HOSPITAL DEL ALMA

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

 

Mi papá es alto funcionario del gobierno y por eso puedo darme el lujo de tener chofer para mí sola. Estudio el tercer año de preparatoria y mi guarro me maneja y me cuida, siempre con mucho respeto, porque si lo despiden perdería su plaza en la dependencia y su antigüedad. La otra noche fui a hacer una tarea a casa de unas amigas y nos dieron las diez de la noche y él se atrevió a marcarme a mi celular para decirme que ya saliera porque ya no estaba en horas de trabajo. Obviamente lo puse en su lugar, y mi mamá lo dejó como trapo de cochino, le dijo que estaba a mi disposición, que debería cumplir sin importar la hora, ya que por algo gana más que los abogados del jurídico. Lo obligó a pedirme que lo disculpara y yo le respondí que estaba bien, pero que no lo volviera a hacer. En el fondo me dio lástima porque él también tiene título de abogado y tiene que dedicarse a cuidarme y a manejar mi coche, pero qué se le va a hacer, la vida es así.

Cristina

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Cristina:

Me asombra tu lucidez pero me decepciona tu cinismo.

 

Querido Duque:

Mi único hijo, hasta ahorita, cumplirá un año dentro de un mes y tengo planeado festejarlo con una fiesta muy bonita. Estoy muy emocionada y haciendo muchos planes. Mi suegra es una mujer muy buena y muy trabajadora, es también una persona muy creativa y siempre ha hecho y decorado los pasteles de todos sus nietos y también ha hecho los pasteles de las bodas de sus hijos e hijas. Lo hace muy bien y sé que va a querer hacer el pastel de mi niño. Duque, yo quiero mandar a hacer el pastel con un profesional, es mi primer hijo y es su primer cumpleaños. Por muy bien que mi suegra decore los pasteles, yo quiero que en la fiesta todo sea de primera y no que se note las cosas se hicieron de manera artesanal.

Rocío

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Rocío:

Si tu hijo va a cumplir un año, ni se va a enterar de que la fiesta será en su honor ni que su abuela hizo y decoró el pastel. Más bien a ti te interesa la fiesta del bebé para lucirte tú misma y demostrar a todo el mundo que ya puedes comprar los pasteles en lugar de hacerlos. Mi consejo es que dejes que la señora haga el pastel para no provocar conflictos con tu familia política, y que te esperes unos años, ya que tu hijo perciba las cosas y tu suegra esté tan vieja que no quiera ponerse a hornear, para tirar la casa por la ventana en honor de tu primogénito.

 

Duque:

Me he estado acostando con una mujer viuda, que vive en la casa que compartió con su fallecido esposo, el cual era viudo cuando se casó con ella y tenía tres hijos. De hecho, ella es muy liberal, hacemos el amor en la misma cama en la que lo hacía con el difunto; pero en el testamento él dejó dicho que ella podía seguir viviendo todo el tiempo que quisiera en esa casa o hasta que se casara de nuevo si lo hacía. En ese caso la propiedad pasará a los hijos del primer matrimonio del marido. Ella no tuvo hijos. Poco después de morir el papá, los hijos le ofrecieron una cantidad generosa por la casa, fue una muy buena oferta, pero ella no la aceptó porque piensa que quien se case con ella debe pagarle la cantidad que le ofrecieron sus hijastros. Y cuando le hablé de un posible matrimonio, así me lo dijo ella. Yo tengo mi casa propia, soy un soltero ya mayor y me gustaría casarme con esta mujer, pero no me parece aceptar sus términos, ya que si tengo mi casa que está magnífica, está muy bonita y me siento muy a gusto en ella; no tengo porque pagar por otra, no estoy dispuesto a pagar por una casa que no será mía. Tengo suficiente dinero para pagar lo que ella me dijo que le habían ofrecido sus hijastros, pero si lo hiciera sentiría que se aprovecharon de mí.

