HOSPITAL DEL ALMA 11/04/17

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected])

Duque de Santo Ton:

Estoy comenzando a sospechar que padezco un serio problema, ya que tengo 15 años y aunque he tenido algunas relaciones amorosas (algunas mediante Internet y otras en la vida real,  todas han terminado a raíz de lo mismo, llego a un nivel en la relación en la que me considero demasiado inferior, como si no fuera suficiente para esa persona y entonces me deprimo, termino con esa persona para que sea feliz con alguien más.

Aunque olvide realmente rápido a esa persona, el sentimiento de sentirme inferior no desaparece.  Además del dilema de si realmente encontraré a alguien ideal para mí, están mis inseguridades, pero ¿Cómo no tenerlas? Soy gorda y fea, una verdadera puerca sin gracia, no soy femenina, si quiera tengo algún encanto, nada ¿Cómo podría querer a alguien si no me quiero a mi misma?, 

¿Cómo podría alguien fijarse en mí si no tengo nada atractivo?

Lorena

Tuxtla Gutiérrrez

Querida Lorena:

Tienes razón, a mí ya empiezas a darme asco.

Señor Duque de Santo Ton:

La otra noche lo escuché en un bar hablando sobre los strippers. Quiero decirle que muchos compañeros y yo nos sentimos ofendidos por los insidiosos comentarios que le escuchamos proferir, ya que nuestro trabajo es profesional, vivimos de él y no es fácil tener un cuerpo como el nuestro y aprender a lucirlo con las coreografías. De hecho nos contratan tanto, que también hacemos show especial para el público gay y estamos organizando un grupo que se llamará “Sólo para chiapanecas”, con el que pensamos hacer giras por todo el estado y por todo el país. Así que mejor debería usted tragarse su veneno, si es que le cabe porque está usted muy gordo, y ya deje de decir tantas estupideces. 

Apolo 

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Apolo: 

Creo que hay un problema de interpretación en este asunto. Yo dije que solamente cierta clase de señores impiden a sus esposas ver los shows que ustedes hacen,  pero todo el mundo es libre de bailar y desnudarse donde se le antoje, a la hora que quiera y, si hay alguien que pague, cobrar por ello. A mí me contaron que a unos cuantos esposos (una minoría) les molesta que sus mujeres vean espectáculos que les parecen vulgares, pero eso no significa que se trate de todos los maridos de Tuxtla Gutiérrez. De hecho, estoy seguro de que habrá algunos de ellos en el público de los espectáculos gay que ustedes hacen, pues el estar casado no es impedimento para probar platillos exóticos de vez en cuando, aunque sólo se trate de ver. Por último, para hablar con propiedad, no digas que enseñar las nalgas en público es una profesión, por favor. 

Querido Duque:

Tengo 16 años y nunca he besado a una mujer, pero me muero de ganas por hacerlo, pero tengo otro problema casi no conozco mujeres  ¿Qué puedo hacer?

Horacio

Tuxtla Gutiérrez

Querido Horacio:

Aunque suene psicótico y medio narcisista, puedes empezar con un espejo.

Querido Duque: 

Me voy a casar muy pronto y quiero que mi boda sea todo un acontecimiento. Pero el motivo de mi consulta es porque mi futura suegra se dedica a la costura, y desde que me pidieron, dijo que ella misma se iba a hacer cargo de confeccionar el traje de bodas, lo cual no me hizo feliz porque yo quería comprarlo con un diseñador, pero tratándose de mi suegra me pareció una grosería no aceptar. Lo peor vino una mañana en que me habló para decirme que me fuera corriendo a su casa, porque en La Parisina habían puesto en oferta una tela buenísima y que no nos costaría ni cincuenta pesos el metro. Me sentí humillada, desvalorada y con ganas de deshacer el compromiso. Ni fui a ver la mencionada tela en oferta y le dije a mi suegra que ya no quería que ella me hiciera el traje. Desde entonces ella ya no me habla y mi futuro esposo sufre pues me da la razón, pero tampoco olvida la lealtad que le debe a su mamá. 

