HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Siento que a mi edad, y después de divorciarme hace seis meses, me es muy difícil reiniciar mis actividades en el campo sexual, ya que siempre fui muy conservadora en ese aspecto. No he vivido lo suficiente en este terreno, pues mi ex esposo también era un tipo parco y no tenía iniciativa. Siempre caímos en la rutina y eso fue deteriorando nuestra relación; y ahora estoy convencida, cuando converso incluso con mis amigas, de que una nutrida vida sexual, con ciertas perversiones en la que ambas partes estén de acuerdo, enriquece la existencia y te dan ganas de seguir ¿es cierto?

Ofelia

San Cristóbal

 

Querida Ofelia:

Las perversiones son como las especias o como el chile, aderezan las relaciones de cama e impiden el aburrimiento. Es muy importante lo que dices respecto al acuerdo que debe existir entre los perversos y que recuerdes que vivir nuevas experiencias sexuales no significa que te vuelvas promiscua ni te andes regalando con el primero que te habla bonito.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 33 años y hace dos meses salgo con un hombre de mi edad. Yo tengo una niña de 6 años fruto de una relación anterior y para él no supone ningún problema. Dice que se encuentra muy a gusto conmigo, pero que necesita ir despacio porque no es de la clase de personas que sienten todo al principio, sino que poco a poco se va encariñando con a la persona. Suele hablar de un futuro en común, todo indica que se siente bien a mi lado, además él mismo me ha dicho que todo en mí es lo que buscaba en una persona.

Leonora

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Leonora:

Para mí que es gay.

 

Querido Duque de Santo Ton:

A mis 30 años nunca he tenido ninguna pareja, pero hace algunos meses conocí a un señor en mi trabajo que literalmente, me encantó. Su aspecto es el de un joven maduro pero después me enteré de que ya tiene 48 años, pero eso no me importa porque el hombre me atrae muchísimo. Él es jefe de área y llevamos una buena relación laboral,  además es muy culto, pertenece a una buena familia y tiene buena posición económica. Al principio no me gustaba, solo me caía bien, me era agradable, pero un buen día él tomó mi mano y me dijo que me había soñado. Yo me puse súper nerviosa, pero empezó a entusiasmarme la idea de que se interesara en mí. Al pasó de los días comenzó con sus juegos y comenzó a tocarme las mejillas y el hombro, no sé qué me pasaba, me bloqueaba y me ponía nerviosa, hasta que un día me dio un beso, para mí fue mi primer beso de lengua y él se dio cuenta y por lógica también supuso que yo no había estado con nadie. Desde entonces empezó a hacerme propuestas para tener un encuentro sexual conmigo, y a mí me daba mucha curiosidad, me interesaba mucho estar con él. En una fiesta de la oficina, él me invitó a que me fuera con él a un motel que le dicen “El Troya”,  pero yo le dije que no porque no estaba preparada para ese paso tan importante. Él no lo comprendió, por lo que pienso que me utilizó y que sólo se burló de mí. Dese entonces no me dirige la palabra ni me contesta el saludo. Lo malo es que no puedo sacarlo de mi mente. Debido a que trabajamos juntos nos tenemos que ver todos los días, pero él me ignora.

Gertrudis

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Gertrudis:

A tus 30 años te has tardado demasiado en dar ese “paso tan importante”. El hombre está por cumplir 50 años de edad y seguramente no está interesado en seducir a una inocente treintona, sino más bien pasar buenos momentos contigo en la cama. Si es tan maduro, también tendrá más experiencia y sabrá llevarte a esos terrenos que jamás has pisado pero en los que te encantará revolcarte.

 

Duque de Santo Ton:

Soy margarita, una chava de 18 años, y quiero contarte lo siguiente: Yo tengo a mi novio y ya voy para tres años con él. Sin embargo, estudio la prepa en el turno vespertino, y uno de mis compañeros es muy amigo mío, los dos nos llevamos muy bien, excelentemente, convivimos mucho. Él es casado y los dos nos gustamos, sentimos algo en común, yo sé que lo nuestro no puede ir más allá de una amistad, pero ¿qué hacer? estoy muy confundida.

Margarita

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Margarita:

Si tú ya te vas a casar con otro y tu amigo ya está casado con otra, ustedes no pueden ser nada más que amigos; aunque eso no les impide vivir una aventura para darse ese gusto que se quieren dar. Son jóvenes, son preparatorianos y obviamente los dos se calientan el uno con el otro. Dense la oportunidad de ser infieles a sus respectivas parejas y disfrútense sin límite, pero tengan mucho cuidado de que los descubran porque una simple distracción podría arruinar sus respectivas vidas matrimoniales.

 

Querido Duque:

Soy un hombre solitario. Aunque actualmente tengo un buen puesto en el gobierno, siempre me ha ido mal con las mujeres. Casi toda mi vida he estado solo, no siento merecer a nadie, no me siento correspondido por ninguna mujer. Tengo ya mis ahorritos, una buena casa y dos coches nuevos, pero ni así he podido encontrar mi media naranja. Quisiera saber qué me puede estar pasando.

Luis Fernando

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Luis Fernando:

Si ni con todas esas ventajas no logras conseguir mujer, tal vez  lo que buscas es hombre y no lo quieres admitir. Con las nuevas reformas legislativas, salir del clóset sigue siendo un estigma pero por lo menos algunos te aplauden.

 

Querido Duque:

Cuando empecé a estudiar en la universidad,  me daba clases un profesor que tenía fama de que le gustaba acosar a sus alumnas. De hecho, su primera esposa había sido alumna de él. Era algo confianzudo (me tocaba mucho el brazo) pero nunca llegó a más. Los problemas comenzaron al año siguiente, cuando me veía algo mas coqueta de lo normal, se encabronaba mucho y se desquitaba con mis compañeros de clase y a mí me ignoraba completamente.  Un día me dijo que se la pasaba pensando en mí y que si accedía a tener relaciones sexuales con él, que ya no me preocupara por las calificaciones. Al principio me indigné por la propuesta pero después la acepté porque ni me gusta estudiar y el profesor coge bien rico ¿hice mal?

Noris

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Noris:

Ya estás en edad de dar su justo valor a las cosas y actuar en consecuencia. Sin embargo, quiero decirte que la vulgaridad en el hablar (o escribir) no se ve muy bien en ninguna mujer por zorra que sea.