HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Mi marido está tan loco, que quiere que otros disfruten con mi cuerpo porque dice que eso le excita. Me dijo que le gustaría retratarme desnuda e intercambiar mis fotos con otros hombres, pero la verdad, sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. A mí me gusta posar desnuda para él, porque sé que se excita mucho, pero me inquieta que otros puedan disfrutar con mi imagen o puedan hacer mal uso de ella.

Alma

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Alma:

Independientemente de todo, en el sexo existe una regla de oro “estar de acuerdo”, en la cama están permitidas las peores aberraciones, siempre y cuando quienes intervengan en ellas lo hagan de manera voluntaria. Si no te parece que tus fotos sean intercambiadas, no tienes por qué permitirlo y menos si es solo para tener contento al fetichista de tu marido. Para entrar en este juego de intercambio de imágenes eróticas tienes que estar consciente de que una vez que las compartes dejan de ser de tu propiedad y no puedes tener control sobre lo que pueden llegar a hacer otras personas con ellas.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Me insistió tanto, que he comenzado a hacerle sexo oral a mi novio, ya que me gusta satisfacerlo en todos los sentidos, pero me he tragado algo de su semen unas dos o tres veces.  Quiero saber si puedo tener algún daño por tragarlo accidentalmente. Necesito que me respondas ya que estoy muy asustada. Además quiero que me des consejos para no llegar a enfermarme de nada. 

Blanca

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Blanca:

Muchas personas no lo creen así, pero el tragar semen es una de las prácticas más riesgosas del sexo, ya que es uno de los fluidos corporales por el que se contagian casi todas las enfermedades de transmisión sexual. Si tu pareja tiene alguna enfermedad puedes quedar contagiada,  justo por eso el sexo oral  requiere del uso de barreras bucales para evitar contagios. De lo único que te salva este tipo de práctica sexual es el embarazo.

 

Duque:

Necesito saber por qué mi pareja, de 36 años, tarda tanto en eyacular. ¿Seré yo el problema? Yo tengo 52 años.

Adriana

San Cristóbal

 

Querida Adriana:

El asunto de la eyaculación tardía es multifactorial. Para algunos hombres sí tiene que ver, a nivel psicológico, la diferencia de edades, pero también puede deberse a otras ideas sobre el sexo y el desempeño sexual, ya que para los hombres más jóvenes es un reto “satisfacer” mujeres mayores que tienen más experiencia. También puede ser un miedo inconsciente al embarazo o al compromiso, lo mejor es ir a un sexólogo para saber la raíz del problema y atacarlo.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi abuela tiene 60 años pero se siente de 20, como yo. Se quedó viuda hace mucho tiempo, pero mi abuelo la dejó forrada en dinero, por lo que lo único que hace es gastar, gastar y gastar. Se ha hecho muchas cirugías plásticas en la cara y en todo el cuerpo, tiene una ropa divina y joyas espectaculares. Además de que vive en una lujosa mansión en la que la atienden como reina muchos sirvientes. Lo que me preocupa es que a pesar de estar tan vieja, mi abuela es sumamente caliente y no le gusta dormir sola. Tiene dos o tres amantes de planta y los va turnando y la muy cochina a veces los llega a juntar, pero ella no se priva de nada ¿cómo ayudar a una mujer así?

Daniela

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Daniela:

Las mujeres como tu abuela no necesitan más que cuidados y cariño pues como bien dices, es una mujer mayor. Al sobrarle dinero jamás le faltarán galanes pero tampoco malandrines que quieran abusar de ellas. Por otra parte, en el terreno afectivo, ni los criados ni los amantes a sueldo pueden satisfacer necesidades que solamente personas de su familia, como tú, le pueden brindar.

 

Duque de Santo Ton:

Descubrí que mi novio liga con transexuales por redes sociales, se los lleva a la cama, les paga por sexo  y yo no sé qué hacer. Ayúdame, Duque, yo lo adoro.

María

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida María:

Lo primero que debes hacer es hablar con él, decirle que estás enterada de sus gustos y establecer las reglas del juego de forma clara, es decir, aclarar qué sí y qué no se acepta en la relación. Si a él le gustan los transexuales y es una de sus formas de expresión sexual, lo más correcto es que te diga y te dé la opción a decidir si aceptas eso o mejor cambias de pareja. Debes tener claro que aceptar cosas que no eres capaz de entender y soportar, sólo te llevará a la frustración; por ello, habla claro y sé responsable de lo que quieres y aceptas, no te dejes llevar sólo por la emoción de que “lo adoras”.

 

Querido Duque:

Soy un joven de 28 años, blanco, alto, güero y confieso que soy virgen a mi edad. No piensen que lo hago por motivos religiosos o porque estoy esperando hasta el casamiento y esas pendejadas. Yo antes se lo contaba a mis amigos pero ya me da vergüenza a estas alturas de la vida. Siempre me dicen que tengo que disfrutar de mi sexualidad y buscar un hombre, porque con toda seguridad soy gay y la verdad es que no tengo ganas de hacerlo con un hombre. A veces tengo ganas de probar la homosexualidad por presión social y después pienso que ni debería pensar en el asunto y sí se da la oportunidad, que pasé y punto. Aclaro, no soy una asexual, me masturbo y veo porno. Tampoco soy adicto a eso. Solo lo hago para liberar tensión.

Gregorio

San Cristóbal

 

Querido Gregorio:

Me parece que en tu cabeza existe mucha confusión. Antes de entregarte a una relación homosexual solamente porque no se te ha dado con las mujeres se me hace una estupidez. Tu bloqueo puede deberse a muchísimas cosas y lo importante es dar con ellas pero no cometiendo estupideces. Lo mejor es que consultes a un sexólogo.

 

Querido Duque:

Soy mujer,  tengo 25 años y desde hace 6  que mi hermano menor, de 23, y yo estábamos viviendo juntos en un departamento que es de nuestros padres debido a que ambos nos encontrábamos estudiando, pero yo ya terminé mi carrera hace unas semanas y encontré trabajo en otra ciudad, por lo que me cambié hace ya una semana. Antes de irme,  mi hermano me preparó una cena especial,  hecha por él mismo,  a modo de “despedida” después de haber vivido juntos tanto tiempo. La cena estuvo bonita y exquisita, y después nos pusimos a beber varios tragos digestivos. Bebimos hasta ponernos medio pedos, pero entre risa y risa, él se puso serio y me confesó que le gustaba como mujer desde hace años, pero que estuviera tranquila porque nunca haría nada que me disgustara, que solo quería decirlo porque ya no aguantaba tener que guardárselo más tiempo aún, que por favor lo entendiera y no me enojara con él y que iba a tratar de eliminar esos sentimientos para siempre ya que ya no estaríamos mas juntos. Se le salieron unas pocas lágrimas, no lo veía llorar desde que éramos pequeños, me dio mucha lástima  y se me ocurrió permitirle que me besara y entonces puso un brazo en mi cintura y otro en mi cuello y me besó en los labios con mucha pasión. Obviamente nos excitamos muchísimo y pasó lo que tenía que pasar. Desde que me fui, hemos hablado poquísimo y muy superficialmente. A veces recuerdo todo lo que pasó, y a decir verdad nunca nadie me había tratado tan delicadamente, tan preocupadamente y tan atentamente, o hecho sentir tan deseada, tan amada, tan hermosa, tan cálida y tan protegida.

Berenice

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Berenice:

El incesto es una de las normas más penadas en nuestra sociedad. Aprovecha la lejanía para olvidarte de lo sucedido y procura que no se vuelva a repetir lo que no tenía porque pasar.