HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

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Hola Duke:

Mi novia y yo llevamos varios años de novios y aún no hemos tenido relaciones sexuales, aunque varias veces hemos estado solos en mi casa. Ella deja que la toque y hasta que la desnude, pero no quiere que yo la penetre, sólo se deja que yo ponga mi pene en su entrepierna y que me mueva como si estuviéramos haciéndolo. A mí me gusta hacer eso y pues ella también, siente rico pero dice que le pasan muy rápido las ganas y pues a mí me deja con las ganas ¿Me puedes decir si es posible que se le pasen las ganas sin penetrarla? Dime qué pasa ¿por qué ella dice que hasta tiene orgasmos si ni siquiera le meto nada?

 

Juan

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Juan:

Para alcanzar un orgasmo no es necesaria la penetración. La sexualidad es muy compleja, y las fantasías, apoyadas en juegos eróticos, son capaces de provocar hasta orgasmos múltiples. Sin embargo, si tú no te sientes cómodo con esa práctica, y ella no quiere llegar al coito, búscate otra pareja sexual que acceda a tus deseos, pues no hay nada peor que quedarse a medias.

 

 

Querido Duque:

Haciendo mil y un sacrificios me compré un teléfono iPhone en Telcel, y contraté un plan cuya renta me sale como en mil pesos mensuales. Al principio me costó mucho trabajo entender cómo se maneja el aparato y cuando ya lo usaba perfectamente, sin causa visible se descompuso y fui a reclamar a las oficinas de atención al cliente de Telcel. Un tipo de traje pero con cara de menso, me dijo que lo único que se podía hacer al respecto era mandar el teléfono  a revisar y arreglar a California, pues aunque ellos venden los iPhones, la garantía la hace válida el fabricante, que está en Estados Unidos. Por lo anterior, me regresó mi chip para que se lo encajara a un teléfono viejo que conseguí, pero sigo pagando los mil pesos mensuales de renta, aunque sólo pueda hacer y recibir llamadas ¿no se te hace que es una injusticia? Le dije al fulano con cara de baboso que me dieran otro iPhone o que me dejaran de cobrar la cuota mientras regresaba el mío de California, y me dijo que era imposible, entonces yo me enojé y le dije que era una injusticia y yo le reclamé, y él me contestó que eso me pasa por no leer los contratos que firmo. Estoy muerta de coraje porque según sé, yo no soy la única persona que tiene problemas con Telcel, y que la Delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor no hace caso de las quejas ¿qué hago, Duque?

 

Lilián

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Lilián:

No te queda de otra que reducir tus gastos para regalar tus mil pesos a Telcel mensualmente, por describirlo con un lenguaje decente, y rezarle a San Judas Tadeo para que tu iPhone vuelva pronto de California, aunque lo más probable es que ni siquiera vuelva. Ojalá pudieras pedirle también al Precioso Santito, que hiciera que los empleados de la Delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor, además de cobrar su salario, también trabajaran, aunque eso es más improbable que el regreso del mentado aparato.

 

Duque de Santo Ton:

Yo era un comerciante muy próspero, pero desde hace varios años me ha ido cada vez más mal. He tratado de explicarle a mi esposa que se trata de una situación pasajera, que todo se va a componer, y ella aparentemente lo entiende, pero sigue gastando como mujer de político. La semana pasada la descubrí planeando un viaje a París con sus amigas, y le dije que yo no podía hacerme cargo de esa deuda, y ella me respondió que no me preocupara, que ya había quien liquidara sus gastos y que fuera meditando, porque cuando regrese de Francia me va a pedir legalmente el divorcio, que se va a ir a vivir a otra casa y que si me quiero hacer cargo de mis tres hijos que lo haga, que a ella no le interesa criar chamaquitos. No entiendo su actitud.

 

Facho

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Facho:

Las cosas están más claras que el agua: tu esposa es una mujer cara que necesita a alguien que pague sus cuentas, porque por lo general las señoras de su tipo no trabajan, y como tú ya no le sirves para eso, seguramente ya consiguió a alguien dispuesto a sostener su caro tren de vida. Con toda seguridad el viaje a París lo hará con él y no con sus amigas, y no quiere llevar a sus hijos a vivir con otro hombre que, seguramente, también es casado.

 

Duque:

Me pareció verte la otra noche, solo, caminando por el mirador “Los Amorosos”, lo cual se me hace muy sospechoso ¿me podrías decir que hacías ahí a altas horas de la noche y a pie?

 

Dora

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Dora:

No, no podría decirte. Vaya que eres metiche y cínica.