HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Tenía una suegra tan dominante que terminó con mi matrimonio. Actualmente sigo casada pero me separé de mi marido hace seis meses. Él está con ella en su casa, y me imagino que ahora el tendrá una idea muy diferente de mí, a la que tenía cuando vivíamos juntos. Ella es tan inteligente que él ni se da cuenta de la forma que lo manipula. Creo que no le agradé como nuera y se salió con la suya. Yo amo mucho a mi esposo, pero no puedo hacer nada contra ella, ya que lo tiene muy bien programado. Ya no me busca ni me llama por teléfono por no contradecirla. He pensado en divorciarme, pero lo amo. Me duele mucho que él haya olvidado lo que sentíamos por hacerle caso a su mami. Ya hable con él en todos los idiomas, pero contradecir a su madre es una de las cosas que él no soporta de mí. Ya no se qué hacer, ya no me siento casada y siento que mi suegra robó mi felicidad.

Renata

San Cristóbal

 

Querida Renata:

Tu suegra podrá ser una bestia, pero el culpable de la ruptura es el “huevos tibios” de tu marido, quien debe dar el lugar que merece cada una de las mujeres que son importantes en su vida. Existen casos como el tuyo pero a la inversa: las nueras destruyen, por celos, las relaciones de sus maridos con sus madres. Ambos casos me parecen patéticos y son sin dudarlo responsabilidad del hombre, quien es el encargado de marcar los límites que ni la madre ni la esposa deben cruzar. Es difícil, pero te recomiendo que busques a otro señor para que sea el dueño de tus quincenas.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Cuando tenía 10 años de edad, mi papá falleció en un accidente de tránsito. Después, cuando cumplí los 12, mi mamá se juntó con un hombre, como de 40 y tantos años, que siempre me cayó muy bien. Sin darme cuenta, me fui enamorando de él, y no pasó mucho tiempo para que comenzáramos a tener sexo a escondidas de mi madre, aunque él tenía más de 40 y yo, 12.  Fue él quien me quitó la virginidad y yo lo amé en secreto durante varios años, hasta que  cuando yo tenía 16, él, sin decir adiós, se fue, terminó su relación con mi mamá y no lo volví a ver.  Ahora tengo 24 años, estoy casada y tengo un bebé de un año. Uno de tantos días fui de paseo a San Cristóbal y lo vi a él, más grande por supuesto, casi un anciano,  pero iba con una mujer como de su edad y una niña de como 9 o 10 años. No me vio, pero me di cuenta de qué fue lo que pasó realmente en mi caso, mi ex padrastro simplemente va por la vida buscando madres solteras con niñas bonitas para abusar de ellas. Bueno, para ser honesta, debo confesar que nunca me sentí abusada ni violada ni nada malo; lo disfruté bastante, a pesar de la culpa que me dio por haberle hecho eso a mi mamá, pero el hombre era un toro y simplemente fue como una relación de maestro-alumna (hicimos muchas cosas atrevidas, para serte honesta), pero después de verlo con otra mujer y otra niña, me sentí violada y usada, lloré bastante por eso, tal vez por culpa de mi ex padrastro fui tan promiscua. Después de que él se aburrió de mí, me dediqué a buscar lo que él me daba, necesitaba sentir satisfechos mis deseos sexuales.

Violeta

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Violeta:

No trates de culpar a nadie, respecto de algo que no solamente no trataste de evitar, sino que gozaste como enana tuerta. Las cosas se dieron como se dieron y debes dejarlas en el pasado, sobre todo para no causar una aflicción infundada a tu madrecita.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Soy una mujer joven pero casada y mi esposo es machista y mujeriego, me trata como si yo fuera militar, no me expresa amor ni ternura y solamente me abraza cuando quiere sexo, cada 15 días. He soportado infidelidades y hasta tolero a los 3 hijos que tiene con sus amantes, además de que sufre problemas de eyaculación y se viene muy pronto. Esto me mantiene frustrada e incompleta. Y como si no bastara, encima me es infiel. Hace unos meses me escribió un hombre por el Messenger y yo no le hice caso porque es bajito,  nada atractivo y desempleado, pero poco a poco este amigo empezó a tratarme con mucha ternura y me cautivó, hasta el punto que hicimos el amor y te confieso que jamás me habían hecho el amor así, fue explosión de placer su pene grande y sus caricias, todo tan bello y desde ese día pienso en él cada instante, su recuerdo me excita y siento que lo amo, hemos salido 4 veces pero él también es casado y ahora estoy flechada, aunque físicamente no era mi tipo de hombre, cuando me hizo el amor enloquecí. Ahora no deseo que mi esposo me toque, sólo pienso en mi amante, consciente de que es un amor imposible, tengo que renunciar a él, pero es muy grande este amor correspondido.

Isabel

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Isabel:

No entiendo por qué tienes que serle fiel a alguien que te es infiel, pero también me queda claro que las relaciones extramaritales con personas casadas no conducen a nada bueno, solamente producen un placer obnubilado que solamente te hace cometer pendejada tras pendejada en perjuicio de terceras personas.

 

Querido Duque:

Mi esposo me colocó entre la espada y la pared, porque me puso a elegir entre mi hijo de 17 años y él, después de que el niño nos reuniera a los dos para decirnos que le gustan los hombres. Pensé que él se había molestado en principio, pero ya hace 8 semanas de esto y todavía no lo acepta y a cada rato lo corre de de la casa, le dice que se largue. Yo amo a mi esposo, llevamos 14 años casado, y aunque él no es el padre de mi hijo nunca hizo diferencias con sus dos hijos que también viven con nosotros y el mío, pero después de la confesión de mi hijo, él dio un cambio del cielo a la tierra. Con decirte que no quiere que sus dos hijos, que son mayores, se junten con el mío, aunque ellos también aceptaron la homosexualidad de mi hijo, él no. Yo siento que no puedo abandonar a mi hijo a su suerte y estoy pensando tomar la decisión de irme con él. Es mi único hijo ya que por problemas de salud no pude tener más. Yo no tengo los prejuicios que tiene mi esposo. En principio me sacó mucho de onda pero poco a poco lo asimilé y lo acepté. Mi Familia me aconseja que no deje a mi esposo pero tampoco puedo abandonar a mi hijo cuando más me necesita ¿verdad que es mi deber tolerar sus puterías?

Sonia

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Sonia:

Tu deber es aceptar las preferencias sexuales de tu hijo pero de ninguna manera sus puterías, que ser homosexual no significa ser promiscuo ni afeminado. Si el animal de tu marido insiste en que el joven, quien a sus 17 años tuvo la valentía y decidió dejar de fingir, se vaya de tu casa, entonces demándale el divorcio y búscate a otro hombre más hombre, porque generalmente la fobia por la homosexualidad no es otra cosa que homosexualidad reprimida.