HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

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Hace poco salí del clóset y le declaré mi amor a un amigo que me rechazó. Sin embargo, él me dijo que mientras lo respetara podríamos seguir siendo amigos. Sin embargo, cada vez que me habla de su novia, o de que le dan masajes en el Gym, me afecta muchísimo. Yo no sé si lo hace porque no se da cuenta, para que me haga a la idea de que tiene novia y de que no es gay, o solo por chingar (no creo), pero al final siempre dice algo que me lastima y sólo volteo hacia otro lado y no digo nada, ya sé que si lo acepté como amigo fue para todo, no sólo para lo que yo quisiera, pero hace poco le dije que no podía ser su amigo porque seguía enamorado de él, y entonces el muy grosero me dijo que me fuera a la chingada.

Roger

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Roger:

¿Y te fuiste?

 

Querido Duque de Santo Ton:

Quiero preguntarte si la fobia social se puede solucionar y dejar de sentir por completo. Hace siete años una compañera de escuela me invitó a su casa a comer y yo acepté. Estábamos con su familia platicando en la mesa, y la estúpida de la criada me sirvió muchísimo cordero y me daba pena dejarlo en el plato, pero cuando iba a terminar, sentí muchas ganas de vomitar (algo que nunca me había ocurrido), por lo cual me fui al baño y no aguante y terminé vomitando. Desde ese momento mi vida cambió, me da pena comer con otras personas. No me gusta que me inviten a salir a comer porque siento un nudo en la garganta y en el estómago y hace que no pueda comer. Eso me preocupa mucho porque he tratado de luchar contra eso pero me ha sido muy difícil. Hace un año fui a un psicólogo y me dijo que los ejercicios de respiración me ayudarían y me dio varias técnicas, pero no sé si es que no lo he hecho bien o qué pasa porque no siento que funcione.

Montserrat

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Montserrat:

Hay complejos que jamás se superan en la vida y hay que aprender a vivir con ellos. Tu complejo es de ésos.

 

Duque:

La otra noche un conocido me invitó a tomar una copa al dizque mejor antro de todo Chiapas, y había tantos nacos que no pude soportar ni el ambiente ni el olor. Le pedí a mi acompañante que me regresara a mi casa y él me respondió que no fuera mamona. Me sentí muy mal, humillada, fuera de lugar. Me fui a llorar al baño y desde ahí le hablé por el celular al chofer de mi mamá para que fuera a recogerme. Obvio ni me despedí del fulano, quien me llamó muchísimas veces y me mandó mensajes para preguntarme dónde estaba pero jamás le contesté. Te juro que no vuelvo a salir con desconocidos. Siempre les aflora lo corriente.

Camila

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Camila:

Debes aprender a ser más tolerante pues naciste en un país en el que abunda la gente poco refinada, sin decencia. Eso no significa que debas volverte igual sino soportar y tratar de integrarte hasta que encuentres a un hombre de tu misma clase social, con las mismas costumbres y gustos.

 

Querido Duque:

Tengo mi hijo de 20 años que tuvo un brote psicótico hace 4 meses. Está medicado con 20 mg de olanzapina y 10 mg de diazepam. Está muy estabilizado actualmente. Nunca más un delirio, nada extraño en su manera de ser. Va a terapia semanalmente y empezó la universidad. Sin embargo, desde hace un mes se siente apático, desganado y con mucho sueño. ¿Será que 20 mg ya es demasiada olanzapina para él?  ¿Hasta cuándo puede extenderse un tratamiento así?

Yuyis

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Yuyis:

Un tratamiento así puede extenderse toda la vida. Debes dar gracias a Dios por tener el dinero suficiente para pagar terapias y medicamentos que aligeran los síntomas de una enfermedad que nunca se curará. Mucha gente tiene que cargar esa cruz solo con la ayuda del alcohol o de drogas prohibidas sin prescripción.

 

Duque:

Tengo 25 años y me encanta ir al gimnasio. Un día, realizando mi rutina, vi a un nuevo entrenador personal, más o menos de mi edad, con un cuerpazo, aunque su rostro no era muy agraciado. La cuestión es que él, al ver que me encantaba, me propuso ir a sus clases. Yo accedí con un poco de ilusión pero era consciente de que era el típico heterosexual en un entorno machista. Fui a su clase y desde el primer momento me empezó a tratar con mucha amabilidad, me trataba como rey, y por los espejos me miraba, pero yo no hice mucho caso para no hacerme ilusiones. Días después entablamos una conversación y al parecer le daba mucha importancia a lo que yo decía. Él se dio cuenta de que yo me ponía algo nervioso y empezó a ser más evidente. En sus clases se acercaba a mí, me buscaba la mirada e incluso hubo comentarios con doble sentido. Hace una semana cuando estaba en las regaderas, yo sabía que él estaba ahí hablando con sus amigos, recogí mis cosas y pretendía irme rápido sin que me viera, pero antes de salir me llamó por el diminutivo de mi nombre y me dijo “hasta luego,”. Yo me giré y vi que él estaba totalmente desnudo sin toalla ni nada, y tenía una gran erección. Me excité pero solamente le respondí “adiós” porque sentí mucha vergüenza.

Germán

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Germán:

A pesar de tener 25 años de edad pareces de 12. Es obvio que tu entrenador personal quiere tener contigo otro tipo de prácticas, además de las deportivas, pero por las que, obviamente, te cobrará honorarios extra. Si tienes el dinero aprovecha y te aseguro que en menos de una semana no lo sacarás de tu cama mientras traigas dinero en la cartera.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Aunque todavía no cumplo los 18 años, me encantaría tener sexo con hombres mayores 40. No sé qué tienen los caballeros maduros que me encantan, tal vez es porque saben cómo tratar a las mujeres. Los jóvenes quieren aprovecharse de una sin dar nada a cambio. La otra noche un amigo de mi papá casi me obligó a acostarme con él, pero después me regaló dos mil pesos.

Mara

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Mara:

A ti no te gustan los hombres maduros, lo que te gusta es intercambiar placer por dinero y eso, aquí y en China, se llama prostitución.