Mariano

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Mariano:

Una mujer otoñal como tu novia debe asegurar su futuro, pues sin esa casa prácticamente ya no le quedaría nada. Yo creo que si en verdad la quieres y tienes el dinero, podrías compra esa propiedad, otorgarle a ella el usufructo para que pueda seguir viviendo en ella y reservarte el dominio para que ni ella ni nadie más que tú pueda hipotecarla. De esta manera nadie perdería su espacio y podrían visitarse o distanciarse las veces que quisieran. Espero haberme dado a entender. 

 

Querido Duque:

Todos los días le deseo la muerte a mi jefe del trabajo. Le invento enfermedades terminales y lo maldigo todo el tiempo. Es más, si yo pudiera lo mataría. Es calvo y fanfarrón y abusa del poco poder que le dan los hijos de puta de los gerentes y directores. Nos hace trabajar a todos nosotros, los empleados,  porque él se rasca el trasero todo el día. Pone obstáculos para todo, hasta para las licencias de lactancia o de maternidad.  Le deseo una muerte muy agonizante por ser tan mierda. Si Dios existe debería hacer algo para que se muriera.

Alina

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Alina:

Por más que te repugne y odies a ese sujeto, no debes desearle la muerte, pues en esta vida todo se regresa y esas malas vibraciones a la única a la que harán daño, será a ti. Capaz que hasta te mueres, ni lo quiera Dios.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 31 años de edad y llevo más de diez casada con un hombre de 47.  Tenemos 3 niñas y somos venezolanos, pero por la situación actual del país nos vinimos a vivir a Chiapas porque tenemos familiares aquí, que están muy bien colocados.  Desde que llegamos, yo entré a trabajar a una constructora, y ahí conocí a un obrero de 19 años, que desde el primer momento que entró a mi oficina me encantó.  Mi esposo se fue a Venezuela a arreglar unos papeles y yo me quedé sola con las niñas. Duque, me excitaba con el simple hecho de que ese joven se me quedara viendo y en cuanto tuve la oportunidad, lo invité a cenar a mi casa. Esa noche fue increíble: bailamos, tomamos e hicimos el amor de una manera increíble varias veces. Al día siguiente me llamó para repetir pero yo le dije que ya no se iba a poder porque mi esposo ya iba a regresar de Venezuela. Desde entonces no ha vuelto a llamarme ni a buscarme; mi marido no ha vuelto de nuestra tierra y yo me muero por llamar al celular del niño para volver a meterlo en mi cama.

Brenda

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Brenda:

Aprovecha que tu esposo está fuera y no pierdas la oportunidad de retozar con el muchachito, estoy seguro de que él estará encantado. Solamente te recuerdo que debes tener mucha discreción, porque la infidelidad no es mala hasta que no se hace pública. Recuerda que tienes tres hijas a las que debes proteger y para ello solamente cuentas con tu marido.

 

Duque:

Soy un hombre soltero de 36 años, profesionista y empresario, con bastante éxito, agradable, buen conversador, trabajador y sin ningún vicio. Desde hace seis meses vivo con una muchacha encantadora. Ella tiene 29 años, también soltera, profesionista, tiene un buen empleo, es guapa, atractiva, muy agradable, fiel, amorosa, tiene muy buen carácter y por ello tiene muchas amistades. Y como cereza del pastel, cocina excelentemente y es magnífica ama de casa. En fin, es la persona que siempre esperé para casarme. Estoy enamorado de ella y ella dice que también me quiere. Y así lo siento. Nuestras amistades dicen que hacemos una bonita pareja. Hace unos días le propuse matrimonio  y me dijo que eso la haría la mujer más feliz del mundo. Pero agregó que tengo que cambiar antes de que lleguemos al altar, porque dice que soy muy posesivo y dominante. Yo no siento que sea así, pero si ella lo dice debe haber algo de verdad.

Roberto

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Roberto:

En estos casos debes ser directo. Pregunta a tu novia que es exactamente lo que no le gusta de ti y si está en tus manos, cámbialo.