HOSPITAL DEL ALMA 15/06/17

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton: 

Desde que era niño decían que era el alumno más guapo de mi escuela, y después, cuando crecí, siempre tuve mucho éxito con las chavas, incluso después de casarme. Acabo de cumplir 42 años de edad y no he podido consolidar mi posición económica; mi esposa me abandonó y se llevó a mis hijos porque dice que soy un fracasado, un bueno para nada, y que para ella es más fácil salir adelante por sí misma, ya que yo le peso demasiado para tener que cargarme.

Al no tener empleo y no saber ningún oficio, he decidido ejercer la prostitución masculina, de hecho he puesto anuncios en Internet, que reciben respuestas pero nunca se concretan ¿crees que no sirva ni para sexo servidor?

Felipe

Tuxtla Gutiérrez

Querido Felipe:

Siento decirte que encontraste muy tarde tu verdadera vocación, a tu edad ni en el mercado homosexual de la carne creo que tuvieras mucha demanda, por muy lindo que hayas estado de chiquito.

Querido Duque:

Tengo 21 años y me voy a casar muy pronto con mi novio que tiene 26. Llevamos seis años de noviazgo y siempre ha sido muy bueno conmigo, muy cariñoso y respetuoso. El problema es que jamás me ha tocado eróticamente. Él dice que me respeta, que quiere que sea la madre de sus hijos,  que desea que yo llegue virgen al matrimonio. La otra noche, al salir de una fiesta, le dije que estaba muy excitada, que si de todas maneras ya nos vamos a casar podríamos adelantar algo y traté de acariciarle el pene, pero él no se dejó y me pidió que dejara de comportarme como una cualquiera. Me sentí avergonzada y no he vuelto a tocar el tema pero ya no sé si quiera casarme con él.

Tere

Tuxtla Gutiérrez

Querida Tere:

Estás a muy buena hora de romper ese compromiso. Tu novio no solamente es gay sino que ya no debe ser virgen ni de las orejas. Hay matrimonios en los que uno de los cónyuges, o los dos, son homosexuales, pero se trata de actos consensuados, en los que no existe el engaño sino el deseo de buscar una tapadera para  gustos torcidos.

Duque de Santo Ton:

En San Cristóbal conocí a un inglés como de 60 años bastante bien conservado, al que le gusté tanto, que esa misma noche nos bebimos él y yo tres botellas de champaña. Después me fui con él a su cuarto de hotel e hicimos el amor varias veces y por todos lados. Al día siguiente me llevó de compras a una joyería y se gastó una fortuna en regalos para mí. La siguiente noche tuvimos sexo nuevamente y la siguiente también. Cuando le dije que ya me tenía que venir a Tuxtla, me invitó a que lo acompañara a Mérida y le dije que sí. Todo el tiempo se la pasaba comprándome cosas y haciéndome el amor por las noches, hasta que en una ocasión, en la que me tenía bien penetrada, se acalambró todito, se puso rojísimo y con gestos de dolor me pidió que llamara a un médico. Por suerte estábamos en un hotel de súper lujo y ellos se encargaron de todo. Resulta que al viejo, de tanto coger ya le estaba dando un infarto, pues su corazón ya está cansado. Me preguntaron que si yo era su esposa y dije que no, entonces hablaron a Londres para avisar a su familia. Yo regresé del hospital al hotel, recogí mis cosas y saqué de la billetera del inglés el dinero suficiente para comprar mi boleto de avión para regresar a Tuxtla. No supe si sobrevivió al ataque al corazón pero mejor, prefiero quedarme con un bonito recuerdo de él.

Rebeca

Tuxtla Gutiérrez

Querida Rebeca:

Lo mejor fue quedarte con los regalos, no te hagas la inocente.

