Casas de empeño resienten crisis

Por ENRIQUE GONZÁLEZ

Tuxtla Gutiérrez 

Ante las recientes manifestaciones por parte de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Javier Ruiz Morales, presidente de la Asociación Chiapaneca de Casas de Empeño (Achice), manifestó que han tenido una reducción alrededor del 40% en la llegada de pignorantes a sus establecimientos, “lo que representa un descenso significativo en la cantidad de financiamientos que se otorgan en la ciudad y por consecuente, pérdidas para quienes nos dedicamos a esto”.

 

Dijo que hay que cubrir no sólo las necesidades básicas, sino también las de oportunidades de crecimiento, de justicia, de equidad y de un gobierno capaz de afrontar los retos que la modernidad impone.

De acuerdo a cifras de la Organización de Cooperación para el Desarrollo (Ocde), Chiapas se ubica en el último lugar nacional, de sectores tan relevantes como el educativo, la vivienda y el ingreso. Esto, determinó Javier Ruíz, no es consecuencia de falta de recursos, sino de transparencia y de una inversión adecuada de los recursos públicos para generar riqueza en favor del sector productivo.

Los integrantes de la Asociación Chiapaneca de Casas de Empeño, en palabras de su representante, son chiapanecos que han apostado por Tuxtla Gutiérrez y el resto del estado, con la intención de que sus inversiones generen empleos y riqueza en la entidad, procurando que las utilidades generadas y los impuestos pagados se queden en beneficio de Chiapas.

Por ello, determinó que a pesar de las circunstancias, se han constituido como una opción de financiamiento para los más necesitados, para aquellos que viven al día y que no pueden acceder a créditos de la banca, “representando la primera opción para el 70 por ciento de chiapanecos que no tiene un empleo formal y que no alcanzan a cubrir la canasta básica para satisfacer sus necesidades alimentarias, de infraestructura y de entretenimiento”.

Es por esta razón que los miembros de la Achice solicitaron a los aspirantes a puestos populares, que al llegar al cargo al que hoy aspiran, desarrollen esquemas de trabajo colaborativo que les permitan mantener y potencializar el sector prendario, cumpliendo y haciendo cumplir la ley, “facilitando los procedimientos para la apertura de sucursales, pero sobre todo que, de manera conjunta, se desarrollen acciones contundentes para abatir la inseguridad, la corrupción y el pago del altos impuestos que ha provocado que muchas sucursales cierren sus puertas”.