HOSPITAL DEL ALMA

El Duque de Santo Ton

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Duque:

A veces amanezco muy ansiosa, deprimida, con ganas de no levantarme de la cama nunca más. Lo peor es que no tengo motivos para sentirme así ¿podrías recomendarme algún remedio?

Beatriz

San Cristóbal

 

Querida Beatriz:

Hay muchos remedios no farmacológicos seguros para la ansiedad, empezando con técnicas de mente y cuerpo, así como los suplementos o los tés que te calman. Algunos comienzan a trabajar de inmediato, mientras que otros pueden ayudar a disminuir la ansiedad más a largo plazo. Puedo sugerirte la  manzanilla, el té verde, el lúpulo, la valeriana, la pasiflora y la lavanda, entre otros remedios naturales, pero si de plano te sientes muy mal, pide a un amigo que sea médico que te recete Valium de 10 miligramos, vas a ver las cosas color de rosa.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Yo siempre he sido abiertamente gay, jamás me ha interesado ocultarlo, y casi todos los que me rodean respetan mi decisión, pero cada vez que me encuentro al muchacho guapo de mi colonia, al cual ni siquiera me han presentado, me grita que soy un maricón, un puto y que me va a partir la madre. Hasta ahora no me ha pegado pero se lo dice a todo el mundo, me contaron que hasta asegura que uno de estos días me va a matar ¿por qué le molestará tanto mi existencia si yo ni siquiera me meto con él?

Patricio

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Patricio:

 Una máxima afirma, que odiamos en los demás aquello que odiamos en nosotros mismos. Los otros, son un espejo y nos encabronamos con ellos, porque reflejan aspectos de nosotros mismos que no nos gustan; es muy común, que quien denuncia un vicio, esté profundamente aquejado de ese mal. Lo más seguro es que a ese “guapo” también le encante cachar granizo como a ti, y tu existencia lo enfurece porque le recuerda a la loca que lleva dentro.

 

Duque de Santo Ton:

A muchos hombres les parece descabellado sentir atracción por las mujeres que tienen su vagina peluda, pero a mí, por el contrario me enloquece que tengan tantos vellos que ni siquiera se distinga la entrada a la gruta del placer. No hay nada mejor para mí que sentir el dulce y excitante olor que emana de una panocha bien peluda, además me encanta sentir cuando una mujer desliza su coño peludo bien mojado con sus jugos vaginales por mi cara, amo aspirar ese olor que penetra mis entrañas, y qué decir cuando la penetro y derramo mi leche abundante y espesa sobre esa hermosa mata de pelos, digan lo que digan, las mujeres peludas huelen mejor y más rico que una mujer depilada totalmente, además pienso que esa ridícula moda de depilarse totalmente fue impuesta por los estúpidos gringos con sus películas porno, no soy partidario del mediocre concepto de belleza que asegura que una vagina depilada se ve mejor que una peluda.

Germán

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Germán:

Las depilaciones y otras intervenciones estéticas son, como bien lo dices, producto de la moda y de la ideología, aunque también están relacionadas con perversiones sexuales. Está bien que disfrutes de los pelos si tanto te gustan.

 

Querido Duque:

Soy licenciado en gastronomía, y la otra vez fui a pedir empleo a una cafetería que apenas está en construcción. Estaban solicitando trabajadores debido a que se va a inaugurar para marzo y me interesó el trabajo porque el salario es superior a los ocho mil pesos mensuales y no piden experiencia alguna. Pregunté por el trabajo, me dijeron que tenía que ir a un centro de reclutamiento de personal. Al llegar, me pidieron documentación y luego me pasaron a la entrevista y me hicieron exámenes de conocimientos y psicométrico hasta ahí todo bien sin ningún problema, algo largo y tedioso. Me citaron al día siguiente en ayunas de ocho horas, con ropa y calzado cómodos para el examen médico laboral. Llegué puntual porque me querían a las siete de la mañana. Me sentaron en una aula y me dieron una hoja para firmar, en la que decía todo lo que me iban a realizar, y yo la leí y no entendí varios términos médicos pero no me importó. Este documento era la autorización para todo lo que iban a ser sometidos los aspirantes al empleo. Me senté en una sala de espera, y cuando me llamó el médico me pidió que me desnudara completamente y que me quedara de pie, sin nada de ropa. Me revisó de pies a cabeza: agudeza visual, boca, nariz capacidad auditiva y hasta me palpó el abdomen, también revisó mis genitales y me inspeccionó el ano;  fue tan minucioso que revisó los dedos de los pies. Me preguntaba una cosa y me la volvía repetir después yo creo para ver que no estuviera mintiendo. Me obligó a hacer ejercicios como cerrar los ojos, tocar la punta de la nariz, agacharme y tocar con los dedos las manos las puntas de los pies, entre otras locuras más. Me trató como si yo no tuviera dignidad y no me pude negar porque necesito trabajar. Al final no me dieron el empleo, lo cual no se me hace justo.

Ricardo

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Ricardo:

La necesidad en la que estamos sumidos la mayoría de los mexicanos, permite a esa gente tratarnos como si fuéramos esclavos. Lo malo es que no hay quien nos defienda de esos abusos y si protestamos nos dicen que si no estamos de acuerdo que nos retiremos. Ni modo, naciste pobre y pobre morirás, hijo mío. Te tocó dar show gratis.

 

Querido Duque:

Tengo un problema conmigo mismo, no sé si es con mis sentimientos, moral o personalidad, lo único que sé es que no siento nada por nadie ni por mi familia, amigos o desconocidos, siento que esto está muy mal y no sé como sentir algo, no siento amor, odio, amistad o lo que sea, no siento nada y siento que está mal, doy ejemplos de lo que digo: cuando mi padre muera estoy seguro que no voy a llorar (y me duele saberlo), les gusto a varias muchachas y siempre las rechazo porque no me gustan, esos son dos ejemplos y me odio por no sentir nada, me doy asco.

Édgar

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Édgar:

No entiendo por qué, pero, sin conocerte, a mí también me das asco.