Preocupante destino del agua en México

De aprobarse una Ley General habría más concesiones y, por ende, la explotación del recurso hídrico por parte de las empresas mineras acelerará el daño al medio ambiente, advierte especialista

 

Por ENRIQUE GUTIÉRREZ

 

Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Aunque en estos momentos existe una pausa, en cuanto al análisis para la aprobación de la Ley General de las Aguas que propone la Conagua a nivel nacional, así como de una iniciativa que es 100 por ciento de la ciudadanía, el mayor temor en la actualidad es que la siguiente legislatura “ofrezca” otra apegada o similar a la que no pasó, manifestó Alma Rosa Rojas Zamora, integrante del Movimiento de Chiapanecos y Chiapanecas en Defensa del Agua.

 

En entrevista, afirmó que está en un receso o suspensión, porque se rebasaron los tiempos establecidos para que los legisladores regresaran las mismas a las comisiones de Recursos Hidráulicos y de Agua Potable, y se modificaran algunos puntos.

El retraso se debe además, consideró la también miembro del Colectivo Educación para la Paz y los Derechos Humanos, al hecho de que varios integrantes de la Cámara Alta inmiscuidos en ese tema participaron como candidatos en sus respectivos estados, lo que generaría esa especie de dilación o tregua, “pero eso no significa que haya quedado desechada en su totalidad”.

De darle “luz verde” a la citada ley que promueve la Conagua, advirtió, habría mayores concesiones sin control o conocimiento de la ciudadanía, “decisiones que creemos se harían en lo oscurito y a la ligera”; además de que la misma se armoniza de alguna manera para implementar la Ley de Energía.

Comentó que, en ese sentido, se le da “rienda suelta” a la minería; una de las actividades en la cual —aseveró— se emplean millones de litros de agua y que contamina los mantos acuíferos con todos los tóxicos que utilizan para extraer minerales, y “eso es sumamente alarmante”.

Afirmó que a ello se le suma el “fracking”, acción por medio de la cual se extrae el gas y en la cual inyectan miles de litros de agua y una serie de elementos nocivos que, al final, acabarán en los escurrimientos subterráneos hasta llegar a mantos freáticos hasta contaminarlos.

“Es muy preocupante sobre todo porque la ciudadanía carece de la información necesaria y, al no tenerla, no dimensiona los riesgos que implican estas actividades y en consecuencia la misma ley”, externó la especialista.

 

INTERESES ECONÓMICOS PUEDEN MÁS QUE EL BIEN COMÚN

Por desgracia, alertó, hay demasiados intereses políticos y económicos; es decir —acusó—, representan líneas establecidas por los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo, entre otros organismos internacionales, que presionan para que los gobiernos de los estados implementen este tipo de políticas.

Insistió en que estas leyes son un atentado en contra de los territorios y sus bienes comunes: bosques, agua, fauna, “y en esos territorios estamos nosotros, por ello fortaleceremos la resistencia, la autonomía de los pueblos”.

Sin embargo, especificó que a la par la ciudadanía organizada elabora una ley ciudadana con otro enfoque y modelo de gestión del recurso hídrico, “más sustentable, con manejo de cuencas y mayor participación de la sociedad”.

La idea es, dijo, que con la misma se abran más espacios de participación en la toma de decisiones de gestión del manejo del líquido, “entonces ésta se hace con la participación de académicos de la UNAM y la UAM e investigadores de los institutos de Investigaciones Jurídicas y el de Geografía, además de organizaciones sociales y ONG’s que se han metido mucho en la propuesta”.

 

Para que se eche andar ese tipo de propuestas o planes emanados de la ciudadanía, expuso, se han recabado firmas, no obstante, detalló, aún falta mucho para cubrir ese requisito que marca la ley, es decir cerca de dos o siete puntos porcentuales basados en el padrón electoral nacional.