Medalla al Mérito Universitario

Por Juan Rivero Valls

 

Cuando los vientos otoñales,
soplen sobre los sueños
y las ideas vibren 
en los planos más profundos,
más allá de lo vivido,
en la simplicidad de la muerte,
podré rehacer los cielos rotos
y las hojas amarillas.

 

Fanny Jem Wong (Vientos Otoñales, Fragmento)

 

 

Hay escenas tan gratificantes que hasta le devuelven a uno la fe en la humanidad: ver a uno de los mas grande humanistas mexicanos del siglo XX mas lo que corre de éste y que de viejo solo tiene el cuerpo, ser rodeado y seguido por varias decenas de jóvenes universitarios que, pacientemente, esperan el momento para conseguir un autógrafo como si se tratara de un “rock star”, recibir unas palabras o tomarse una foto con él en tiempos tan inhumanos como los que vivimos nos hace parecer que nada está perdido.

Por eso quise usar este fragmento del poema de Fanny Yem Wong como epígrafe por dos razones: se trata de una escritora aún joven y es peruana, lo que me da pie a hablar de la Feria Internacional del Libro Universitario de Xalapa, organizado por la Universidad Veracruzana, que se ha convertido en el mas importante del sureste mexicano y que, en esta ocasión está dedicado, precisamente, a Perú, y porque en su marco se galardonó a dos grandes de las letras mexicanas: Miguel León Portilla y Eraclio Zepeda.

Ambos personajes galordanados comparten algunas cosas y se diferencian en muchas otras: ambos estudiaron antropología. León Portilla es 9 años mayor que Laco que se decantó por la literatura, mientras que León Portilla lo hizo por la historia y por la academia, pero ambos, en su momento, recibieron del Senado de la República la medalla Belisario Domínguez; pero empecemos por cada uno.

Miguel León Portilla, que hace unos meses cumplió 89 años, ha visto la llegada de los europeos en la época precolombina, no como una conquista, sino como un encuentro; violento sí, pero un encuentro del que ambas culturas se retroalimentaron para formar una nueva, la que José Vasconcelos bautizó como la “raza de bronce”, y ha logrado ver este encuentro violento desde el lado del oprimido, no del vencedor en su extraordinaria “La visión de los vencidos”.

Desde el punto de vista académico, la carrera de León Portilla es francamente impresionante; ha recibido muchísimos reconocimientos; entre ellos los doctorados honoris causa de las universidades mexicanas de Baja California, Colima, Hidalgo, Guadalajara, la UAM, la Iberoamericana y la UNAM de la que es investigador emérito.

Asimismo ha recibido doctorados honoris causa de las universidades norteamericanas: Metodista del Sur, Providence de Rhode Island y de San Diego. En Europa ha sido galardonado en la Universidad de Touluse, la Carolina de Praga, la de Alcalá de Henares y la de Tel Aviv y en América Latina por la Universidad Mayor de San Andrés en Bolivia y la Universidad Católica del Perú.

León Portilla, que después de recibir su medalla al mérito universitario, dictó una conferencia sobre tres humanistas veracruzanos, es, además un ameno conversador; casi tan simpático como Eraclio Zepeda que, infortunadamente para los asistentes, no pudo estar presente por problemas de salud, pero lo representó con toda dignidad, su hermano menor, Manolo, un hombre con una gran vinculación con esta Universidad de la que fue no hace mucho, un diligente director de difusión cultural.

Mi opinión sobre Eraclio no puede ser objetiva, me une a él (y a toda su familia) un enorme cariño, pero se me hace harto complicado comprender que una persona hable tan bien si ya de por si escribe bien, y es que Eraclio es, antes que escritor, un cuentero que con la Universidad Veracruzana tiene una larga y estrecha relación. Estudió antropología aquí, en esta institución que le publicó en aquella prestigiosa editorial que dirigía Sergio Galindo, su primer libro, Benzulul y donde, siendo estudiante, colaboró en el descubrimiento de uno de los monolitos mas representativos de la cultura olmeca, la “Estela de la Mojarra”, encontrada cerca de Tres Zapotes, en el municipio de Alvarado.

Eraclio Zepeda al igual que León Portilla, fue galardonado con la medalla Belisario Domínguez por el senado de la República y aunque su carrera literaria la ha realizado al margen universitario, su relación con ésta y otras instituciones educativas del país (fue director de Radio UNAM durante el rectorado de José Sarukán, por ejemplo) sigue siendo muy estrecha.

Mucho mas mediático que León Portilla, Eraclio se ha movido siempre entre reflectores y ha incursionado en la política; fundador del PSUM del que fue pre candidato a la presidencia de México, diputado federal por el PRD y secretario de gobierno de su natal Chiapas y, por supuesto, una larga y fructífera carrera diplomática que lo llevó a lugares tan lejanos como China y la URSS y como representante de México ante la UNESCO, a París.

Ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura este año, Eraclio está, desde hace rato, recogiendo una serie de reconocimientos mas que merecidos, producto de una vida dedicada a contar historias.

 

Pocas veces se ha logrado juntar a dos personalidades tan importantes para las letras en México, enhorabuena y gracias a la Universidad Veracruzana por este acierto.