Cuatro pasos para aumentar tu fuerza de voluntad

(EXCELSIOR)

CIUDAD DE MÉXICO.- En general, la gente tiene una visión excesivamente positiva de sí mismos y de sus habilidades. Porque es raro admitir lo contrario.

 

 

Investigaciones muestran que las personas que piensan que tienen más fuerza de voluntad son en realidad las más propensas a perder el control cuando son tentadas. 

Por ejemplo, los fumadores que son los más optimistas en cuanto a su capacidad para resistir la tentación, son los más propensos a recaer meses más tarde.

 

Entonces, ¿cómo podemos realmente aumentar la fuerza de voluntad? Esto es lo que la ciencia dice al respecto. En cuatro pasos:

 

 

 

Los hábitos clave son mágicos

 

Todo mundo quiere experimentar la magia y tener píldoras o artefactos que lo arreglen todo, sin embargo, lo más cercano a esto son los llamados ‘hábitos clave’, como el ejercicio.

 

Este solo hábito provoca cambios en diversos aspectos, no sólo te hace más disciplinado, sino también hace que comas mejor y que, si haces ejercicio al aire libre o en casa, gastes menos; también te hace más productivo en el trabajo y más paciente con los demás.

 

¿Ves? El ejercicio es un hábito clave.

 

 

 

Hacer las cosas importantes temprano

 

El investigador Roy Baumeister, encontró después de realizar algunos estudios que la fuerza de voluntad es limitada, y que ésta es más intensa por las mañanas, pero a medida que hacemos más cosas y pasan las horas, se terminan nuestras ‘reservas’.

 

Así que el secreto entonces es hacer las cosas más importantes primero. A medida que el día avanza, será más difícil hacer frente a grandes retos.

 

 

 

Entrena la fuerza de voluntad

 

El gurú de la productividad, Tim Ferriss, dice que la fuerza de voluntad está sobrevalorada. Además diversas investigaciones demuestran que no usamos mucho la fuerza de voluntad cuando algo se vuelve un hábito, es decir, cuando nuestras conductas son automáticas.

 

La clave entonces es construir buenos hábitos, pero hacerlo es complicado. Aquí un táctica: manipula el entorno a fin de hacer fácil lo que deberías hacer a la fuerza, como poner tus tenis  para correr al día siguiente justo al lado de la cama.

 

Así no harás un esfuerzo mayor al realizar estas acciones, pero sí impulsarás tu fuerza de voluntad para comenzar a hacerlas.

 

La táctica es pensar en tu fuerza de voluntad como un músculo: entrenarla lo suficiente para que sea fuerte, pero lo justo para que no se canse y no se atrofie.

 

 

 

Come y duerme bien

 

Parece obvio, pero así es, no hay nada oculto: si quieres amanecer con suficientes ‘reservas’ de fuerza de voluntad al día siguiente, sólo tienes que comer y dormir bien.

 

Estarás mejor, de buenas y con la energía necesaria para ponerte los retos que quieras en frente.

 

 

 

La fuerza de voluntad es uno de los primeros pasos para mejorar cualquier área de la vida, y hoy ya tienes las herramientas necesarias para entrenarla.

 

*livm