Duque de Santo Ton:

Hace como dos semanas mi novio me invitó a cenar a su casa para conocer a sus papás. Viven en una señora residencia en la que se percibe el olor a  dinero. El señor es medio pasado con sus bromas pero muy simpático y atento. La señora me encantó, de veras me encantó, es toda una dama, guapa, elegante, bien vestida y educada. Nos la pasamos muy bien los cuatro o al menos eso creí yo, porque anoche que estaba borracho mi novio me confesó que su mamá dice que yo, además de parecer cuarentona, tengo tipo de criada. No tienes idea de la humillación que sentí porque soy menor que mi novio y siempre trato de andar bien arreglada.

Lucía

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lucía:

No desaproveches esta oportunidad de trepar socialmente. Si tu novio ya te invitó a conocer a sus papás es porque quiere algo en serio contigo. Lo que debes hacer es tratar de ganarte a tu suegra, imítala en todo, sigue su estilo, no la contradigas, trata de verte juvenil, vuélvete su aliada y complace al hijo en la cama. Vas a ver que muy pronto cambiarás de código postal.

Duque de Santo Ton:

Tengo una amiga que me quiere mucho y aunque las dos somos mujeres ricas, por así decirlo, ella pertenece al grupo de tuxtlecas de toda la vida, al que no es muy fácil entrar. Sin embargo, ella que es tan linda, me invitó a conocerlas, pues me dijo que son amigas de toda la vida, desde que eran niñas, tal como lo fueron sus madres, sus abuelas, sus bisabuelas y hasta sus tatarabuelas. La verdad es que al principio me trataron muy bien, me invitaban a todas sus reuniones y quisieron conocer a mi esposo que tampoco es chiapaneco, el cual les cayó muy bien. Sin embargo, un día que hicieron una despedida de soltera para la hija de una de ellas, yo me pasé de tragos y empecé a decir que es una lástima que Chiapas toda la vida haya sido gobernado por hombres corruptos e ignorantes. Desde entonces, abruptamente, me excluyeron del grupo, algunas señoras hasta me retiraron el saludo y ya no soy requerida ni para acompañarlas al súper. No sé qué pasó, la verdad.

Anita

Tuxtla Gutiérrez

Querida Anita:

Lo único que pasó fue que rompiste una regla de oro: nunca hablar mal de sus familias. A esos que llamaste ignorantes y corruptos son los patriarcas de los clanes que llevan años dedicándose al redituable arte de saquear las arcas públicas. La aristocracia chiapaneca es burocrática por naturaleza, pero eso es algo que no se debe decir si quieres pertenecer al grupo.

Duque de Santo Ton:

Uno de mis tíos se quedó viudo, y en uno de sus viajes a Cuba decidió que quería casarse con una chica de allá. Como es rico, hizo todos los trámites para contraer nupcias con la niña y traérsela a Tuxtla. Aquí le compró carro, la inscribió en la universidad, le alquiló un buen departamento y le prometió ponerle un negocio. Feliz, la cubanita iba todos los días a la universidad, hasta un día en que ya no regresó a su casa. Mi tío estaba desesperado y compungido porque pensaba que algo le había pasado a la cubana, pero un día ella le llamó por teléfono para pedirle perdón por haberse ido sin avisar, pero le hizo saber que a ella nunca le interesó vivir en México, mucho menos en Chiapas, que ya estaba instalada en Miami y que le agradecía mucho todo lo que había hecho por ella para sacarla de Cuba. Mi tío se puso hecho una fiera, le mentó la madre, le dijo que era una puta y que solo lo había usado. Entonces la cubana le respondió que recordara que él también la había usado a ella y que estaban a mano. Después le colgó el teléfono y mi tío quiso volver a marcarle pero resulta que la muchacha había hecho la llamada desde un teléfono público. Desde entonces mi tío, cada vez que se pone borracho dice que va ir a sacar su visa americana para viajar a Miami y matar él mismo a la cubana ¿cómo lo ves?

Alejandra

Tuxtla Gutiérrez

Querida Alejandra:

Como diría José José: tu tío resultó paloma por querer ser gavilán.