicio pero ahora no. Debido a eso mi cuerpo me da mucho asco, tengo estrías y celulitis, así que tengo la autoestima por el suelo, incluso por los comentarios de mi primo chiquito, que se burla de mí y me hace sentir muy ma. Últimamente estoy sintiendo que no puedo con esto y tengo muchas ganas de morir, paso deprimida todo el tiempo y lo único que quiero es un día ya no despertar.

 

Dolores

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Dolores:

Si sigues con esa actitud vas a ponerte tan cocha como estabas, por lo que te sugiero que tomes ánimos y consultes a un especialista que te ayude a corregir esos problemas estéticos, que sí tienen solución. Si ya bajaste de peso, que es lo más difícil, no lo eches todo a perder con tus pendejadas. 

Querido Duque:

Hoy mi perro, un pastor belga, fue atacado por el perro de mi vecina, un pastor alemán, y se pusieron a pelear muy fuerte hasta que mi perro le desgarró el cuello al de mi vecino y murió el animal. Mi perro también salió muy mal librado, con una herida en la pata y otra en la cola, no sé qué hacer, ya que ese vecino siempre me reclamaba porque mi perro ladra muy fuerte y tengo miedo  de que me haga algo. Creo que él es judicial o policía ministerial ¿qué hago?

Omar

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Omar:

Si estás preocupado es porque te sientes culpable de algo. Te recomiendo que enfrentes el problema: busca a tu vecino y explícale lo que pasó. Si notas que él mismo se torna violento, no te pongas al tiro, aléjate de ahí y cuéntaselo a quien más confianza le tengas, que ojalá sea alguien que trabaje en la Procu. 

Duque:

Vivo solo en la casa de mi abuelo, quien falleció atropellado por un camión. Me mantienen mis padres, que me envían dinero para sostenerme y pagar la universidad. Al principio me sentía bien pues saqué muy buenas calificaciones, pero después de tres días de satisfacción por las notas, me entró un sentimiento de soledad muy cabrón. Me siento solo, ya no puedo estudiar por la desazón  y me la paso acostado en mi cama sin energías. Tengo ganas de llorar o de golpear algo; a pesar de que tengo amigos, no dejo de sentirme solo ¿Qué puedo hacer?

Alberto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Alberto:

Si tienes casa sola y sientes que necesitas compañía, búscate a una hembra para satisfacer tus instintos sexuales. Así matarás dos pájaros de un tiro y volverás a ser el mejor estudiante de Chiapas.