Tráfico de celulares llegaría a las cárceles de Chiapas

Carlos Méndez, auditor en prevención de “lavado de dinero”. 

Extorsiones aumentarían de forma considerable, asegura Carlos Méndez 

Por ENRIQUE GONZÁLEZ

Tuxtla Gutiérrez 

Carlos Méndez, auditor en prevención de “lavado de dinero”, advirtió que el tráfico de teléfonos celulares que se registra con gran fuerza en las penitenciarías del país de Costa Rica, se podría replicar en cualquier momento en las cárceles de Chiapas.

 

En entrevista, aseveró que esto ha provocado que las extorsiones telefónicas se elevaran de forma considerable, e incluso calculó que en los últimos tres años fueron incautados 10 mil 14 celulares en esas cárceles, “la verdad es que esa situación se da allá, se convirtió en un negocio lucrativo y poco castigado, lo que permite también la continuidad de actividades criminales como la que mencioné”.

De acuerdo con el director general de la policía penitenciaria tica, agregó, se formaron bandas criminales dentro de las mismas prisiones que se dedican a extorsionar a las personas desde allí mismo, “es un fenómeno que pasa en todos lados, pero en esa nación es preocupante”.

Explicó el “modus operandi”: “Los mismos reclusos contratan a personas externas, o a funcionarios para que puedan llevar los teléfonos del exterior al interior de las cárceles, y luego ellos comercializan esos celulares, y hasta pagan hasta 400 mil colones, equivalente a 706 dólares por cada celular que entra, e incluso puede llegar a costarte mil 400 dólares”.

Lo más lamentable, insistió, es que esa acción no está tipificada como un delito grave, y no pasa a más de una llamada de atención, “o reubicación de celdas, y esto es un círculo vicioso”.

Evidenció que quienes se dedican al tráfico de estos equipos de telefonía celular incurren en otros métodos, como utilizar gatos para meterlos a las prisiones, “es la tipología que se ha dado, y pues la intención es alertar para prevenir a la ciudadanía, para que no caigan en una situación así”.

Aunque en estos momentos la situación es grave en Costa Rica, advirtió que el fenómeno se acerca a Guatemala, “donde utilizan a amas de casa para abrir una cuenta de banco, o en esas tiendas de conveniencia, y después reciben un recurso precisamente de extorsiones telefónicas, y ellas no lo saben, son utilizadas”.

El especialista en temas financieros detalló que por lo regular el delincuente usa un perfil bajo, o de confianza como las amas de casa, “que en realidad no tienen un perfil delictivo… el término correcto es que son utilizadas para recibir dinero de extorsión”.

En el caso de Chiapas, puntualizó que también ha sucedido una situación similar, pues de un mismo número telefónico le han marcado a cientos o miles de chiapanecos, “nos llaman y nos hacen creer que es un familiar y nos piden datos; por ello recomiendo no dar detalles, nada de información personal”.

Está consciente de que los malhechores buscan obtener información a como dé lugar, “te empiezan a decir: ‘¿Adivina quién soy…?’ Y poco a poco te preguntan otra cosas: ‘¿Cómo está mi tío o mis primos?’, y el que está del otro lado de la línea empieza a soltar información; o te dicen: ‘Les quiero llevar regalos, pásenme la talla de ropa, zapatos’, y ahí te sacan más datos, el número de personas de la familia, las edades, entre otros”.

Lamentó que Chiapas sea un punto vulnerable a sufrir este tipo de situaciones por el elevado nivel de corrupción que existe, “muchas veces algunos funcionarios extorsionan, y no es que quieran, sino que lo hacen porque son amenazados, porque les enseñan las fotos de sus familiares, y colaboran con la delincuencia financiera”.