HOSPITAL DEL ALMA

Por Julio Domínguez Balboa

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Duque:

Mi mamá siempre ha sido muy sobre protectora conmigo. Hace cinco años entré a la Facultad de Derecho de la UNACH, en San Cristóbal, y como viajar todos los días hasta allá no se puede, renté un cuarto cerca de la escuela, pero casi siempre bajaba los fines de semana a Tuxtla para estar con mi madre. Ahora, con tengo 22 años cumplidos, ya tengo mi primera novia formal pero mi mamá piensa que por su culpa la he abandonado a ella. Si no voy a Tuxtla varios fines de semana, se deprime y me habla para decírmelo. ¿Qué puedo hacer? Tengo miedo de que no acepte a mi novia porque piensa que me separa de ella.

Adrián

San Cristóbal

 

Querido Adrián:

Tu madre es una chantajista que no quiere dejarte hacer tu propia vida por temor a quedarse sola. No la ignores ni te olvides de ella, pero ponle límites, que entienda que tienes que tener una compañera a la que debe respetar. Si te sale con que “de vicio” se ha sacrificado por ti, no la peles. Todos los padres se sacrifican por sus hijos y eso es normal.

 

Duque de Santo Ton:

Tengo un par de zorritas a las que les encanta que yo las penetre duro, y cuando digo duro me refiero a una manera salvaje. El problema es que al día siguiente amanecen tan inflamadas que tienen que ir al médico. No sé si el tamaño de mi pene, que por cierto es grande y sobre todo grueso influya, pero aún así siempre piden que las clave más y más fuerte. A mí me encanta hacerlo, pero no sé si con tanta lastimada pueda causarles un daño.

Iván

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Iván:

La sensación de dolor y placer se confunden en el sexo salvaje, como tú lo llamas. Un pene grueso genera más fricción y mayor sensación de presión en la vagina. Debes saber que existen mujeres a las que les gusta eso, igual que a ciertos hombres; tanto así que por ello practican el sexo anal. Yo pienso que sí es peligroso tener sexo salvaje, pues más allá de las simples rozaduras, que al final son quemaduras de primer grado y deben tener atención médica, los desgarres pueden ser severos y tener otras implicaciones relacionadas con la maternidad y el desempeño en la cama.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Hace poco tuve un faje muy severo con mi novio, nos pusimos tan calientes que hasta nos quitamos la ropa y él sólo me metió la puntita del pene, no sentí dolor alguno, sólo sentí placer pero no sangré. Se supone que si soy virgen ¿cómo pudo entrarme la puntita?

Roxana

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Roxana:

Lo primero que debes tener en claro, mi reina preciosa, es que ya no eres virgen. La virginidad existe cuando una persona jamás ha tenido relaciones sexuales de ningún tipo y carece de toda experiencia erótica; la penetración parcial también es una manera de perder la virginidad. Por si fuera poco: si la punta del pene entró en tu vagina y no usaste anticonceptivos ni condón, estuviste expuesta al riesgo de un embarazo y a contagiarte de alguna enfermedad de trasmisión sexual. Sé responsable y cuídate, ya no eres una niña por Dios Santo.

 

Querido Duque:

Desde que era niño he sabido que me gustan los hombres y muchas veces he tenido relaciones homosexuales, pero me he casado tres veces con tres mujeres distintas. Sin embargo, ellas se han dado cuenta de lo que verdaderamente me gusta y me han abandonado. He sufrido mucho por ello, ya que les he cumplido en todos los sentidos y me han dejado. Y cuando digo que he cumplido en todos los sentidos me refiero a todos.

René

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido René:

Tratar de aparentar lo que no se es siempre genera sufrimiento y auto flagelación. Si desde la infancia asumiste tu sexualidad ante ti mismo ¿por qué no lo haces ante el mundo? Te has casado con tres mujeres diferentes pero lo que tú necesitas, en realidad, es un hombre que te dé valor para terminar de aceptar lo que eres.

 

Querido Duque de Santo Ton:

¿Cómo le puedo hacer para saber si mi hija es ninfómana? un psicólogo, un sexólogo y un psiquiatra así la diagnosticaron, pero yo no veo ningunas señales.

Cristina

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Cristina:

La mejor manera de saber si tu hija padece esa patología es con el diagnóstico de esos tres especialistas en la conducta. Obviamente que tú hija no exhibe su sexualidad, pero por algo te dijeron lo que te dijeron quienes la revisaron.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi esposa se tatuó un corazoncito en el pubis, y por eso he perdido el apetito sexual hacia ella. Hemos tenido once años de buen sexo, una relación estable, pero ahora ya no me agrada por el tatuaje. No estamos enojados, hemos tratado de reconstruir nuestra vida sexual pero no hemos podido, ya que a mí en lo personal una mujer tatuada no se me antoja. Yo respeto a las mujeres y a los hombres que se tatúan; de hecho, me agrada ver los tatuajes, pero al momento del acto sexual no me gustan ¿Qué puedo hacer para volver a sentir deseo sexual por mi esposa?, llegue al punto de decirle que busque a alguien con quien tener sexo porque a mí ya no me excita por su tattoo. Ella es muy guapa, todavía está bien buena.

Jaime

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Jaime:

Definitivamente si algo es importante en el placer sexual es la vista. Si algo te desagrada es lógico que tu ímpetu disminuya y te niegues a cumplir con tus obligaciones viriles. Tal vez podrían tratar de ocultar el tatuaje con algún tipo de parche o con maquillaje, pero corren el riesgo de provocar una alergia o una irritación, ya que se trata de una zona del cuerpo muy delicada. Te recomendaría que también intentaras tener relaciones sexuales con la luz apagada, como en los tiempos de nuestros padres, pero algo me dice que más que el tatuaje lo que ya no te gusta es haber tenido que tirarte a la misma mujer durante quince años, lo cual es comprensible. Entiendo tu disposición a tener un matrimonio abierto, pero ello implica el uso de condones y otras medidas profilácticas que deben seguir quienes acostumbran tener varias parejas sexuales.

 

Querido Duque:

Mi problema es que tengo 40 años y soy muy tímida, y algo gordita. Mi única forma de acercarme al sexo es viendo fotos o videos de hombres desnudos, que pido a través de los grupos de chat. A cambio mando fotos mías. No sé hasta dónde esto me puede afectar. Sandra

Chiapa de Corzo

 

Querida Sandra:

Te sugiero que enfrentes tus temores sexuales. Muchas personas con sobrepeso se boicotean y tienen baja autoestima debido a que los estándares de belleza actual hacen ver que solo las personas con buenos cuerpos son quienes tienen derecho a gozar de relaciones sexuales satisfactorias y que mostrarse sin ropa fuera de esos parámetros es desagradable. También quiero decirte que corres un gran riesgo al intercambiar fotos tuyas por las de hombres desnudos, pues tu imagen deja de estar bajo tu control y pueden hacer uso indebido de ella, sobre todo si estás gorda. No te expongas.