Lilia 

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lilia: 

Tienes que darle siempre su lugar a la madre de tu futuro esposo, pero no por ello vas a sacrificar ni tu boda ni tu vida. Es un buen momento para marcar límites y no dar pie a que te vuelvan a hacer una majadería. Compra el vestido donde tú quieras y si alguien se ofrece a ayudarte a organizar tu boda, tiene que ser a tu entera satisfacción. Recuerda que será el día más importante de tu vida y que jurarás ante Dios unirte en matrimonio. 

Querido Duque:

Quiero confesarte que cuando yo tenía entre 20 y 25 años de edad, estaba perdidamente enamorado de un muchacho más o menos de mi misma edad, que vivía justo frente a mí, vivíamos en la misma vecindad, pero nunca fue posible nada entre ese chico y yo, pues resulta que su familia y la mía eran enemigas. Pero de que me gustaba eso que ni que. Me encantaba verlo descalzo frente a la puerta de su casa, tan varonil y tan guapo. Yo tengo un fetiche de pies muy pero que muy fuerte y ese chico tenía unos pies muy bien cuidados, muy finos y muy bonitos, que bárbaro, su nombre era Fernando, y en serio que habría estado más que dispuesto a tener relaciones sexuales con él si me lo hubiera pedido. Por desgracia para mí, nunca fue posible nada entre nosotros por esa enemistad entre nuestras familias, nos veíamos como enemigos, era imposible evitar eso. Pero aún así yo es que gozaba viendo a Fernando descalzo.

Alex

Tuxtla Gutiérrez

Querido Álex:

¿Y?

Dux: 

Al morir mi mamá, la casa de mis padres quedó tal y como ella la dejó, llena de recuerdos y uno que otro objeto de valor. A mí, gracias a Dios me ha ido muy bien en la vida y tengo todas mis necesidades resueltas, por lo que cuando una media hermana (hija de mi papá con una señora x) me llamó para preguntarme si podía quedarse con algún recuerdito, no tuve inconveniente y le di las llaves de la casa. No tienes idea de la sorpresa que me llevé cuando los vecinos me contaron que mi media hermana y sus hijos habían llegado con una mudanza y habían vaciado la casa, no lo podía creer. Sin embargo, yo mismo comprobé que hasta la ropa interior usada de mi madre se llevaron y no se me hace justo, pues yo quería algunas de sus alhajitas para mi única hija. 

Carlos 

San Cristóbal 

Querido Carlos: 

A un naco puedes darle lo que quieras, menos la confianza. Y perdona que diga que tu media hermana es una naca, pero lo que hizo no tiene otro nombre, me parece no solamente un abuso de confianza sino hasta un robo, pues es justo que se quede con algún “recuerdito” de tu padre, pero las cosas de tu madre no le corresponden, estoy seguro de que a la difunta no le hubiera gustado que fueran a parar a manos de esa malcriada. Habla con ella y pídele que te devuelva lo que tú quieras ¿lo demás? regálaselo que la caridad jamás le ha estorbado a nadie.

Duque:

Tengo 39 años y hace ya como 6  o algo así entré al probador de una tienda y le quité el seguro a una camisa y me la llevé puesta, sin pagarla, me la robé.  Aclaró que no era pobre, soy ingeniero y en ese tiempo ganaba buen sueldo; luego se me hizo algo así como un reto y comencé a robar ropa todas las semanas en diferentes tiendas, llegue a robar hasta 5 prendas en un día, había veces que iba a un centro comercial en mi carro y lo estacionaba, robaba una o dos prendas la guardaba en mi carro y regresaba o iba a otra tienda. Se convirtió en algo así como un desafío o una venganza por tanto dinero que les había pagado antes de hurtar yo a las tiendas. Nunca sospechaban de mí porque tengo tipo de gente decente, incapaz de hacer algo así, aunque una vez sonó una alarma en la puerta y los agentes de seguridad me detuvieron y me llevaron a una oficina privada. Me dieron a escoger entre entregarme a la policía o dejarme revisar por ellos. Obviamente escogí lo segundo, sin imaginar que me someterían a todo tipo de vejaciones que, por pudor y respeto a tus lectores, me abstengo de comentar. Me mantuvieron desnudo como cuatro horas y cuando por fin me regresaron mi ropa, antes de ponerme los calzoncillos un agente me dio una nalgada y me dijo “para que aprendas”.

Rogelio

Tuxtla Gutiérrez

Querido Rogelio:

¿Y aprendiste?